Salvador
Camarena.
El mensaje
es el siguiente:
“#Importante.
La Secretaría de Educación en el Estado informa que las actividades escolares
en las escuelas de educación básica, media superior y superior en el municipio
de Zamora, se desarrollarán con normalidad este 27 de mayo de los corrientes,
es decir, que no habrá suspensión de labores, por lo que solicitamos a los
estudiantes de todos los niveles educativos presentarse con normalidad a sus
clases”.
Cuando se
publicaba ese mensaje, los habitantes de Zamora revivían el terror de una
pesadilla que les envolvió hace ocho años. La ciudad michoacana fue objeto de
un ataque, sangriento, pero sobre todo, desinhibido, por parte de criminales
que viajaban en una caravana de autos con las siglas del Cártel Jalisco Nueva
Generación. Y sólo era el último de episodios violentos que han sacudido a esa
comunidad desde principios de abril.
Durante el
fin de semana pasado, policías de Zamora fueron cazados en distintos puntos. Y
la población quedó a merced de los criminales.
Pero eso no le
importó a las autoridades de Michoacán, que decretaron una normalidad de la que
no son capaces de dotar a su población. Así que algún burócrata en Morelia
solicitó que todos los estudiantes de Zamora fueran a clases. El llamado,
sabiamente, fue desatendido.
En el
WhatsApp y en Facebook se pudieron leer desde la noche del domingo mensajes
como estos:
-Colegio
Salesiano Colón de Zamora: “Atento aviso a Padres de Familia. Debido a la
incertidumbre de algunos padres de familia sobre la situación de inseguridad
que estamos viviendo en nuestra ciudad, les informamos que el día de mañana
(lunes 27 de mayo) SE SUSPENDEN OFICIALMENTE LAS CLASES, sin embargo, el
personal del colegio estará laborando de manera normal para atender cualquier
situación ordinaria”.
-Centro
Educativo CreSer: “Aviso Importante. Mañana lunes 27 de mayo. SUSPENSIÓN”.
-La
universidad católica UNIVA. “Aviso Urgente. Por consenso de algunos concejales,
docentes y administrativos, previamente; por seguridad se suspenden las clases
de hoy lunes 27 de mayo por la mañana. Favor de pasar la voz”.
-Colegio
Zamora, A.C.: “SUSPENSIÓN DE CLASES. Debido a los lamentables acontecimientos
de violencia suscitados en nuestra ciudad, por disposición oficial se suspenden
las clases el lunes 27 de mayo de 2019”.
-Cumbres.
Comunidad educativa: “Por razones de seguridad, mañana se suspenden clases en
todos los niveles”.
Algunas de
las pocas escuelas que sí tuvieron clases este lunes, anunciaron que el martes,
a pesar de que la ciudad ha sido tomada por el Ejército –ayer camionetas llenas
de soldados patrullaron ostentosamente las calles zamoranas– suspenderán
actividades.
Otra vez
Zamora, otra vez Michoacán. El recordatorio de que las estrategias
gubernamentales que no son sino ocurrencias o voluntarismo, nunca resuelven
gran cosa.
Otra vez
Zamora y otra vez Michoacán: otra vez con autoridades que viven en otra
dimensión, que como no ven amenazada su integridad creen que es más importante
dar una apariencia de que tienen todo bajo control.
Por fortuna,
la gente sabe más. Saben que la autoridad en Michoacán, y en varias partes de
México, no tiene autoridad. Que los que imponen condiciones son los criminales.
Que en la tierra de las autodefensas pasaron los años desde aquel conflicto y
nunca se construyó una policía profesional, nunca se conjuró la amenaza de los
grandes cárteles.
Y por ello,
la Secretaría de Educación de Michoacán ya puede decir misa, que los padres y
las madres de Zamora tendrán el buen juicio de esconder a sus hijos de la
guerra.
Esconderlos,
al menos momentáneamente. Porque una cosa es no sacarlos a la calle, no
llevarlos a las escuelas, y otra muy distinta es protegerlos de la ausencia del
gobierno, del poderío del crimen y de la apatía de buena parte del país, que
está en otros temas menos en el de la exigencia por la seguridad y la paz.
Ayer en la
mañanera no se pronunció la palabra Zamora. Y de Michoacán, porque la violencia
de las últimas semanas en ese estado va más allá de la ciudad fresera, apenas
si se dijeron vaguedades.
Que si ya
van a mandar la Guardia Nacional, que si Durazo “lo está considerando seriamente”,
que si ya habló con el gobernador...”. Vaguedades.
Lo real es
que en México hay un conflicto armado que impide, en Zamora hoy pero mañana en
cualquier parte, que niños y jóvenes vayan a la escuela. Y la autoridad (es un
decir) cree que a eso debemos llamarle “normalidad”.
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