Goldman Sachs, uno de los mayores
grupos de banca de inversión y valores del mundo, consideró que el rechazo al
Partido Revolucionario Institucional (PRI) es tan alto que el candidato de la
coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador, tiene las
mejores opciones para ganar la elección presidencial.
México
inicia este viernes la campaña electoral más grande de su historia marcada por
las críticas más que por propuestas, con cuatro aspirantes a la Presidencia y
con la izquierda como favorita en los sondeos de intención del voto.
López
Obrador, abanderado de los partidos Movimiento de Regeneración Nacional
(Morena), del Trabajo (PT) y Encuentro Social (PES), recalcitrante opositor al
Gobierno de Enrique Peña Nieto, larga como favorito en la intención del voto en
unos comicios en que el aspirante oficialista, José Antonio Meade Kuribreña,
arranca en tercera posición.
El panista
Ricardo Anaya Cortés entrará a la recta final de la contienda presidencial en
segundo lugar de las preferencias, aunque disminuido por acusaciones del
oficialismo sobre presuntos actos de corrupción que, hasta hoy, no han llegado
a los tribunales.
Goldman
Sachs envió a sus principales clientes
el documento “México: enfrentando 100 días de incertidumbre y drama potencial”,
en el que destacó que el fundador de Morena es el único aspirante presidencial
que para los votantes tiene la mejor imagen con un 43 por ciento de
compatibilidad.
“El atractivo y la simpatía por AMLO
se están ampliando; el rechazo del PRI, que personifica al establishment
político, es bastante alto y está nublando la oferta presidencial de Meade.
Esto también sugiere que los votantes buscan el cambio y un nuevo orden
político, y para eso parecen dispuestos a abrazar AMLO”, detalló el documento.
Para Goldman
Sachs, la ventaja de López Obrador será
muy difícil de vencer en estos 100 días de campaña, excepto que exista un
significativo error o tenga una actuación muy pobre en los tres debates.
El documento
describe que López Obrador enfrentará una elección diferente a la de hace doce
años, cuando compitió con el panista Felipe Calderón Hinojosa, debido a los
escándalos de sus contrincantes: Anaya con el presunto lavado de dinero y Meade
enfrenta la corrupción que persigue al PRI.
Sobre las
políticas económicas de López Obrador, Goldman Sachs se muestra con reservas,
incluso ve un posible daño macroeconómico al país acorto plazo debido a sus
“políticas heterodoxas e intervencionistas no convencionales”.
Sin embargo, reconoce que los
mercados han decidido darle el beneficio de la duda a López Obrador.
El próximo presidente de México, para
el periodo 2018-2024, recibirá un país sumergido en una espiral de violencia
creciente, una desigualdad social pertinaz, el desprestigio de la clase
política y constantes escándalos de corrupción.
Desde que
comenzaron las precampañas el 14 de diciembre de 2017 y hasta el último día de
proselitismo político, el 27 de junio, los candidatos habrán pasado más de seis
meses en la brega para atraerse el voto de los mexicanos.
Las
elecciones del 1 de julio se perfilan como las más grandes de la historia de
México, tanto por el número de cargos en disputa (3 mil 404) como por la cifra
de votantes (88.3 millones) y su estratosférico costo financiero, situado en
alrededor de 1.217 millones de dólares.
Es el
presupuesto más grande de la historia solicitado por el Instituto Nacional
Electoral (INE) para la organización de los comicios.
Los votantes
perfilarán ese día al México de la tercera década del siglo XXI al elegir el
presidente para el periodo 2018-2024, a 500 diputados y a 128 senadores del
Congreso.
Además,
serán elegidos gobernadores en nueve estados, congresos estatales, y presidencias
y concejos municipales en 30 de los 32 estados del país.
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