Por Jesús
Esquivel.
Por
mayoría absoluta; 96 votos a favor y cero en contra, la Cámara de Senadores del
Congreso federal de Estados Unidos aprobó un paquete de asistencia económica
por 2.3 billones de dólares para menguar los efectos económicos negativos por
el Covid-19.
“Ninguna
de las dos partes está satisfecha con el producto final, pero valió la pena…
con un problema de esta magnitud, el gobierno federal es la única fuerza capaz
de contener la hemorragia”, dijo el senador Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata en la
Cámara de Senadores.
En rueda de
prensa en la Casa Blanca y horas antes de que en el Capitolio se aprobara el
multibillonario paquete de rescate económico, el presidente Donald Trump,
reconoció y agradeció el trabajo bipartidista entre republicanos y demócratas
para aprobar la legislación.
Mitch
McConnell, líder de la mayoría republicana en la Cámara Alta, indicó que el
paquete de ayuda económica respaldará las políticas de salud pública y
resguardo financiero, social y de salud pública instrumentadas por el presidente
Trump en este momento de crisis.
“Gracias
a esto, una familia de cuatro personas podrá recibir hasta 2 mil 400 dólares en
asistencia por esta crisis del Covid-19… pero reabriremos al país y a la
economía muy pronto”,
declaró Trump resaltando el ejemplo del dinero que recibirán los estadunidenses
como subsidio del paquete.
El
paquete de asistencia económica y financiera por 2.3 billones de dólares podría
contribuir al deseo de Trump de resucitar el próximo 12 de abril a los Estados
Unidos del letargo macroeconómico sufrido a causa de la pandemia del
Coronavirus.
Con los
fondos se podrá ayudar a los gobiernos estatales a adquirir equipo médico
necesario como camas adicionales para hospitales, aparatos respiratorios,
medicinas, guantes y mascarillas de alta demanda como medida de retención y
contención de la pandemia.
El
mandatario estadunidense, en contra de la posición de los más connotados
epidemiólogos y patólogos que integran al Equipo de Tarea de Defensa de su
gobierno ante el Covid-19, está dispuesto a levantar la cuarentena nacional el
Domingo de Resurrección o Pascua.
Varios
gobernadores y autoridades locales asumieron una posición que contraviene a la
del presidente de levantar la cuarentena el Domingo de Resurrección, porque la
realidad en sus entidades es la de una plaga cuyo contagio y expansión va en
aumento, no en disminución.
De no
contenerse el avance de contagios y muertes entre la sociedad estadunidense por
el Covid-19, podrían obligar a Trump a recular de su idea de que se reactive la
productividad económica y laboral para el Domingo de Resurrección o Pascua, que
es el próximo 12 de abril.
A Trump
le urge la reactivación y estabilidad económica y la resurrección del mercado
bursátil por motivos políticos y electorales.
Hasta antes
de la pandemia del Covid-19, Trump se autoproclamó el factor fundamental de
la bonanza económica de su país y de que la tasa de desempleo se encontrara en
3.5% en febrero pasado, la más baja en la historia de los Estados Unidos.
Una
economía pujante y libre de inflación y una contracción en la tasa nacional de
desempleo, son piezas fundamentales para la plataforma de reelección de Trump
en los comicios presidenciales del próximo 3 de noviembre, que también podrían
estar sujetos a una postergación.
Epidemiólogos
y patólogos como el
doctor Anthony Faucci, director del Instituto Nacional de Enfermedades
Infecciosas y Alergias de Estados Unidos, consideran prematura a la
determinación del presidente de suspender en dos semanas la cuarentana cuasi
nacional.
Faucci,
por ejemplo, y
estando parado junto a Trump en la sala de prensa de la Casa Blanca, declaró
este martes que es tan grave la expansión y contagio del Covid-19 en el estado
de Nueva York, que su recomendación a los neoyorquinos era seguir encerrados en
sus casas.
Nueva
York es el corazón del coronavirus en los Estados Unidos, la entidad y sus
lugares emblemáticos como Manhattan se encuentran prácticamente paralizados por
el encierro obligado de sus habitantes, de comercios, empresas y
racionalización del transporte público
De acuerdo
con los reportes más recientes dados a conocer por el gobernador de Nueva York,
Andrew Cuomo, la pandemia del Covid-19 es la causa de que el 30% de la
población de ese estado haya perdido su empleo de forma temporal o definitiva.
La isla
de Manhattan es básicamente una ciudad fantasma porque no hay actividad de
restaurantes, centros de esparcimiento nocturno como bares, cines y teatros,
por lo que se estima que decenas de miles de mexicanos indocumentados que viven
ahí se han quedado sin trabajo.
Al cierre
de esta edición el coronavirus les ha costado la vida a 972 estadunidenses y
contagiado a 68 mil 354, cifras que de acuerdo a las autoridades de los 50
estados de la Unión Americana suben conforme pasan las horas y de manera
expedita esta y la próxima semana.
La
irrigación de los 2.3 billones de dólares a la economía de los Estados Unidos
se enfoca en el subsidio a los ciudadanos estadunidenses sometidos a las
limitaciones cívicas, laborales y de salubridad para contener el contagio y
propagación de la pandemia.
La
distribución de los 2.3 billones de dólares aprobada por el Senado establece
que cada ciudadano con un ingreso anual de hasta 75 mil dólares, recibirá un
cheque de mil 200 dólares siempre y cuando pague impuestos, que es la condición
general del paquete apoyo monetario.
Las
parejas o cabezas de una familia que de manera conjunta sufraguen sus
responsabilidades fiscales y con un ingreso anual de hasta 240 mil dólares,
recibirán un subsidio de 2 mil 400 dólares y por cada niño ciudadano de los
Estados Unidos obtendrán otros 500 dólares.
El proyecto
de ley contiene un inciso de beneficio de desempleo que garantiza 600
dólares semanales por un periodo continuo de 4 meses a partir de que la
legislación sea instrumentada en ley, a cada ciudadano estadunidense que se
haya quedado sin trabajo por el Covid-19.
Para
repartir dinero entre la ciudadanía del paquete de asistencia económica se
destinarán 250 mil millones de dólares, 50% menos de lo propuesto originalmente
en la primera versión de la legislación.
Cada
ciudadano estadunidense comenzaría a recibir el apoyo monetario del gobierno
federal a partir del próximo 6 de abril.
Las
grandes corporaciones son las más beneficiadas del plan de rescate, entre estas
con gobiernos estatales y locales se repartirán 500 mil millones dólares en
créditos y garantías, sujetos a comprobación de los efectos negativos del
Covid-19 y a compromisos de pagar eventualmente el adeudo sin penalidades ni
recargo de intereses.
Pequeños
y medianos negocios y empresas como restaurantes y fábricas con una planta
laboral de menos de 30 personas, serán subsidiados con un paquete de 367 mil
millones de dólares.
El dinero
destinado apoyar a los pequeños, medianos negociantes y empresarios, se usará
en parte para cubrir el pago de las nóminas de sus trabajadores por el tiempo
que permanezcan en cuarentena obligada por el Covid-19, o/y para cubrir
necesidades médicas.
El Congreso
federal de Estados Unidos autoriza al Departamento del Tesoro a comprar
bonos de deuda y garantías crediticias por 500 mil millones de dólares, esto
con el propósito de contener el crecimiento inflacionario y de la deuda
pública.
Otros 50
mil millones de dólares se entregarán en subsidios a las empresas
estadunidenses de aviación comercial, 8 mil millones a las aerolíneas de carga,
y 157 mil millones a las empresas involucradas en servicios que contribuyen a
la seguridad nacional.
Con el
objetivo de mantener la producción de frutas y verduras, productos esenciales e
irremplazables para evitar la escasez de alimentos y artículos de primera
necesidad; 50 mil millones de dólares en subsidios serán repartidos entre los
productores agrícolas.
Las
únicas empresas excluidas del paquete de asistencia económica de emergencia son
las que pertenecen al presidente Trump y/o su familia, las de cualquier
funcionario de los gobiernos federal, estatal y local, así como las de los
integrantes del poder legislativo.
Entre las
condiciones impuestas a las grandes corporaciones para recibir los subsidios,
el Capitolio definió un plazo de 7 días para que presenten la documentación que
dé legitimidad a su necesidad de financiamiento para que en 7 días posteriores
se den a conocer públicamente.
“Esta es
una obligación de rendición de cuentas para con la ciudadanía de los Estados
Unidos y para evitar los abusos en momentos de grandes necesidades económicas
por la amenaza del coronavirus”, asentó el senador Schumer.
El mismo
legislador por el estado de Nueva York y líder de la minoría demócrata en el
Senado, aceptó desconocer si los dos billones de dólares serán suficientes para
la recuperación económica, por lo que se habla de que se podrían inyectar
eventualmente otros 4 billones de dólares.
En 2008
durante la crisis recesión económica que azotó a los Estados Unidos, por
iniciativa del entonces presidente Barack Obama el Congreso federal aprobó un
paquete de 700 mil millones de dólares en subsidios a empresas declaradas en
bancarrota como la automotriz.
En ese
momento Obama fue calificado por los republicanos y por empresarios como
Trump, de ser un socialista por utilizar el dinero del erario para rescatar a
las empresas en problemas a las que falsamente lo acusaron de pretender
nacionalizar.
La
incorporación de los 2.3 billones de dólares a la economía de los Estados
Unidos por efectos macroeconómicos del Covid-19, es el monto más grande
sufragado en subsidios de este país, el que en 2019 su Producto Interno Bruto
(PIB) fue de 21.4 billones de dólares.
Para
convertirse en ley con la eventual firma y promulgación por parte de Trump, la
medida aprobada por el Senado requiere del aval de la Cámara de Representantes;
acto considerado como de mero trámite porque está garantizado que ocurrirá sin
modificaciones significativas.
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