martes, 27 de marzo de 2018

También va a la cabeza en gubernaturas.


Georgina Morett.

En una elección con más de tres mil 400 cargos en contienda, cada uno de ellos reviste importancia, ya que pueden atraer votos al candidato presidencial o bien subirse en su ola.

El puntero en las encuestas, Andrés Manuel López Obrador, de la coalición “Juntos Haremos Historia”, se convirtió desde el año pasado en un gran imán que atrajo a militantes de otros partidos, y en definitiva servirá como una base para los candidatos a gobernadores.

De las nueve gubernaturas en juego, en tres gobierna el PAN, tres el PRD, dos el PRI, una el Verde… y Morena ninguna. Pero lo más seguro es que esta geografía política cambie después de la próxima elección.

Si tomamos como base el momento actual, podemos asegurar que el gran triunfador será Morena, ya que de no gobernar ninguna entidad tiene fuertes posibilidades en cuatro, que son: Chiapas, Morelos, Ciudad de México y Tabasco.

En la Ciudad de México, de acuerdo con la encuesta de El Financiero del 26 de febrero pasado, Claudia Sheinbaum está 25 puntos arriba de Alejandra Barrales, y claro el gran perdedor es el PRD, que desde 1997 gobierna la capital del país y verá perder su principal bastión.

En Chiapas, Morena pudo atraer a un allegado de otro partido que tiene grandes posibilidades de triunfo, se trata de Rutilio Escandón, quien era presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado y estaba identificado como un allegado del mandatario Manuel Velasco, del PVEM, y fue senador y diputado por el PRD.

El gran perdedor será el PVEM, que tuvo fuertes fricciones con el PRI, que se impuso en la negociación al poner de candidato a Roberto Albores Gleasson en coalición con el PVEM y el Panal.

Otra jugada magistral de Morena fue en Morelos, en donde su alianza con el PES le dio acceso al candidato que puede triunfar en la gubernatura, el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco.

Este es otro estado en el que el PRD perderá por el mal gobierno de Graco Ramírez, pero también por el nepotismo, ya que el gobernador se entercó en imponer a Rodrigo Gayosso, hijo de su esposa.

En Tabasco, Morena también tuvo la capacidad de allegarse a un candidato con gran experiencia, ya que Adán Augusto López fue priista y después perredista. A pesar de que el gobernador es del PRD, militantes de ese partido han reconocido que van abajo.

Al parecer el PAN podría mantener los tres estados que gobierna, pero ha tenido dificultades en Veracruz, donde el gobernador impuso a su hijo Miguel Ángel Yunes Márquez.

En esta entidad ha recobrado fuerza Cuitláhuac García, quien contendió contra Miguel Ángel Yunes Linares y quedó en segundo lugar. Se ha convertido en uno de los hombres más fuertes de Morena.

El PAN tiene grandes posibilidades de volver a gobernar Puebla, donde la candidata Martha Erika Alonso es la esposa del exgobernador Rafael Moreno Valle, y Guanajuato, con Diego Sinhué Rodríguez. Aquí gobiernan desde 1991, cuando después de la llamada concertacesión Carlos Medina Plascencia quedó en lugar de Ramón Aguirre, quien había contendido contra Vicente Fox.

Y el que fue partido hegemónico hasta 1989, cuando el PAN ganó en Baja California, el PRI, sólo tiene posibilidades de ganar en Yucatán con el candidato Mauricio Sahuí, pero esta opción empezó a concretarse cuando Morena reclutó al panista Joaquín Huacho Díaz como su candidato, ya que le quita votos al panista Mauricio Vila.

De esta forma si las coaliciones encabezadas por el PAN y el PRI desean ser competitivas en esta elección federal, deberán fortalecer las campañas de sus candidatos a gobernadores, porque si no Morena arrasará.

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