Atzayaelh
Torres.
Los lunes
de abril han sido especialmente turbulentos para el sector energético mexicano
por varios motivos; por ejemplo, fue un lunes cuando el gobierno anunció apoyos
fiscales por 65 mil millones de pesos a Pemex; y fue otro lunes de abril cuando
la mezcla mexicana de exportación tocó niveles negativos por primera vez en la
historia, golpeada por la imposibilidad de un acuerdo integral de la OPEP y sus
aliados para levantar el precio del crudo. En fin.
Bueno, pues el
lunes de esta semana llegó a las oficinas de la Secretaría de la Función
Pública y de la Auditoría de Pemex, así como a los correos electrónicos de
todos los directores y altos mandos, una denuncia en contra de dos
funcionarios: Francisco Javier Flamenco López, suplente por ausencia en la
dirección general de Pemex Exploración y Producción, y a su subalterno, Óscar
Melo Narcizo, jefe del área de intervenciones de PEP en la Región Sur.
De
acuerdo con el documento, filtrado a este espacio, tenemos “modus operandi´
distintos pero con un mismo fin, exprimir los recursos de la petrolera; por un
lado, Flamenco Lopez dando preferencia y favoritismo a extranjeros, venezolanos
para ser específicos... (¿y el rescate de la soberanía?); y por otro a, Melo
Narcizo que ha favorecido a empresas como Vazoil Services, MC Well Services,
Grupo Industrial Petrolero SNK, D&W Servicios Integrados e IRAMAR Oil
Services en los activos donde ha trabajado: Macuspana-Muspac, Bellota-Jujo, y
ahora en Cinco Presidentes.
¿De qué
forma los favorece? Simplemente obliga a empresarios a hacer el famoso juego
sucio de subcontratar a sus preferidos y favoritos a costa de cualquier cosa,
incluso de vidas humanas, según consta en la denuncia.
Empresas,
donde de acuerdo con la denuncia recibida por la autoridades, laboran y se han
favorecido familiares hasta en cuarto grado consanguíneo de Melo Narcizo, por
lo cual sería necesario que también se involucrara en la investigación la
Secretaría de Hacienda a través del Servicio de Administración Tributaria, ¿y
por qué no? hasta la exitosa Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, que
comanda Santiago Nieto Castillo.
No es
posible que teniendo frente así un negro panorama, en la petrolera nacional se
sigan permitiendo los tradicionales esquemas de negocios con proveedores que
han favorecido a decenas de funcionarios por décadas, y de los cuales apenas un
puñado han podido ser señalados en este espacio.
De no
actuar, se permitirían, además de este tipo de comportamientos, que de ser
comprobados serían reprobables a todas luces, que la omisión en la aplicación
de protocolos de seguridad detone accidentes como el que ocurrió recientemente
en el pozo Ayocote 7, en Huimanguillo, Tabasco, donde se lesionaron
trabajadores, todos ellos bajo la supervisión de gente de Óscar Melo Narcizo, según la propia denuncia.
El Gobierno
de la Cuarta Transformación prometió ser diferente en este sentido, por lo que
esperamos de ellos cosas diferentes, y no la venia y permisividad de otros
gobiernos para Flamenco, Narcizo y compañía, y muchos otros más que están en
esta situación. Necesitamos investigaciones profundas con conclusiones claras.
El balón está en su cancha.
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