El más reciente dato de la inflación
publicado por el Inegi indicó que los precios en el país están en niveles
similares a los de enero de 2009, en pleno apogeo de la última gran crisis, con
un incremento de 6.30 por ciento para la primera quincena de junio. No
obstante, a muchos ciudadanos les parece que el costo de la vida se ha
incrementado en una proporción muy por arriba de ese porcentaje ¿Por qué ocurre
esto?
Para
entender las discrepancias entre los datos oficiales y la percepción de la
gente, es necesario conocer cómo se establece el Índice Nacional de Precios al
Consumidor (INPC).
Jesús
Anacarsis López, gerente de Análisis Económico de Grupo Financiero Base,
explica que el INPC consiste en un muestreo constante en el que se analizan más
de 230 mil precios de 46 ciudades del país con una población de por lo menos 20
mil habitantes, incluidas las 10 zonas urbanas más importantes de México. El
muestreo, asegura, “no está exento de limitaciones”.
REPRESENTACIÓN
GEOGRÁFICA.
Si bien el
INPC busca recopilar información sobre los precios a nivel nacional para
obtener una idea general de cómo cambia el poder adquisitivo de los mexicanos,
al recabar datos “se generaliza la ponderación del gasto de los hogares”, dice
Anacarsis.
“Los resultados varían ampliamente si se
comparan regiones o ciudades”. Por ejemplo, durante la primera quincena de
junio, la ciudad de Mérida tuvo un incremento de precios de 0.45 por ciento por
encima del nivel nacional, y en febrero pasado, Matamoros tuvo un alza de 1.0
por ciento más que en el resto del país.
CANASTA DE
CONSUMO.
La inflación percibida también será
diferente a la del dato oficial si nuestra canasta de consumo es muy distinta a
la del INPC. Esta canasta de productos y servicios es actualizada por el Inegi
cada dos años, por lo que en ocasiones puede incluir insumos que no son los que
mucha gente consume, o bien se miden de manera muy general.
Es el caso
de la vivienda. El Inegi mide este
insumo incluyendo la vivienda propia, renta, servicio doméstico y otros
servicios para el hogar, y de acuerdo con el dato más reciente, el incremento
de junio fue de 2.56 por ciento.
El rubro no especifica si se trata
del costo de los alquileres de una casa habitación o bien de un departamento, o
si se trata de una zona urbana o rural.
De acuerdo con un estudio del portal
inmobiliario Propiedades.com, los precios de la vivienda en la Ciudad de México
subieron un 19 por ciento en el último año, con un incremento de 12.6 por
ciento para departamentos, y un 19.3 por ciento para casas.
Otro caso es
el de los precios de productos que se encuentran en las tienditas de la
esquina. De acuerdo con la Asociación Nacional de Pequeños Comerciantes
(Anpec), la depreciación del peso,
mayores costos de transporte y la inseguridad han provocado un aumento
generalizado en los precios de los productos que ya alcanza un 10.25 por
ciento, mucho mayor al 6.3 por ciento que reporta el Inegi.
“La inflación es como el clima: hay
un dato oficial, pero también hay una sensación térmica que es mayor. En el
caso de los pequeños comercios, el aumento de precios está por arriba de un
rango de 7 por ciento sostenido del que hablan las autoridades”, dijo Cuauhtémoc Rivera, presidente
de la Anpec.
Una
discrepancia más puede apreciarse en los precios al productor. El Índice
Nacional de Precios al Productor (INPP), que ofrece también el Inegi, mide el
cambio en los precios de bienes y servicios que utilizan los productores como
insumos para su operación. En el mes de mayo alcanzó un 8.10 por ciento, cifra
significativamente mayor a la del INPC.

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