Salvador
Camarena.
La noticia
del PRI más sonada en las últimas horas es que un diputado que poco ha pesado
en el Congreso de la Ciudad de México renunció a su militancia priista.
Cómo estará
el tricolor que la salida de un legislador local como Guillermo Lerdo de Tejada
se convierte en noticia.
Será que
algo es algo con tal de dar algo de información sobre un partido que decidió
desaparecer este año, y del cual no sabemos si su hibernación será para
siempre.
Ya se sabe
que al PRI lo han (hemos) matado muchas veces y siempre se las ingenia para
volver. Pero, en todo caso, hablemos de Lerdo de Tejada.
Estamos ante
la renuncia de un personaje marginal de nuestra política. Y quizá ahí está una
parte, no la totalidad, de la explicación de la crisis que están viviendo los
priistas.
Lerdo de
Tejada llegó a la diputación como premio por haber sido asesor del secretario
de Gobernación Miguel Ángel Osorio Chong.
Es decir, un
premio a no sabemos qué labores. Porque tampoco vamos ahora a pensar que Osorio
destacó por algo bueno en la Segob, ¿o sí?
Entonces, el
PRI sacrificó una posición de sus plurinominales para dársela a Lerdo de
Tejada.
Cierto que
en el 2009 sí caminó la calle cuando fue candidato a otra diputación local,
pero desde entonces no se le conoce trabajo en campaña, con la base. A pesar de
eso, le dieron una diputación. ¿Así cómo?
En su carta,
Lerdo de Tejada expone que para dedicarse a la vida pública, debe prepararse
adecuadamente, ser honesto y conocer el papel que el país demanda.
Dejemos de
lado que así se expresa quien estuvo en el gabinete de Peña Nieto, ese donde
campearon escándalos de corrupción y amiguismo en los nombramientos.
Pasemos a lo
que dice de forma importante Lerdo de Tejada en su carta: “nuestra democracia
está genuinamente en riesgo”. Ante ello, señala el legislador, desde Donceles
se ha opuesto “con argumentos, a acciones impulsadas por el oficialismo que
considero van en detrimento del bien común”.
Y ahí es
donde su carta se pone buena. O casi. “Estas batallas y estas agendas, debo
decirlo, muchas veces he tenido que defenderlas en soledad, porque no siempre
han coincidido con la idea de oposición que tiene el partido”, señala en la
misiva dirigida a Alejandro Moreno, presidente del PRI, y que tiene fecha de
recibida el 13 de diciembre.
O sea que,
si uno sigue las líneas de Lerdo de Tejada, el Partido Revolucionario
Institucional o no quiere hacer oposición o de plano no ve, como el diputado
advierte, que está “en riesgo” nuestra democracia.
La carta es
de sólo una cuartilla. Sería bueno que don Guillermo le agregara algunos
párrafos más para que nos dijera, a la ciudadanía que votamos el 1 de julio de
2018, en qué temas no le dejaron votar como quería sus compañeros de partido,
de qué cosas específicas quisiera alertarnos sobre lo que está haciendo “el
oficialismo”.
De otra
forma, la renuncia se verá más bien como una estrategia total para intentar
tener futuro, pues, hoy por hoy, ni modo que por lo que ha hecho en el Congreso
(¿?) los del PRI le vayan a dar preferencia para una pluri federal en 2021.
Démosle a
Lerdo de Tejada el beneficio de la duda. Tiene año y medio para demostrar que
puede ser un diputado de agenda ciudadana. Si tal cosa se convierte en
realidad, en una de esas se vuelve atractivo para algún partido. Cosa que hasta
hoy no ocurre. Ni en este, el PRI chiquito.
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