NAIM, un “capricho” en la “peor” zona, que terminaríamos pagando los mexicanos.
El Nuevo
Aeropuerto Internacional de México tiene “muchísimas similitudes con el
Fobaproa”, en el sentido de que es un “sueño tecnocrático” que va a pagarse en
diez, veinte o treinta años, advirtió Gabriel Reyes Orona, experto en temas
fiscales y ex Procurador Fiscal de la Federación, quien calificó el proyecto
como un “centro comercial con pistas “.
Tatiana
Clouthier: La empresa contratada para construir la torre de control del nuevo
aeropuerto es Aldesa, la misma que construyó el Paso Exprés en la autopista
México-Acapulco.
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