lunes, 25 de junio de 2018

El domingo electoral.


Javier Risco.

En diciembre pasado le pregunté al Senador del PT-Morena, Manuel Bartlett, si temía una caída del sistema en las elecciones de 2018, categóricamente me dijo que no, que el PRI iba a perder y que no se iba a mover de ese tercer lugar: “fíjate que la caída del sistema es mortal, se cayó hasta el 10 por ciento la aprobación Peña Nieto, ahí se cayó el sistema”, lo que implícitamente me dijo el expriista es que el Estado ya no tiene el poder de provocar una caída, no en esas condiciones de desaprobación, la trampa se basa en la fuerza del aparato, no en la de las instituciones democráticas.

En fin, treinta años después de la elección del 88, de esa famosa caída, sigue el temor de lo que esa nebulosa autoridad pueda ser capaz de hacer el próximo 1 de julio; sin embargo, esas tres décadas han servido para mover esas telarañas y reconocernos como una sociedad más activa y dispuesta defender ese voto. ¿Pero esto alcanzará?

Habrá que decir que las elecciones del año pasado no abonaron para mantener este ánimo democrático, las elecciones en el Estado de México descritas por el especialista en procesos electorales, Bernardo Barranco, como un “infierno”, donde el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto intervino descaradamente, sentaron un mal precedente; o qué decir de Coahuila, donde fueron ignorados por el Tribunal Electoral los rebases de campaña del candidato priista señalados por el INE.

El próximo 1 de julio millones de mexicanos serán los que armen esas casillas, reciban a los vecinos y contabilicen los votos; junto a ellos en la mayoría de las casillas habrá representantes de cada partido para verificar el trabajo de los ciudadanos y también defender el voto de su partido.

Ayer se dieron a conocer los números de estos representantes de partidos políticos y del candidato independiente, Jaime Rodríguez Calderón: la coalición de Por México al Frente (PAN, PRD, MC) tiene 760 mil 793 representantes registrados; por su parte, la coalición Todos por México (PRI, PVEM, Panal) tiene un millón 99 mil 242; Juntos Haremos Historia (Morena, PT, PES) cuenta con 828 mil 152 representantes; y por último Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, a 10 mil 249 mexicanos.

Los partidos políticos nacionales tienen derecho a registrar cuatro representantes en casillas donde habrá elecciones locales y federales y hasta dos donde sólo se celebren elecciones federales. Así que con 155 mil casillas instaladas el próximo domingo, las tres principales coaliciones políticas contarán con representantes para proteger el voto que –no podemos olvidar– ciudadanos como usted y yo contabilizaremos. Digamos que en este corte de caja del INE no existe una hegemonía de ningún partido para cuidar el voto, las bases priistas son las más numerosas, pero en general las tres coaliciones están en igualdad de circunstancias.

Ayer también se habló de los resultados, a qué hora aproximada tendremos las primeras tendencias, según informó el secretario ejecutivo del INE, Edmundo Jacobo Molina: “los primeros resultados serán a través del Conteo Rápido que se da para el caso del presidente de la República, y que esperemos informar a través del consejero presidente alrededor de las 11 de la noche del 1 de julio. Cabe recordar que el Conteo Rápido son las tendencias de las elecciones derivadas del mismo día de la jornada electoral […] calculamos que para las 12 de la noche del domingo 1 de julio se cuente con 12 por ciento de los datos en el PREP para la elección presidencial. A las tres de la mañana del 2 de julio tendremos alrededor de 55 por ciento; a las seis de la mañana alrededor de 67 por ciento y a las ocho de la mañana esperamos tener alrededor de 82 por ciento del acopio de información del PREP”.

Así que esa misma noche, con base en los cuadernillos de operaciones de escrutinio y cómputo, podríamos tener las primeras tendencias de la elección, el PREP terminará al siguiente día y los cómputos finales iniciarán el miércoles 4 de julio y terminarán el domingo 8 de julio dándole validez oficial a la elección.

La mesa está puesta para vivir una jornada electoral vigilada y transparente ¿qué sorpresa nos depara la democracia mexicana? Lo sabremos el domingo por la noche.

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