Investigadores de organizaciones civiles han
vislumbrado que el gasto público en 2018 -que incluye comunicación social,
viáticos y aguinaldos al gobierno federal- será mayor al propuesto, y el rubro “perdedor” será la inversión pública para infraestructura,
clave en generación de empleos y desarrollo.
Para 2018,
año electoral, la Secretaría de Hacienda propuso
al Congreso un gasto público de 5,236,375.6 millones de pesos, el 22 por ciento
del PIB.
Mariana Campos,
de México Evalúa, resaltó que esta cifra
es similar al gasto de 2014, por lo que ve difícil que se cumpla y se cuestiona
a dónde irá ese dinero público.
Del gasto
programable, solo el 11.9 por ciento
está previsto para inversión pública, el nivel más bajo desde 2002.
Campos destacó que este rubro para infraestructura
se gasta a través de fideicomisos, lo que dificulta darle seguimiento.
Ante ello urgió a mecanismos de transparencia en
estos, ya que no hay alguna instancia que siga su ejecución ni publica sus
estados financieros.
A nivel
local, Marco Zamarripa, del Consejo Civil de Instituciones Laguna, expuso que
de 2012 a 2016, la recaudación en
Coahuila subió 797 millones de pesos, pero la inversión pública cayó 637
millones de pesos y ahora son la segunda entidad con mayor deuda per cápita.
Asimismo,
Mariana Campos de México Evalúa señaló que los
rubros de Presidencia, Secretaría de Hacienda, servicios en traslados y
viáticos, comunicación social, y aguinaldo y gratificación al gobierno federal
deben ser más vigilados porque en ellos se gasta más de lo aprobado a pesar de
la serie de recortes anunciados ante la caída de los ingresos petroleros.
Sunny Villa,
investigadora del CIEP, dijo que el
Paquete Económico de 2018 refleja que su prioridad es pagar la deuda sobre lo
importante.
Destacó que,
del total del gasto público, el 83.8 por
ciento es obligatorio para el saldo de pensiones, deuda y participaciones a
estados.
Otro 13 por ciento va para el
presupuesto a programas, cuyo reparto está bastante fragmentado, afirmó Villa. De los más de 600 programas, el 65 por ciento del presupuesto va para
25.
Alfredo
Elizondo, de Gesoc, documentó que solo
dos de cada 10 programas sociales están bien diseñados y cubren sus metas.
Los ocho programas restantes, destino
del 55 por ciento del presupuesto para programas sociales, tienen problemas de
desempeño o son opacos.
Javier Gala,
del CEESP, llamó a cambios estructurales
en el destino del gasto público ya que, ejemplificó con el Tren México Toluca,
no hubo una “correcta planificación” y requirió recursos frente a mayores
problemas en seguridad e impartición de justicia.
“La
inversión pública se dedica a temas simples,
pero no en los necesarios que se quedan rezagados”, declaró Gala.
Respecto al
gasto que puede destinarse al proceso de reconstrucción luego de los sismos de
septiembre, Mariana Campos de México Evalúa alertó que el Fonden ha recibido observaciones de la Auditoría Superior
de la Federación: el 53 por ciento de 15 auditorías con un monto de 17 mil
millones de pesos tuvo un dictamen negativo principalmente en Chiapas,
Guerrero, Tabasco y Nuevo León.
Entre las irregularidades destacaron
los atrasos de entrega de obra y contratación de empresas sin capacidades, así
como la falta de reintegro por cancelación de obras.
Por ello
Campos urgió a la dotación de instrumentos de control para las entidades
afectadas en el uso de los recursos enviados para la reconstrucción.
“CONGRESO SOMBRA”
En un
contexto de elecciones y reconstrucción tras los sismos de septiembre, siete organizaciones civiles evalúan a
fondo el Paquete Económico 2018 para elevar la calidad del gasto público ante
“la falta de capacidad técnica” del Congreso para darle seguimiento puntual,
así como ausencia de un contrapeso frente a la Secretaría de Hacienda.
Las recomendaciones que surjan a lo
largo de las mesas de análisis del “Congreso Sombra” sobre ingreso, gasto y
deuda pública, serán enviadas a los legisladores.
Edna Jaime,
directora de México Evalúa, aseguró que durante el otoño el Congreso discute el
ingreso, gasto y deuda para 2018, es
decir, el dinero de los mexicanos y los recursos tanto para salud o seguridad
como para propaganda y “moches”, por lo que es necesario que la ciudadanía
vigile su calidad.
“Quienes deciden no son sensibles a
lo que la sociedad y situación del país exige”, dijo.
Jaime expuso
que al Gobierno le gusta “darse cheques
en blanco” con los recursos públicos, SE
ENDEUDA PARA GASTAR NO INVERTIR (los niveles de inversión pública siguen a
la baja), y “no sabe controlarse” al
gastar más en sí mismo que lo aprobado por el Congreso.
“Desde el Pacto por México, el
Congreso está [tan] enfermo de consenso que parece complicidad”, afirmó.
Vidal
Llerenas, Diputado del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), coincidió en que “hay un deterioro” en la
discusión de los legisladores en torno al Paquete Económico, por lo que el
Congreso “no está sirviendo” para mejorar la calidad de ingresos y gasto
público, ni es un contrapeso.
“Es muy extraño que el PRI tenga el
voto de los demás; votan con el Gobierno. Se abren posibilidades de corrupción
durante la repartición de recursos entre gobiernos locales”, declaró Llerenas.
Sobre el gasto en publicidad oficial
y seguridad destacó que tiene niveles de discreción que no debería.
Mariana
Campos, coordinadora de Gasto público en México Evalúa, dijo que la brecha entre lo aprobado por el Congreso
y lo gastado ha aumentado más durante este sexenio.
Expuso que
hay dos conversaciones: el presupuesto aprobado por el Congreso y lo que revela
la cuenta pública sobre el monto gastado. Esto,
determinó Campos, evidencia que no hay transparencia al no compartir el
verdadero plan de gasto, así como una ausencia de interacción entre las
comisiones del Congreso de Hacienda y Presupuesto, y los ejecutores del gasto.
“Es una
separación que no debería haber en una democracia a la que aspira ser México”,
afirmó.
El
investigador Enrique Díaz Infante, del Centro de Estudios Espinosa Yglesias
(CEEY), se dijo preocupado por las
posibles prácticas clientelares que se practiquen en un año electoral en un
país con 55 millones de pobres.
Mariana
Niembro, directora de Borde Político, aseguró
que basta ver lo que sucede dentro de las comisiones de Hacienda y de
Presupuestos para encontrar prácticas que en otros países no suceden como la
aprobación de dictámenes en minutos.
“En una democracia plural e
incluyente, el Congreso debe ser un contrapeso al Ejecutivo”, determinó.
Las otras
organizaciones que presentarán propuestas son el Centro de Investigación
Económica y Presupuestaria (CIEP), Instituto Mexicano para la Competitividad
(IMCO), Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (Imef) y Gestión Social y
Cooperación (Gesoc).

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