Uno de los principales esquemas de
corrupción del gobierno veracruzano en el periodo 2010-2016 fue la cooptación
de políticos del Partido Acción Nacional (PAN) mediante prebendas, bienes
muebles e inmuebles y cargos públicos.
Así lo señaló –en la audiencia del
pasado sábado 29– José Juan Janeiro Rodríguez, quien fuera operador financiero
del exgobernador Javier Duarte de Ochoa y ahora uno de los principales testigos
en su contra.
Ese día un fiscal de la Procuraduría
General de la República (PGR) leyó a Duarte un documento donde se señala que,
por instrucciones suyas, Janeiro Rodríguez compró a Xóchitl Tres Rodríguez,
excandidata a diputada federal del PAN, una camioneta Land Rover y un
departamento en la Ciudad de México.
A la postre,
Tress Rodríguez, sin renunciar a su
militancia panista, fue nombrada directora general de Espacios Educativos en el
gobierno de Javier Duarte y, según el testimonio de Janeiro, tuvo una relación
extramarital con el exgobernador.
La panista, famosa en las redes sociales por ser
gruppie de conjuntos de banda como Los Tigres del Norte, Banda MS, La Trakalosa
y Kalibre-50, fue esposa del exdiputado federal Gregorio Barradas Miravete,
también del PAN, ejecutado en noviembre de 2010 junto con su chofer y el
exdiputado local Omar Manzur Assad.
El asesinato
de Barradas Miravete ocurrió mes y medio antes de que tomara protesta como
alcalde del municipio sureño de Juan Rodríguez Clara. Y tres meses después de que
su esposa enviudó, en el ciberespacio se filtraron fotos de la panista en
toples, semidesnuda y de viaje con el entonces diputado federal priista Rafael
Rodríguez. La clase política de la entidad la bautizó como “La Viuda Alegre” y
“La Viuda Azul”.
Xóchitl Tress aceptó trabajar con
Duarte a mitad de su sexenio, pero ahora con el PAN en el gobierno y el ex priista
en prisión, ella y otros panistas han entrado al ojo del huracán.
Apro
conserva la lista de los altos directivos panistas –la mitad de ellos ex diputados
federales– que fueron cooptados por el gobierno de Duarte para que de manera
directa o indirecta pasaran a formar parte de su equipo de colaboradores. El
pasado miércoles 26, el gobernador Miguel Ángel Yunes advirtió que la PGR y la
Fiscalía General del estado (FGE) ahondarán en las investigaciones para saber
“si existen denuncias” en contra de “esas personas” (los panistas cooptados por
Duarte), y reconoció que la corrupción en el sexenio del expriista trastocó
todos los organismos autónomos, mancilló las participaciones federales, y
utilizó recursos del gobierno para realizar viajes al extranjero y comprar
bienes inmuebles en México y otros países.
“Fue una
corrupción brutal. Ahora sí creo que ya me lo creen, tras 12 años de
machacarles el tema. No me lo reconocen, ni me lo publican, pero lo importante
es que ya me lo creen y así sucedió”, soltó el panista.
Alberto Silva Ramos, ex vocero de
Duarte y actual diputado federal con licencia, es investigado por la FGE por el
pago de mil 500 millones de pesos a medios de comunicación.
En 2014,
cuando el gobierno priista no tenía solvencia financiera, Ramos solía contar la
siguiente anécdota a sus amigos columnistas, periodistas nacionales y
directores de medios:
“Nuestra
estrategia es clara: el PAN es como una cucaracha, su principal activo es Yunes
Linares, es como la cabeza. Cada patita (sic), cada antenita que le quitemos la
va dejando endeble, débil. Ya nos trajimos a José Ramón (exalcalde panista de
Veracruz), les quitamos a Bringas (exdiputado federal panista de
Coatzacoalcos), en días tendremos a Silva Monge… Vamos por Domingo Bahena y un
familiar de Yunes”.
El operativo de “desmembramiento” del
PAN se echó a andar desde antes de que Javier Duarte tomará posesión como
gobernador, en marzo de 2010, en vísperas de la elección donde el priista ganó
la gubernatura. Entonces, el exsenador Gerardo Buganza y el exdiputado federal
Sergio Penagos renunciaron a su militancia panista.
Buganza fue nombrado secretario de
Gobierno y posteriormente encabezó la Secretaría de Infraestructura y Obras
Públicas. Actualmente es diputado local con licencia del Partido Verde
Ecologista de México (PVEM), cargo al que llegó impulsado por Duarte.
Ya en el gobierno, en enero de 2015,
Eduardo y Karla Vega Yunes, sobrinos directos del actual gobernador Miguel
Ángel Yunes, fueron “incorporados” al gobierno de Duarte. El primero tomó
protesta como subsecretario de Desarrollo Social (Sedesol) y su hermana Karla
fue designada candidata a diputada federal suplente por el PRI en el distrito
de Xalapa, donde perdió.
Eduardo Vega Yunes, candidato a
diputado federal del PAN en 2013, presumía a sus empleados en el edificio de la
Sedesol: “Duarte nos ofreció y dio, lo que mi tío nunca nos quiso dar, por eso
aceptamos su propuesta”.
En ese mismo
año, Silvia Monge Villalobos, exdiputada federal del PAN y excandidata
perdedora a la alcaldía de Coatepec, fue “invitada a trabajar” como directora
de Promoción Turística en el gobierno de Duarte. Tras bambalinas, hizo
activismo político para el PRI en Veracruz y Boca del Río.
Al inicio del gobierno de Duarte
–preso en el Reclusorio Norte desde el lunes 17–, los exdiputados federales
Baruch Barrera Zurita, Osiel Castro de la Rosa y Agustín Mollinedo, todos
panistas, fueron incorporados al gobierno del ex priista en puestos clave.
Barrera fue nombrado subsecretario de Desarrollo Económico; De la Rosa,
director del Instituto de Bioenergéticos, y Mollinedo, director de carreteras
estatales.
Tras ser cooptado por el
exgobernador, el director jurídico del PAN, Víctor Salas Rebolledo, fundó El
Imparcial, un periódico oficialista que sólo circuló en época electoral (con 60
ediciones), y sus
lujosas oficinas se encontraban en el fraccionamiento “Las Ánimas”.
A los reporteros que contrató, Salas
Rebolledo solía darles su propio “manual de ética”: “Aquí se les va a pagar
puntual y tendrán trabajo, pero hay que cuidar al gobernador. Quiero notas
positivas (sic) de Javier Duarte”, solía decir a su personal en el primer
semestre de 2013.
Durante ese
año y 2012, además de director jurídico del PAN, Víctor Salas fungía como
representante del partido ante los órganos electorales y criticaba los excesos
del PRI en las campañas políticas. Luego se olvidó de eso.
“(Duarte) Nos ofreció un proyecto
político interesante y decidimos aceptar la invitación”, declaraba una y otra
vez a la prensa el exalcalde panista del Puerto de Veracruz, José Ramón
Gutiérrez de Velasco, quien fue ungido diputado plurinominal del PRI para el
periodo 2013-2016.
Gutiérrez,
quien en 2000 buscó ser candidato a gobernador por el PAN y también aspiró a
una curul en el Senado, finalmente aceptó una candidatura plurinominal y una
delegación del PRI en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Su cambio al
priismo significó la ruptura de su amistad con Yunes Linares.
Caso similar fue el del exdiputado
federal panista Rafael García Bringas, quien después de perder la elección a la
alcaldía por el PAN, aceptó un año después la invitación de Duarte para
integrarse al Revolucionario Institucional.
“El problema con Duarte es que no
medía la rentabilidad política de quienes traía, en este caso a los panistas.
Además de cargos, les ofrecía casas, terrenos, coches, viajes, posiciones para
sus amigos, nunca te sabía decir que no. Lo que pidieras, te lo daba”, subraya un alcalde priista que
trabajó de cerca con el exgobernador, y asegura que muchos priistas de cepa y
funcionarios públicos del propio gobierno duartista nunca estuvieron de acuerdo
en lo “espléndido” que era el exmandatario veracruzano para cooptar a la
oposición, así como a artistas y periodistas.
El excoordinador de la bancada del
PAN en el Congreso local, Domingo Bahena Corbalá, renunció a su militancia en
vísperas de la elección a gobernador, a cambio –dicen empleados del mismo
Congreso– de contratos de prestación de servicios y rentas de fotocopiadoras
(de sus negocios) al gobierno de Duarte. Tras su renuncia al PAN, Bahena dio su
voto a favor a todas las iniciativas de los priistas y las que enviaba el
exmandatario veracruzano.
Enrique Ampudia Mello, amigo personal
de Yunes Linares y ex directivo del ISSSTE, terminó como secretario particular
de Javier Duarte en el ocaso de su sexenio. Según los panistas, Ampudia
“filtraba” información comprometedora de Yunes a la FGE, con la que Duarte armó
la denuncia contra el actual mandatario, misma que presentó en agosto de 2016.
En el
periodo 2010-2016, controlando los tres poderes del estado y asfixiando
financieramente a los organismos autónomos, el entonces gobernador cooptó a no
pocos panistas y los colocó en cargos clave en el Poder Judicial del estado
(PJE).
Así, Duarte apadrinó al exdiputado local panista
Danilo Alvízar, primero como consejero de la Judicatura y luego como consejero
del Centro de Mediación y Conflictos (Cemcos). Y, a sugerencia del ahora
exgobernador, el exdiputado federal y local Mauricio Duck funge actualmente
como representante del Poder Legislativo en la Judicatura, mientras que el
exrepresentante panista ante organismos electorales, Javier Hernández, despacha
como magistrado electoral, y José Luis Hernández, exsecretario del ayuntamiento
panista de Boca del Río –feudo político de Yunes Linares–, se desempeña como
magistrado del Tribunal Superior de Justicia.
En el Poder Judicial, el perredista
Víctor Borges Caamal quiso ser magistrado electoral, pero Duarte lo recomendó
como contralor general del PJE, cargo que dejó de ocupar al inicio de la nueva
administración del panista-perredista Miguel Ángel Yunes Linares.
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