Atzayaelh
Torres.
Hasta la pasada ronda 2.4, donde la
holandesa Shell arrasó con nueve de los 19 bloques adjudicados el 31 de enero
pasado, la posición de Andrés Manuel López Obrador era la misma de hoy: de
ganar la presidencia revisará los contratos. Sin embargo, luego del discurso
del 18 de marzo, donde enfatizó sobre los resultados de la reforma energética,
sus detractores quisieron incendiar la opinión pública con el desgastado
discurso del miedo, pero al menos en la ronda 3.1 que ayer se celebró en la
Ciudad de México, no lo lograron.
Ayer se le sumaron 16 contratos más a
la lista de pendientes que el equipo de Andrés Manuel se comprometió a revisar
de llegar a Palacio Nacional, totalizando 107, todos ellos conceptualizados
bajo la misma Ley de Hidrocarburos y sujetos a su artículo 20 que especifica
los supuestos en los que, administrativamente, el gobierno podría rescindir
esos contratos, y que, por cierto, en ninguno de ellos se habla de corrupción: lo que AMLO perseguiría.
Entrevistados
por mi compañero Axel Sánchez, representantes
de las empresas ganadoras declinaron hacer comentarios en específico sobre la
política energética del puntero en las encuestas, pero dijeron que de cualquier
forma el panorama es favorable para su industria y las siguientes rondas
petroleras.
Previamente,
aquí en publicamos un reporte de BMI Research donde advertía que en la 3.1 se
vería qué tanta mella haría el hecho de que AMLO crece en las encuestas y que
el TLCAN pende de un hilo, vaya, que sería una especie de termómetro, y al
menos ayer la prueba fue superada. “Creemos
que la ronda 3 evaluará el interés futuro de los inversionistas en el proceso
de liberalización de México dados los importantes cambios futuros, tanto a
nivel nacional como internacional”, pronosticó la firma de análisis.
La posición de Andrés Manuel no ha
cambiado, es la misma, y pese a los intentos por radicalizarla, revisar no es
lo mismo que detener o echar para atrás, y eso quedó claro cuando petroleras
alemanas, inglesas y españolas, en total 14, se comprometieron a invertir ocho
mil 600 millones de dólares adicionales, siete de ellas con Pemex, pues aunque
pareciera que la petrolera fue enviada expresamente para 'meterle el hombro' a
la ronda, la realidad es que es la que tiene la mayor experiencia y el mejor
costo de producción en el mundo en ese tipo de campos (aguas someras).
Las petroleras no son ingenuas,
conocen muy bien el contexto político del país y saben que esos contratos van a
continuar.
Gracias
Ximena.
Gracias a Ximena Puente de la Mora, expresidenta del Instituto Nacional
de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales
(INAI), hoy no podremos conocer cuánto
se gasta y en qué el sindicato más opaco del país: el petrolero.
A pesar de que se logró incluir a
éste y otros sindicatos como sujetos obligados en el padrón del INAI, no hubo
voluntad de Ximena, sobre quien recaían las facultades ejecutivas y
administrativas del órgano colegiado, para hacer cumplir las cientos de
solicitudes de información que se le hicieron a Romero Deschamps y a su
camarilla. Ahora va a brincar a una curul del mismo partido
del líder petrolero PRIISTA, y con las (in) acciones de Ximena confirmamos
amargamente que el INAI tiene dueño y que dejó de ser útil desde hace mucho
para buena parte de la ciudadanía.
Odebrecht
gana contrato... en Brasil.
Pese al
escándalo mundial de corrupción en el que aún está sumergida, Odebrecht sigue
ganando obras, al menos en Brasil, aunque no en el sector de construcción.
Apenas esta semana la paraestatal brasileña Furnas, subsidiaria de ElectroBras,
dio como ganadora a Odebrecht en la licitación para la conversión a ciclo
combinado y aumentar la capacidad de generación de energía eléctrica de la
termoeléctrica Santa Cruz, en Río de Janeiro, por alrededor de 180 millones de
dólares.
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