Los medios mexicanos son adictos al
dinero público y pueden influir en las elecciones de 2018, ya que el Partido
Revolucionario Institucional (PRI) tiene un alcance más amplio, destacó
Bloomberg.
El medio
especializado en negocios destacó la
diversidad de los medios de comunicación en México porque mientras unos
periodistas son asesinados por los narcos por su trabajo, otros son comprados por
los políticos.
La publicidad financiada con fondos
públicos se ha disparado en la última década. El año pasado, el Gobierno
federal gastó más del doble de su presupuesto publicitario, alcanzando una suma
de alrededor de 540 millones de dólares, incluso cuando redujo el gasto en
educación y el apoyo a los agricultores.
El medio
refirió que en México también hay
canales no oficiales para garantizar una prensa positiva, como se describe en
las entrevistas de los funcionarios públicos actualmente en funciones y fuera
de actividad, y los empleados de los medios.
“El espacio de la primera página en
algunos periódicos es negociable. Voces populares pero críticas en la radio son
despedidas. En la
televisión, los personajes de telenovelas dejan a un lado las intrigas
románticas para destacar el buen trabajo que han hecho las autoridades locales
para mejorar el alumbrado público”, indicó.
Los precios son más altos a nivel
nacional, donde México celebra elecciones presidenciales en julio. El presidente
Enrique Peña Nieto no puede postularse nuevamente y es profundamente impopular.
Aun así, los analistas no eliminan al PRI de la contienda, y su alcance en los
medios es una de las razones.
“El gobierno tendrá una ventaja en
cuanto a la capacidad de influir en el electorado, incluso a través de los
medios de comunicación”, dijo a Bloomberg Carlos Bravo, politólogo del Centro de Investigación y
Docencia Económicas de Ciudad de México.
Luis Carlos
Ugalde, ex presidente del Instituto Nacional Electoral (INE) dijo que todos los partidos políticos están
comprando medios, pero el PRI, que también posee el mayor número de
gobernaciones estatales, tiene a su disposición más recursos.
Las oficinas de medios en la
presidencia y el PRI dijeron en respuestas enviadas por correo electrónico a
Bloomberg que respetaban plenamente la libertad de prensa como un pilar de la
democracia mexicana. El PRI dijo que legalmente tiene derecho a más tiempo al
aire por ser el partido más grande, y no obtiene ningún privilegio especial más
allá de eso.
Aun así, varios críticos prominentes de Peña Nieto y
el PRI han perdido sus trabajos, refirió el medio.
Recordó cómo
en 2015, la periodista Carmen Aristegui
fue despedida de su programa Noticias MVS después de informar sobre la compra
de una casa de lujo a un contratista federal por parte de la esposa EPN.
“MVS negó
que hubiera estado bajo la presión del gobierno, y una contralora designada por
el gobierno no encontró ningún delito por parte de la Primera Dama”, señaló.
En octubre, Ricardo Raphael y su co-conductora
fueron despedidos de su programa después de acusar al PRI de tratar de
beneficiarse políticamente de dos terremotos mortales.
Raphael dijo
en una entrevista con Bloomberg que está
convencido de que los anuncios del gobierno recibidos por su empleador fueron
“el motivo principal para nuestra partida”.
Sin embargo,
NRM Comunicaciones niega la acusación y dijo en un comunicado que los
presentadores fueron despedidos como parte de recortes de empleos más amplios.
La oficina
del presidente dijo que no se aplicó presión política y señaló que los
periodistas que fueron despedidos siguen apareciendo en los medios estatales.
LA
PUBLICIDAD HASTA EN TELENOVELAS.
Xóchitl Gálvez, de Acción Nacional
(PAN), dijo al medio que la prensa está tan acostumbrada al dinero político que
no siempre esperan a que los funcionarios los busquen. Mostró varios panfletos
que, según dijo, había recibido de al menos cuatro medios de comunicación que
ofrecían paquetes que incluían entrevistas a cambio de dinero.
Según
Bloomberg, en el pasado, los gobernantes
de México mantuvieron a los medios a raya. Lo nuevo es el papel de la
publicidad gubernamental, que ha ayudado a convertir la censura en autocensura.
Al menos 10 periodistas de alto rango
y funcionarios de prensa del gobierno dijeron a Bloomberg que los funcionarios
federales han utilizado formas sutiles y no tan sutiles de dar forma al
contenido. Van desde amenazar con retirar anuncios, hasta pedir una cobertura
personalizada que incluya fotos de primera página.
En la
televisión, el contenido político
traspasa los programas de noticias. Si bien no hay manera de saber si hubo
dinero involucrado, un episodio de “El color de la pasión”, una telenovela
transmitida por Televisa provocó burlas en las redes sociales mexicanas.
Según relató
el medio, “el aguerrido héroe de los
detectives atravesó las nuevas carreteras construidas por el entonces
Gobernador del estado de Puebla, Rafael Moreno Valle, y otra estrella señaló
cuán bien iluminado estaba ahora el centro de la ciudad. Televisa dijo en una
respuesta por correo electrónico a las preguntas que ‘de ninguna manera
influyen los anunciantes, públicos o privados, en nuestra línea editorial’”.
El Instituto
Nacional Electoral ha investigado varias acusaciones de campaña impropia por
parte de Moreno Valle, quien dijo que quiere ser el candidato del PAN a la
presidencia. Las investigaciones en su mayoría lo han librado de cualquier acto
indebido, aunque algunas investigaciones están en curso y ninguna de ellas
abarca la telenovela.
Sólo una agencia de publicidad fue
multada dos veces por colocar inapropiadamente material promocional en TV y
medios impresos en nombre de Moreno Valle.
A veces, el público mexicano se
rebela contra lo que ven como manipulación, destacó el medio.
El año
pasado, Andrea Legarreta, presentadora
del programa de farándula matutino de Televisa “Hoy”, intentó explicar cómo la
caída del peso, que mayoritariamente se reportaba como una mala noticia para el
país, podía ayudar a las familias mexicanas.
Luego reconoció en el aire que no
entendía del todo su propio argumento. Estalló una tormenta en Twitter, durante
la cual, según los informes, Legarreta reconoció que los anunciantes a menudo
le dicen a ella y a otros presentadores de noticias qué decir, pero esa
publicación se borró rápidamente. Televisa dijo que Legarreta no dijo algunas
de las cosas que se le atribuyeron.
Televisa gana alrededor de 9 por
ciento de sus ingresos por publicidad del Gobierno federal, de acuerdo con
informes de ganancias y datos de Fundar, un organismo de control que rastrea
los gastos del gobierno. La cifra para TV Azteca, otra televisora importante,
fue de 10 por ciento.
Entre los
periódicos, según datos de Fundar, El
Universal recibió la mayor cantidad de dinero del gobierno para anuncios
impresos: alrededor de 190 millones de pesos.
“El periódico ha sido criticado por
activistas anticorrupción, que rechazaron su cobertura negativa de sus
esfuerzos. Media docena de columnistas renunciaron en protesta.
La nueva
dirección de El Universal se comunicó con estos articulistas para invitarlos a
regresar explicando que en efecto había oportunidad de ampliar la cobertura del
tema anticorrupción, dos lo han hecho”, dijo a Bloomberg David Aponte, director
editorial del diario.
El Financiero, que tiene una sociedad
de contenido con Bloomberg News, recibió 52 millones de pesos del gobierno
federal por anuncios impresos, ocupando el noveno puesto.
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