Los hechos se sucedieron
vertiginosamente: el martes 19 Roberto Sandoval dejó el cargo de gobernador de
Nayarit y el mismo día su sobrino –acusado de ser el operador financiero que
volvió millonario a su tío– fue asesinado. A la mañana
siguiente el exmandatario huyó. Además, a lo largo de su sexenio endeudó tanto
al estado que un grupo de ciudadanos nayaritas lo denunció en julio pasado ante
la PGR. Mientras tanto, el narcotráfico ya empezó a sembrar la región de
cadáveres y narco-mantas en las que se habla de la colusión del exgobernador
con los hermanos Beltrán Leyva, quienes lo habrían llevado al poder.
Al día
siguiente, a primera hora e incluso sin haber asistido al servicio fúnebre de
su sobrino, Sandoval Castañeda huyó de
Nayarit a bordo de una avioneta, la misma que usó durante su campaña electoral
el ahora gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco.
El asesinato
de su sobrino es el segundo golpe contra Sandoval Castañeda después de que el
pasado 27 de marzo su exfiscal Édgar Veytia fue detenido en San Diego,
California, acusado de conspirar para distribuir e introducir droga a Estados
Unidos.
Durante toda la administración de
Sandoval Castañeda en Nayarit, los tres personajes –el exfiscal, el
exgobernador y su sobrino– acumularon en su contra un gran número de
acusaciones y denuncias por extorsión, despojo, robo, amenazas, enriquecimiento
ilícito, secuestro, violación, asesinato, levantones, fabricación de delitos y
narcotráfico
(Proceso 1938).
Además, fuentes (que pidieron el anonimato) de la
administración nayarita señalan que el equipo de confianza de Veytia –agentes
como Luis Antonio Torres Valdivia, el comandante operativo Manuel Eduardo Maldonado
Andrade y el exfiscal estatal Carlos Alberto Rodríguez Valdez, El Will– se
consolidaron como un poderoso grupo delictivo que, una vez concluida la
administración, intentan dar forma a un cártel local para apoderarse de la
plaza de Tepic.
De acuerdo con las mismas fuentes, al
parecer Roberto Sandoval hizo enojar a Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho,
líder del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), quien tenía tiempo de
operar en varios municipios de Nayarit.
El pasado 17
de julio, en diversas partes del estado
aparecieron mantas dirigidas al presidente: “Sr. Enrique Peña Nieto, voltie a
ver a Nayarit, los jefes de la fiscalía como Maldonado, Valdivia, Jimmy,
Alejandro Landeros, Víctor, Lluviano, Paco Salazar, Eduardo Avalos y Willy son
los jefes de la plaza de Nayarit y manejan la venta de droga como lo hacía el
exfiscal Edgar Veytia después de traicionar al H2, tienen la protección de
Roberto Sandoval, que ya se le olvidó el dinero que le dieron don Héctor
Beltrán (Leyva) y el H2 para que fuera gobernador.”
Y el pasado domingo 10 apareció otro mensaje,
presuntamente del CJNG, junto a tres cadáveres: “El cartel de Jalisco está
operando en Nayarit y los ‘huérfanos’ de Veytia están brincando de cartel”.
Trascendió en Nayarit que los asesinados,
entre ellos dos ex marinos, trabajaban para el cártel de los Beltrán Leyva, que
operaba en Nayarit en contubernio con el exfiscal Veytia. Sin embargo, al
término de la administración estatal decidieron sumarse al CJNG.
El martes
12, en el puerto de San Blas, aparecieron
otras narco-mantas que no dejaban lugar a dudas sobre la entrada del Mencho a
la capital de Nayarit: “Ya estamos Aki (Sic) CJNG vamos a limpiar de los
extorcionadores gente del 18”. El 18 es el jefe local del cártel de los Beltrán
Leyva.
Al respecto
el diario El Sol de Nayarit publicó: “Se
presume que dichos narco-mensajes estarían vinculados con lo acontecido horas
antes, donde dos ex marinos, actuales escoltas de la Fiscalía General del
Estado –dirigida por El Willy– y otros civiles, entre ellos un menor de edad y
una joven estudiante, fueron levantados”.
Y finalmente la noche del martes 19,
a sólo unas horas de que su tío dejara de ser gobernador, Sánchez Sandoval fue
asesinado. “Baleado
hasta la muerte por un comando armado mientras circulaba a bordo de una
camioneta Jeep Cherokee sobre el libramiento carretero de Tepic, a la altura
del fraccionamiento Valle Real”, publicó El Sol de Nayarit.
“Sin lugar a dudas un hecho sin
precedente que deja clara la corrupción en la que estaba sumida toda la
administración del exgobernador Roberto Sandoval Castañeda, pues no han pasado
ni 24 horas desde que dejó el poder cuando uno de sus allegados ya fue
asesinado”, agregó
el rotativo.
Sánchez Sandoval solía ir escoltado
por al menos seis policías estatales, los que le fueron retirados cuando su tío
dejó el cargo.
Caballos y
quiebra.
El
exmagistrado del Tribunal de Justicia Administrativa del Estado de Nayarit,
Emiliano Zapata Sandoval Blasco, asegura a Proceso que el gobierno de Nayarit está en quiebra: “No genera riqueza, vive de la
participación federal y tiene una deuda de más de 20 mil millones de pesos.
Roberto Sandoval recibió el estado con 5 mil millones de pesos de deuda.
“Doce años
atrás, el gobernador Roberto Chavarría
entregó a Ney González una deuda manejable de 400 a 500 millones de pesos.
Estrepitosamente Ney la dejó en 5 mil millones. Hace tres años, Sandoval dijo
que era de 10 mil millones. Cálculos actuales la ubican en lo doble”.
Por esa
razón, el exsecretario del ayuntamiento de Tepic, Rodrigo González Barrios, y
otros 10 ciudadanos nayaritas inconformes presentaron en julio pasado una
denuncia contra Roberto Sandoval.
“Cuando Enrique Peña Nieto anunció
Obra Centenario –un proyecto hidráulico con un costo de más de mil 500 millones
de pesos–, en Tepic sabíamos que Sandoval y Veytia se apoderaron de las tierras
del canal de riego que va de Tepic a Sinaloa, por medio de Hugo Sánchez
Sandoval, hijo de una hermana del gobernador, y del senador Raymundo García
Chávez, quien hace 10 años vendía tacos en Santiago Ixcuintla”, dice Zapata Sandoval Blasco.
Conocido por
su afición a los caballos pura sangre, Sandoval Castañeda se vio envuelto en un
escándalo el pasado agosto, cuando una investigación de Pedro Zamora,
corresponsal de Proceso, lo ubicó como comprador de algunos de los caballos más
finos y costosos del mundo.
Y tanto él como su sobrino gozaban de la
protección de Enrique Peña Nieto: “En marzo de 2012, ya como candidato del
tricolor, Peña Nieto designó coordinador general de su campaña en Nayarit a
Hugo Ismael Sánchez Sandoval, sobrino del gobernador Sandoval Castañeda, quien
le entregó buenas cuentas al obtener en la entidad 47.1% de los votos, el
segundo mejor resultado en el país después de Zacatecas, donde alcanzó 51.2%”,
señalaba el reportaje de Pedro Zamora.
Leopoldo
Domínguez, uno de los 10 firmantes de la denuncia presentada en julio en la
Procuraduría General de la República (PGR) contra el exmandatario nayarita, por
enriquecimiento ilícito, consideró a Sánchez Sandoval pieza clave para conocer
el manejo de los recursos públicos durante el sexenio de su tío.
“Desde el inicio del sexenio,
empresarios y constructores comentaban en corto que para ser proveedor del
gobierno estatal o aspirar a construir obra pública tenían que acudir con el
sobrino del gobernador –quien tenía una oficina en el fraccionamiento Ciudad
del Valle– para conocer los requisitos que les exigía.”
“¿Esos requisitos incluían alguna
comisión o ‘moche’?”,
le preguntó Pedro Zamora.
“Sí”, respondió. “Se hablaba de
compensaciones económicas, pero no tengo evidencia documental porque ha habido
mucho miedo de denunciar, por las consabidas represalias. Pero en todo el
estado eso era secreto a voces.”
Según
Domínguez, la participación de Sánchez
Sandoval se daba “de manera paralela y extraoficial”. Aunque no tenía un cargo
público, “siempre se supo que decidía incluso qué funcionarios entraban y
salían del gobierno. Al parecer ése era el tamaño del poder que tenía”.
Esa cercanía
con el mandatario lo hizo ocuparse también de las aficiones de éste, como los
caballos finos.
Una serie de
mensajes de correo electrónico revelaron negociaciones realizadas entre febrero
y marzo de 2013 entre representantes de la empresa Gap Horse, con sede en
Sevilla, y Sánchez Sandoval para el envío de caballos pura sangre por avión.
Una factura
emitida por Gap Horse el 25 de junio de ese año a nombre de Sánchez Sandoval
hizo constar el pago de 56 mil 682.59 euros –que al tipo de cambio actual
equivalen a 1 millón 187 mil 500 pesos– por el traslado y documentación
sanitaria de nueve caballos, uno de ellos llamado Coqueto RH.
En el
documento fiscal, para el que Sánchez Sandoval proporcionó un domicilio en
Ciudad del Valle, Nayarit, no aparece el precio de la compra de los caballos.
Además,
según un reportaje de Patricia Mayorga publicado por la agencia Apro en octubre
del año pasado, se hacían negocios
también con ganado vacuno. El entonces mandatario chihuahuense, César Duarte,
era uno de los beneficiados. También Hugo Ismael Sánchez, quien recibió 575
cabezas de ganado enviadas a San Blas –donde Sandoval tiene un rancho–; y un
hermano del exgobernador nayarita, Raymundo Sandoval Castañeda, a quien le
enviaron 16 cabezas de ganado al municipio poblano de Ahuacatlán, donde vive.
En
declaraciones al portal Nayaritenlinea, el entonces mandatario aceptó que el
ganado llegó a Nayarit, pero adujo que sólo fue traído “a pastar”, como parte
de un convenio de ganaderos locales –entre ellos sus familiares– con sus pares
chihuahuenses para hacer frente a la sequía que se vivía en el norte del país;
de lo contrario, las vaquillas “habrían muerto de hambre”.
Este caso
propició que el grupo parlamentario del PRD en la Cámara de Diputados pidiera
en mayo pasado que la Secretaría de Gobernación y la PGR investigaran la
presunta complicidad de Sandoval y Duarte en el mal uso de recursos públicos.
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