Martín
Moreno.
La frase es
de Stephanie Anaid Galván Hernández, epidemióloga del Hospital General Regional
No. 1 del IMSS:
“El material
no es el adecuado, pero es lo que hay…”.
“Ya verán
cómo les va en dos semanas…”, se burló de los médicos internistas uno de los
subdirectores médicos en turno del hospital, Enrique Pérez Juárez.
Aún más:
Directivos
del IMSS les han indicado a los internistas que traten el COVID-19 como si
fuera… ¡meningitis, tuberculosis o neumonía!, en un acto de irresponsabilidad
médica, ya que los protocolos médicos son muy distintos, explican. También les
piden ignorar las certificaciones internacionales de sus equipos médicos
básicos.
Y por la renuncia
de médicos jefes de piso, se está dejando de atender a pacientes con
coronavirus.
El
incumplimiento de protocolos médicos. La irresponsabilidad e insensibilidad de
algunos directivos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). La evidente
falta de presupuesto por los brutales recortes ordenados por López Obrador al
Sector Salud, así como la desaparición del Seguro Popular y la falta de
eficacia del Insabi, se ha reflejado en un mayor número de pérdida de vidas de
ciudadanos y en el trato inhumano hacia médicos y doctoras, enfermeros y
enfermeras y al personal en general del IMSS a la hora de enfrentar el
coronavirus (COVID-19).
Esta columna
obtuvo comunicados y testimonios que reflejan las condiciones inhumanas y
criminales con las cuales se están trabajando en varios hospitales del país
ante el coronavirus. La situación es generalizada. El IMSS está colapsando, y
ni el Presidente ni el director, Zoé Robledo, han intentado siquiera evitar
esta situación.
Ejemplos:
Hospital
General Regional No. 1 del IMSS “Carlos McGregor Sánchez Navarro” Delegación
Sur. CdMx. La denuncia es dirigida a varios funcionarios del instituto,
encabezados por la titular de la División de Programas Educativos con Sede
Centro Médico Nacional Siglo XXI, doctora Ana Luisa Munive Aragón. Guardamos la
identidad de los doctores denunciantes porque temen represalias. La situación
es de terror.
Extractos:
“Los
residentes hemos hecho referencia – con evidencia científica – a las
autoridades educativas y administrativas del hospital, que el equipo de
protección personal que se ha otorgado es incompleto, insuficiente e
inadecuado, que incluso no cuentan con la certificación de la CDC, NIOSH y los
organismos pertinentes. Mascarillas NIOSH-TC-844616 a las que se les retiró la
certificación. Ante esto, las autoridades argumentan hacer caso omiso a las
certificaciones de la CDC y NIOSH, y que mientras sí esté autorizado por nivel
central del IMSS, debemos hacer uso del mismo en atención a los pacientes
COVID-19. Incluso se tuvo una junta con la doctora Stephanie Anaid Galván
Hernández, epidemióloga del hospital,
quien reconoció que el Material no es el adecuado, pero es lo que hay”.
¿Cuál ha
sido la respuesta de los directivos del IMSS?
“La doctora
Tzeithel Athenea Castillo Altamirano de manera reiterada, nos ha dicho que como
residentes estamos obligados a la atención de pacientes de COVID-19… haciendo
hincapié en que no debe existir diferencia alguna con respecto a medidas de
infecto-contagiosidad, ya que previamente hemos tratado pacientes con
meningitis, tuberculosis o neumonía…” .
Continúa
parte de la carta:
“El Dr.
Arturo Hernández Paniagua y el Dr. José Omar Chacón Romero, director y
subdirector médicos del HGR1 respectivamente, han manifestado a los médicos
adscritos de Medicina Interna que los residentes estamos en la obligación de
atender a los pacientes con infección por COVID-19, aceptando el equipo de
protección personal disponible, sin tomar en cuenta su calidad, seguridad y
certificación”.
“En diversas
ocasiones, principalmente en las guardias, se nos ha expuesto a personal médico
adscrito y becario, por incumplimiento de protocolos de pacientes sospechosos
por COVID-19, ya que por medio de gestión de camas han ingresado pacientes
clasificados como casos sospechosos a la sala general, sin siquiera medidas de
aislamiento estándar, exponiendo tanto a personal médico, de enfermería,
servicios básicos y familiares presentes”.
“Ante el
contexto anterior, se ha intentado dialogar con los subdirectores médicos en
turno para una mejor coordinación de ingresos a hospitalización, quienes de
manera arrogante y prepotente han contestado – específicamente el Dr. Enrique
Pérez Juárez-: “Ya verán cómo les va en dos semanas”, en referencia a que el
crecimiento exponencial de casos nos sobrepasará en algún momento”.
“La doctora
Rosa Betsabé Serrano Ostoa solicitó su renuncia a la Jefatura de Medicina
Interna derivada del desacuerdo con autoridades por el incumplimiento de
protocolos en cuanto al manejo y traslado de los pacientes con infección
COVID-19 del área de Urgencias al área de hospitalización de Medicina
Interna…”.
“Se notificó
la renuncia de la doctora Diana Ruiz Dangú, quien se vio orillada a esta
decisión por la falta de apoyo de autoridades y directivos. Ella era el único
médico asignado para la atención en fin de semana en 5º y 6º pisos con
alrededor de 98 pacientes a su cargo, sin lograr que autoridades contrataran o
reasignaran más personal médico durante los fines de semana”.
Hasta aquí,
la carta en poder de esta columna sobre el caos en el HGR 1.
Y más quejas
sobre el HGR 1 o “Gabriel Mancera”. Nos dicen vía telefónica que “está
colapsando y tanto médicos como enfermeras se niegan a trabajar sin equipo
adecuado. El hospital está en crisis”. En tanto, las protestas públicas se
multiplican a diario por la misma razón.
Vamos ahora
a Zacatecas. Otra carta de médicos enviada al director del Hospital General de
Zona 1 del IMSS en Zacatecas, doctor Erik Eduardo Puch Ceballos, advierte:
“El kit que
nos proporcionan no cubre totalmente la cara, los goggles tienen perforaciones.
La demostración que nos dio el Dr. Borrego de colocación y retiro del equipo de
protección, no es acorde con las recomendaciones internacionales…el doctor
Borrego contestó que, efectivamente, no es el kit ideal para la protección del
personal, pero que es lo que el instituto proporciona…”.
Es la
pesadilla dentro de la pesadilla.
Hasta hace
unos días, se habían contabilizado mil 934 trabajadores del Sector Salud
infectados por coronavirus a nivel nacional, de acuerdo al director general de
Epidemiología, José Luis Alomía. La cifra ya llegaría hoy a más de 2 mil.
“Durante día
y medio no recibieron a mi abuelo (Heriberto de 84 años de edad) con posible
coronavirus, en ningún hospital…”, denunció la ciudadana Lizbeth Aguirre
durante el noticiero de Azucena Uresti en MilenioTV el viernes pasado. En la
línea telefónica, tras ser cuestionada por la periodista sobre este caso, la
Secretaria de Salud capitalina, Oliva López, respondió: “Está creciendo el
número de personas que requieren hospitalización. Por eso, el mensaje es
quédense en casa y salven vidas (¿?)”. Don Heriberto falleció el sábado pasado.
Sin comentarios.
“El personal
médico del Hospital General Regional No 72 en Tlalnepantla, Edomex, erogó en
tres semanas 35 mil 123 pesos de sus propios bolsillos para hacerse de guantes,
batas, mascarillas, cubre bocas, goggles y gel antibacterial para poder atender
a personas con COVID-19”. (Fuente: SinEmbargoMX).
“Francisco
Brito Barrera, doctor neurocirujano del Instituto Mexicano del Seguro Social
asignado al Hospital General Regional (HGR) número 17 en la región 509 de
Cancún, falleció tras presentar síntomas de la enfermedad COVID-19”. (Fuente:
Milenio diario).
Son las
tragedias diarias, de carne y hueso, en los días de la peste.
López
Obrador ordenó un recorte en el gasto del Sector Salud para 2020 por… ¡3 mil
174 millones de pesos!, un 58 por ciento menos ejercido en comparación al 2019.
“Si no se
tiene el medicamento, la enfermera o el médico o cualquier ciudadano, deben
comprar el medicamento…”, dijo AMLO desde agosto del año pasado.
Del sexenio
de los corruptos, pasamos al sexenio de los miserables.
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