martes, 1 de agosto de 2017

La corrupción de Javier Duarte enloda al PAN.

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Uno de los principales esquemas de corrupción del gobierno veracruzano en el periodo 2010-2016 fue la cooptación de políticos del Partido Acción Nacional (PAN) mediante prebendas, bienes muebles e inmuebles y cargos públicos.

Así lo señaló –en la audiencia del pasado sábado 29– José Juan Janeiro Rodríguez, quien fuera operador financiero del exgobernador Javier Duarte de Ochoa y ahora uno de los principales testigos en su contra.

Ese día un fiscal de la Procuraduría General de la República (PGR) leyó a Duarte un documento donde se señala que, por instrucciones suyas, Janeiro Rodríguez compró a Xóchitl Tres Rodríguez, excandidata a diputada federal del PAN, una camioneta Land Rover y un departamento en la Ciudad de México.

A la postre, Tress Rodríguez, sin renunciar a su militancia panista, fue nombrada directora general de Espacios Educativos en el gobierno de Javier Duarte y, según el testimonio de Janeiro, tuvo una relación extramarital con el exgobernador.

La panista, famosa en las redes sociales por ser gruppie de conjuntos de banda como Los Tigres del Norte, Banda MS, La Trakalosa y Kalibre-50, fue esposa del exdiputado federal Gregorio Barradas Miravete, también del PAN, ejecutado en noviembre de 2010 junto con su chofer y el exdiputado local Omar Manzur Assad.

El asesinato de Barradas Miravete ocurrió mes y medio antes de que tomara protesta como alcalde del municipio sureño de Juan Rodríguez Clara. Y tres meses después de que su esposa enviudó, en el ciberespacio se filtraron fotos de la panista en toples, semidesnuda y de viaje con el entonces diputado federal priista Rafael Rodríguez. La clase política de la entidad la bautizó como “La Viuda Alegre” y “La Viuda Azul”.

Xóchitl Tress aceptó trabajar con Duarte a mitad de su sexenio, pero ahora con el PAN en el gobierno y el ex priista en prisión, ella y otros panistas han entrado al ojo del huracán.

Apro conserva la lista de los altos directivos panistas –la mitad de ellos ex diputados federales– que fueron cooptados por el gobierno de Duarte para que de manera directa o indirecta pasaran a formar parte de su equipo de colaboradores. El pasado miércoles 26, el gobernador Miguel Ángel Yunes advirtió que la PGR y la Fiscalía General del estado (FGE) ahondarán en las investigaciones para saber “si existen denuncias” en contra de “esas personas” (los panistas cooptados por Duarte), y reconoció que la corrupción en el sexenio del expriista trastocó todos los organismos autónomos, mancilló las participaciones federales, y utilizó recursos del gobierno para realizar viajes al extranjero y comprar bienes inmuebles en México y otros países.

“Fue una corrupción brutal. Ahora sí creo que ya me lo creen, tras 12 años de machacarles el tema. No me lo reconocen, ni me lo publican, pero lo importante es que ya me lo creen y así sucedió”, soltó el panista.

Alberto Silva Ramos, ex vocero de Duarte y actual diputado federal con licencia, es investigado por la FGE por el pago de mil 500 millones de pesos a medios de comunicación.

En 2014, cuando el gobierno priista no tenía solvencia financiera, Ramos solía contar la siguiente anécdota a sus amigos columnistas, periodistas nacionales y directores de medios:

“Nuestra estrategia es clara: el PAN es como una cucaracha, su principal activo es Yunes Linares, es como la cabeza. Cada patita (sic), cada antenita que le quitemos la va dejando endeble, débil. Ya nos trajimos a José Ramón (exalcalde panista de Veracruz), les quitamos a Bringas (exdiputado federal panista de Coatzacoalcos), en días tendremos a Silva Monge… Vamos por Domingo Bahena y un familiar de Yunes”.

El operativo de “desmembramiento” del PAN se echó a andar desde antes de que Javier Duarte tomará posesión como gobernador, en marzo de 2010, en vísperas de la elección donde el priista ganó la gubernatura. Entonces, el exsenador Gerardo Buganza y el exdiputado federal Sergio Penagos renunciaron a su militancia panista.

Buganza fue nombrado secretario de Gobierno y posteriormente encabezó la Secretaría de Infraestructura y Obras Públicas. Actualmente es diputado local con licencia del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), cargo al que llegó impulsado por Duarte.

Ya en el gobierno, en enero de 2015, Eduardo y Karla Vega Yunes, sobrinos directos del actual gobernador Miguel Ángel Yunes, fueron “incorporados” al gobierno de Duarte. El primero tomó protesta como subsecretario de Desarrollo Social (Sedesol) y su hermana Karla fue designada candidata a diputada federal suplente por el PRI en el distrito de Xalapa, donde perdió.

Eduardo Vega Yunes, candidato a diputado federal del PAN en 2013, presumía a sus empleados en el edificio de la Sedesol: “Duarte nos ofreció y dio, lo que mi tío nunca nos quiso dar, por eso aceptamos su propuesta”.

En ese mismo año, Silvia Monge Villalobos, exdiputada federal del PAN y excandidata perdedora a la alcaldía de Coatepec, fue “invitada a trabajar” como directora de Promoción Turística en el gobierno de Duarte. Tras bambalinas, hizo activismo político para el PRI en Veracruz y Boca del Río.

Al inicio del gobierno de Duarte –preso en el Reclusorio Norte desde el lunes 17–, los exdiputados federales Baruch Barrera Zurita, Osiel Castro de la Rosa y Agustín Mollinedo, todos panistas, fueron incorporados al gobierno del ex priista en puestos clave. Barrera fue nombrado subsecretario de Desarrollo Económico; De la Rosa, director del Instituto de Bioenergéticos, y Mollinedo, director de carreteras estatales.

Tras ser cooptado por el exgobernador, el director jurídico del PAN, Víctor Salas Rebolledo, fundó El Imparcial, un periódico oficialista que sólo circuló en época electoral (con 60 ediciones), y sus lujosas oficinas se encontraban en el fraccionamiento “Las Ánimas”.

A los reporteros que contrató, Salas Rebolledo solía darles su propio “manual de ética”: “Aquí se les va a pagar puntual y tendrán trabajo, pero hay que cuidar al gobernador. Quiero notas positivas (sic) de Javier Duarte”, solía decir a su personal en el primer semestre de 2013.

Durante ese año y 2012, además de director jurídico del PAN, Víctor Salas fungía como representante del partido ante los órganos electorales y criticaba los excesos del PRI en las campañas políticas. Luego se olvidó de eso.

“(Duarte) Nos ofreció un proyecto político interesante y decidimos aceptar la invitación”, declaraba una y otra vez a la prensa el exalcalde panista del Puerto de Veracruz, José Ramón Gutiérrez de Velasco, quien fue ungido diputado plurinominal del PRI para el periodo 2013-2016.

Gutiérrez, quien en 2000 buscó ser candidato a gobernador por el PAN y también aspiró a una curul en el Senado, finalmente aceptó una candidatura plurinominal y una delegación del PRI en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. Su cambio al priismo significó la ruptura de su amistad con Yunes Linares.

Caso similar fue el del exdiputado federal panista Rafael García Bringas, quien después de perder la elección a la alcaldía por el PAN, aceptó un año después la invitación de Duarte para integrarse al Revolucionario Institucional.

“El problema con Duarte es que no medía la rentabilidad política de quienes traía, en este caso a los panistas. Además de cargos, les ofrecía casas, terrenos, coches, viajes, posiciones para sus amigos, nunca te sabía decir que no. Lo que pidieras, te lo daba”, subraya un alcalde priista que trabajó de cerca con el exgobernador, y asegura que muchos priistas de cepa y funcionarios públicos del propio gobierno duartista nunca estuvieron de acuerdo en lo “espléndido” que era el exmandatario veracruzano para cooptar a la oposición, así como a artistas y periodistas.

El excoordinador de la bancada del PAN en el Congreso local, Domingo Bahena Corbalá, renunció a su militancia en vísperas de la elección a gobernador, a cambio –dicen empleados del mismo Congreso– de contratos de prestación de servicios y rentas de fotocopiadoras (de sus negocios) al gobierno de Duarte. Tras su renuncia al PAN, Bahena dio su voto a favor a todas las iniciativas de los priistas y las que enviaba el exmandatario veracruzano.

Enrique Ampudia Mello, amigo personal de Yunes Linares y ex directivo del ISSSTE, terminó como secretario particular de Javier Duarte en el ocaso de su sexenio. Según los panistas, Ampudia “filtraba” información comprometedora de Yunes a la FGE, con la que Duarte armó la denuncia contra el actual mandatario, misma que presentó en agosto de 2016.

En el periodo 2010-2016, controlando los tres poderes del estado y asfixiando financieramente a los organismos autónomos, el entonces gobernador cooptó a no pocos panistas y los colocó en cargos clave en el Poder Judicial del estado (PJE).

Así, Duarte apadrinó al exdiputado local panista Danilo Alvízar, primero como consejero de la Judicatura y luego como consejero del Centro de Mediación y Conflictos (Cemcos). Y, a sugerencia del ahora exgobernador, el exdiputado federal y local Mauricio Duck funge actualmente como representante del Poder Legislativo en la Judicatura, mientras que el exrepresentante panista ante organismos electorales, Javier Hernández, despacha como magistrado electoral, y José Luis Hernández, exsecretario del ayuntamiento panista de Boca del Río –feudo político de Yunes Linares–, se desempeña como magistrado del Tribunal Superior de Justicia.


En el Poder Judicial, el perredista Víctor Borges Caamal quiso ser magistrado electoral, pero Duarte lo recomendó como contralor general del PJE, cargo que dejó de ocupar al inicio de la nueva administración del panista-perredista Miguel Ángel Yunes Linares.

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