Ha pasado una semana del sismo de 7.1
grados Richter que sacudió a México y como ocurre con las víctimas mortales y
damnificados, no hay listas oficiales de edificios dañados, ni de las
constructoras inmobiliarias que estuvieron a cargo de las obras derrumbadas o
colapsadas.
Es la hora en que ninguna de las 16
delegaciones políticas en las que está dividida la Ciudad de México ha
publicado las listas de los edificios que reconoce como colapsados, dañados o
derrumbados. Son
momentos de confusión y los mecanismos de Transparencia, instaurados en México
desde 2001 y a los que las autoridades están obligadas por un amplio marco
jurídico (dos leyes), no han sido utilizados por el Gobierno.
SinEmbargo preguntó en los despachos
principales, así como en las áreas de Protección Civil de cada demarcación
política de la Ciudad de México y confirmó que no tenían los registros.
Pese a la
falta de listas, las fisuras y cuarteaduras empiezan a arrojar nombres de
constructoras. Se trata de empresas que fueron beneficiarias del cambio
sistemático de la legislación.
Son Dekah y Desarrolladora Vertical
Home vinculadas a Simón Neumann Ladenzon, ex Secretario de Desarrollo Urbano y
Vivienda (Seduvi), y que estuvieron tras la venta de los departamentos de
Insurgentes 1260; Canada Building Systems a cargo del edificio de Emiliano
Zapata 56 y Baha Inmobiliaria que remodeló y vendió en Tepic 40, pero que no
cuenta con página web institucional. En estos momentos construye un complejo de
departamentos de lujo en Toluca, bautizado como El Molino.
Por ejemplo,
Felipe de Jesús Gutiérrez, Secretario de
Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) de la Ciudad de México, fue quien en 2008
como Director General de Desarrollo Urbano en la Administración de Marcelo
Ebrard Casaubón (2006-2012) autorizó la construcción de 50 niveles de altura en
zonas industriales, lo que benefició a algunas constructoras.
Y está Simón Neuman Ladenzon quien fue
empresario inmobiliario y luego, titular de la Seduvi. Una vez que dejó el
cargo público, volvió a ser empresario del sector más pujante de la capital del
país. Estuvo en el cargo de 2012 a 2014, pese a constantes señalamientos de
conflicto de intereses.
LA BURBUJA
QUE REVENTÓ UN MARTES.
La escena se
volvió común. Grúas y cal en el aire. En los últimos años, cientos de complejos
habitacionales se edificaban en la Ciudad de México en un proceso de 17 años en
el que se impuso la falta de consenso y el caos. Pero el pasado martes 19 de
septiembre, a las 13:14 horas, la burbuja se reventó. También los sueños de
muchos que depositaron sus ahorros en las nuevas viviendas mediante hipotecas
bancarias o los créditos del Instituto de Fomento a la Vivienda de los
Trabajadores.
En estas
horas posteriores al sismo, hay obra negra en la Avenida Tlalpan, Xola, las
colonias Roma o Condesa. El reordenamiento de la vivienda está ordenado por el
temblor.
En el
pasado, hubo tres hombres, un solo partido político (PRD), pero nunca un plan
de desarrollo urbano bajo consenso.
Miguel Ángel Mancera, actual Jefe de
Gobierno cuyo mandato concluirá en 2018, impulsó formas legales que permiten
construir en grandes extensiones a través de fideicomisos que no pueden
conocerse pues los clasificó como reservados. El actual Jefe de Gobierno
aspiraba a ciudades dentro de la Ciudad de México, como ocurre en Europa en
limitaciones que se llamaron ZODES y SACs.
Las empresas operaron y construyeron
mientras el Gobierno de la Ciudad de México acumulaba denuncias. En la Ciudad
de México, sólo de mayo de 2015 a junio de 2016, el Instituto de Verificación
Administrativa (Invea) recibió 2 mil 847 quejas, de las que la mayoría –1,923–
fue por las afectaciones que había dejado el desarrollo urbano y los cambios en
la Ley que regía el uso de suelo.
Del conjunto de denuncias, 978 fueron
desechadas debido a que la autoridad no encontró elementos para proseguir con
la investigación. En otras palabras, casi mil familias que reclaman los daños
ocasionados por las nuevas construcciones, en el llamado boom inmobiliario, se
quedaron sin atención; esto es un 50.8 por ciento del total, de acuerdo con una solicitud de
información realizada por la Unidad de Datos de SinEmbargo mediante el InfoDF
al Invea.
Hoy, a
Canada Building, los inquilinos le adjudican la construcción del edificio de
Emiliano Zapata 56, colonia Portales, con antigüedad de un año tres meses y que
se derrumbó como acordeón. Los departamentos fueron vendidos en dos millones de
pesos, en promedio. El penthouse con acabados de lujo –según la página
Propiedades.com– se ofrecía en 3.15 millones de pesos hasta el 25 de agosto de
este año. En los números telefónicos de
la Inmobiliaria, alguien que no desea ser identificado responde que la empresa
no puede brindar ninguna información por el momento.
La
Delegación Benito Juárez informó que realizó varios dictámenes técnicos que
determinaron que dos constructoras tienen responsabilidad plena al utilizar
materiales de baja calidad, menitr y evadir a la autoridad. Las dos empresas
que reconoce son a Canada Building Systems y Dijon SAPI de C.V. que fue
responsable del edificio de Bretaña 90, colonia Zacahuitzco.
Baha Inmobiliaria S.A. de C.V, es la
constructora señalada por ex inquilinos de Tepic 40; pero tampoco ha aparecido.
Se trata de una empresa en cuya directiva aparecía como socio director
Bernardino Ávalos López. La constructora edifica en estos momentos Paseo
Molino, en el barrio de La Merced de Toluca, Estado de México. Los
departamentos, ahí, se ofrecen incluso en más de cinco millones de pesos, según
Lamudi.com. La empresa carece de sitio web institucional.
El de Tepic
40 es uno de los edificios que fue construido antes de 1985 cuando dos sismos
tumbaron miles de edificaciones en la capital del país. Ahí estuvieron las
oficinas del Instituto Mexicano de Cinematografía (Imcine). Baha Inmobiliaria
lo remodeló y en 2010 lo vendió. Al momento de comercializarse, Tepic 40 era un
desarrollo de 19 departamentos y un penthouse, de 100 metros cuadrados, en el
corazón de la colonia Roma, una de las zonas de la ciudad que fue modificada
por el impulso de construcciones y remodelaciones. Las viviendas costaban hasta
cinco millones de pesos.
DE NEUMANN A
GUTIÉRREZ
Simón Neumann Ladenzon fue nombrado
en 2012 como Secretario de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) por Miguel
Ángel Mancera Espinosa. Pocas horas antes de asumir, dejó su cargo como presidente del Consejo
Directivo del Centro Deportivo Israelita y también el de la directiva de Dekah
Inmobiliaria, empresa que ayudó a fundar en 2003, al lado de su socio, Fausto
Ernesto Galván Escobar.
Desde entonces, las agrupaciones
Organiza, Espejo de Polanco, Ecomunidades y La Voz de Polanco pidieron su
renuncia al acusar conflicto de intereses, pero Neumann Ledenzon se mantuvo en
el cargo hasta 2014.
En 2011, vecinos de Polanco
denunciaron que Neumann acudió a ellos para convencerlos de construir un
edificio de 29 pisos en el predio ubicado en Campos Elíseos 112 B. En ese
entonces, era empresario inmobiliario. Según Eloísa Alvarado, del comité Bosque
de Chapultepec, en marzo de ese año, ella y otros habitantes de Polanco fueron
buscados por inversionistas de la inmobiliaria Agri. Neumann Ladenzón se había
presentado como director.
En noviembre de 2013, la Seduvi a
cargo de Simón Neumann firmó un convenio con algunas constructoras para
financiar un Plan Maestro y cerró su ventanilla única para impedir nuevos
proyectos. Pero en 2014, las cosas volvieron a cambiar. Simón Neuman, fue
removido después de una serie de señalamientos de tolerancia a constructoras
justo en Polanco.
Su lugar lo ocupó Felipe de Jesús
Gutiérrez, el mismo funcionario que en 2008, en el Gobierno de Marcelo Ebrard,
autorizó los Polígonos de Actuación, unas zonas en las que podían hacerse mega-obras.
En abril de 2015, un día antes del inicio de campañas electorales, la Seduvi
reabrió la ventanilla única para que se construyeran nuevas obras.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.