miércoles, 28 de marzo de 2018

México no ve con cariño a PRI y PAN: The Economist; “sólo AMLO significa romper con el pasado”


La revista The Economist dice en su última edición que, si bien es cierto que el escándalo de presunta corrupción de Ricardo Anaya, la intervención de la Procuraduría General de la República (PGR) y el enfrentamiento con José Antonio Meade apuntalan a Andrés Manuel López Obrador, también lo es que significa una ruptura con un pasado en donde el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Acción Nacional (PAN) no son recordados “con cariño”.

“Hay otras razones para su crecimiento [de López Obrador, candidato presidencial del Movimiento de Regeneración Nacional, en las encuestas]. Los mexicanos no recuerdan con más cariño a los anteriores gobiernos del PAN que a los del PRI.

Solo López Obrador representa una ruptura con el pasado. Una elección con solo una ronda le da una ventaja sobre los rivales que desechan el voto anti-AMLO”.

El artículo –que no es amable con el candidato de izquierda– se centra, más bien, en las acusaciones formuladas por la PGR y la Secretaría de Hacienda en contra de Anaya. Se titula “Cómo puede ganar AMLO en México”. Ve con reserva al izquierdista y dice, como en el pasado, que su postulación y crecimiento “genera pánico en los mercados”. Lo llama “populista de izquierda”.

Pero el autor del artículo en The Economist –nunca van firmados– también ve esta elección con cierta resignación. Dice que los distintos factores, desde el escándalo de Anaya hasta el pleito con Meade, así como el mal desempeño del PRI y PAN en el pasado, ponen a López Obrador a la cabeza.

Según la revista, López Obrador será el claro favorito para la presidencia cuando inicien las campañas, este 30 de marzo. “Sus dos principales rivales son moderados políticos, pero su rivalidad no es menos amarga por eso. Uno está respaldado por el Gobierno [federal]. El otro está sintiendo el calor del Procurador federal. Para muchos mexicanos, eso huele a prejuicio político.

También aumenta las posibilidades de que López Obrador gane la presidencia, una perspectiva que aterroriza a los mercados y pone en riesgo las reformas económicas”.

Retoma cómo el 21 de febrero, el Procurador General interino, Alberto Elías Beltrán, confirmó que estaba investigando un acuerdo de propiedad que involucraba a Anaya. “Esto ha sacudido durante una campaña en la que los principales problemas son el crimen y la corrupción”.

“Pocos votantes piensan que José Antonio Meade, el candidato del gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI), es el mejor candidato para enfrentar estos males. Nadie ha acusado a Meade, un ex Secretario de Hacienda y de asuntos Exteriores, un tecnocrática, de cometer un delito. Pero los votantes consideran que el PRI y el actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, son cómplices de la anarquía. El crimen se ha disparado.

El gobierno de Peña ha sido acusado de corrupción. En febrero, el auditor del gobierno dijo que 1, 300 millones de pesos de dinero público habían desaparecido de dos secretarías administradas por Rosario Robles, ahora Secretaria de Desarrollo Agrario. La reputación personal de Peña fue dañada en 2014 después de los informes de que su esposa había adquirido una casa con la ayuda de un hombre de negocios que tenía contratos con el gobierno”, dice la revista.

“El ex alcalde izquierdista de la Ciudad de México tiene una carrera de décadas de insultos contra las élites corruptas y de promesas de limpiar México a través de la fuerza de su rectitud. Aunque los presidentes sirven por un solo período de seis años, López Obrador dice que los mexicanos tendrán la oportunidad de sacarlo de su cargo cada dos años. Él dice que haría que las instituciones como el Procurador General sean más independientes. Él es el único de los tres principales candidatos para enfatizar esto”, agrega The Economist.

La publicación detalla las operaciones realizadas por Ricardo Anaya y por las que la Procuraduría lo señala. Habla, de hecho, con el panista, quien le ofrece documentos. La revista dice que “independientemente de si la defensa de Anaya se sostiene o no, la conducción del caso plantea preguntas sobre la independencia de las agencias encargadas de hacer cumplir la ley y su relación con el PRI”.

The Economist recuerda que en diciembre de 2016, ejecutivos de Odebrecht afirmaron haber pagado sobornos por valor de 10 millones de dólares a Emilio Lozoya, “amigo íntimo de Peña y asesor de su campaña presidencial en 2012. Se convirtió en el jefe de Pemex, la empresa petrolera estatal. Elías Beltrán despidió al investigador el año pasado, supuestamente por divulgar ilegalmente información sobre la investigación. Este mes, un juez federal suspendió la investigación indefinidamente”.

Todo esto “sugiere que la oficina del procurador aún no ha logrado la independencia y la estatura que se supone que tiene como parte de un nuevo ‘sistema anticorrupción’ creado por Peña”, dice.

La revista inglesa, de gran penetración en el mundo de las finanzas, los negocios y la economía a nivel global, dice que la ventaja de López Obrador “se ha ampliado desde que Elías Beltrán lanzó su investigación” contra Anaya.

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