Los policías municipales de Salamanca
privados de su libertad y posteriormente asesinados el viernes, fueron
interrogados por sus secuestradores, según se aprecia en un video que comenzó a
circular por redes sociales el sábado y en el que uno de los agentes afirma que
un comandante y sus compañeros están coludidos con criminales y han participado
en delitos.
En el video,
el agente Juan Manuel Vergara Rojas habla ante la cámara, que lo muestra a él y
a otro de los tres elementos sentados, maniatados, con las manos a la espalda y
completamente desnudos.
Esto es lo
que dijo Vergara Rojas:
“Quiero agregar que el hermano de mi
compañero, el oficial Alejandro es una persona que también está involucrada con
El Pato, con El Abuelo, así como el comandante Muñoz, Víctor Muñoz, que también
se encargan de recibir dinero de estas personas que es El Pato y El Abuelo y
también se encargan de dar información y de cuidar este sus bodegas, sus
lugares de sus negocios.
“Y quiero decirles que también la mayoría de
la policía de Salamanca está involucrada y recibe dádivas del Abuelo y del
Pato. No es justo que ahorita nosotros nos encontremos aquí, así, por una
situación que nosotros no debemos…”, lamenta el preventivo, cuyo cadáver
apareció junto al de sus otros dos compañeros cerca de la carretera de Jaral
del Progreso a Valle de Santiago, en la madrugada del sábado 19.
Por último,
Juan Manuel Vergara –sin dejar de mirar a la cámara– declaró que muchos
elementos de la Policía de Salamanca “están involucrados en los levantones de
gente; el más reciente fue el de una persona hace ocho días, ahí en el bulevar
salida a Valle de Santiago”.
Según lo que
refiere en la videograbación, el muchacho secuestrado fue entregado a los criminales
a los que identifica como El Abuelo y El Pato.
E insiste:
“No es justo que nosotros nos encontremos aquí sin saber absolutamente nada de
esa situación”.
Antes de
trabajar en la Policía de Salamanca, Juan Manuel Vergara Rojas fue comandante
en la Policía de Celaya, de donde fue despedido en abril del año pasado tras
protagonizar un escándalo mediático cuando se le captó en varias fotografías
durmiendo en un escritorio en horas de trabajo, las cuales circularon
profusamente en distintas redes sociales.
Vergara
había ingresado en el 2015 a la corporación celayense como coordinador
operativo, y luego se reasignó a la Unidad de Planeación, en cuya oficina
estaba durmiendo una siesta cuando fue fotografiado.
La Comisión
de Honor y Justicia de la Policía de Celaya determinó entonces darlo de baja
“por denigrar a la corporación”.
No se había
sabido de él hasta este fin de semana en que fue “levantado” con otros dos
preventivos en la comunidad de Valtierrilla, en Salamanca y posteriormente
asesinado.
En una publicación que hizo en
Facebook hace una semana (el 12 de agosto), Vergara Rojas se quejaba de la
falta de visión de los gobernantes para atender las necesidades de los
policías, en lugar de asignar más recursos a comprar cámaras o tecnología:
“En verdad
sería muy importante que los legisladores quisieran tomar cartas en el asunto y
voltear a mirar las necesidades que tenemos los policías, desde económicas
hasta legales ya que está uno a merced de los huecos legales y esto conlleva a
una inestabilidad laboral que pone en riesgo a nuestras familias, contar con
una verdadera forma de vigilar el proceder del policía pero también contar con
el respaldo legal y social para responder ante las necesidades de la población,
y en cuanto a los exámenes de control y confianza no son más que una
herramienta para dar de baja a elementos sin ningún respaldo ni mucho menos con
el derecho a defenderse y comprobar su inocencia ante al resultado tajante que
te criminaliza y te etiqueta para siempre, en verdad que se pudiera legislar
para contar con un respaldo jurídico, económico y certeza social y laboral”.
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