Javier Risco.
Javier Risco
escribe que el resumen electoral de Last week tonight with John Oliver será,
tal vez, el acercamiento a nuestra elección que llegará a más ojos
estadounidenses.
En noviembre
pasado la revista Forbes le dedicó a John Oliver un extenso reportaje de cómo
había resucitado los reportajes de televisión de largo aliento y había hecho
que los estadounidenses se interesaran en ellos. En una época donde las
noticias en menos de 140 caracteres son las más solicitadas y cuando la agenda
es rebasada por lo que no ha sucedido, dedicarle una vez a la semana un
programa de televisión a un par de temas parecía un suicidio anunciado… pero
no, Oliver ha hecho que el círculo rojo y poco más de 4 millones de
estadounidenses vuelva a sintonizar un programa los domingos y que por lo menos
15 millones más lo busquen y vean el lunes siguiente, con estos números sobra
decir la cantidad de premios que ha recibido desde su estreno en 2014, su
nombre Last week tonight with John Oliver.
Sin cortes
comerciales el formato del programa de HBO es hipnótico por lo ágil, el humor
inteligente y por la sátira política que no se queda en la denuncia, sino que
es el único que con hechos contundentes ha pasado a la acción, así lo señala el
reportaje de la periodista Carey Purcell en Forbes: “Oliver fundó una iglesia llamada ‘Nuestra Señora de la Exención
Perpetua’ como entidad legal en 2015 para demostrar cómo se puede establecer
simplemente una organización religiosa exenta de impuestos. La ‘nueva iglesia’
aceptó donaciones para el ‘Evangelio de la prosperidad’, que se donarían a
Médicos Sin Fronteras. Tras el episodio, se reveló que el IRS no realizó
auditorías de iglesias entre 2009 y 2013, y sólo tres auditorías entre 2013 y
2014”. Oliver tiene la atención y desnuda lo absurdo del sistema y las
injusticias del mismo, junto a su maestro Jon Stewart –un icono del periodismo
de sátira con el programa The Daily Show– se ha convertido en uno de los
personajes con más credibilidad en la televisión estadounidense.
Antier
Oliver le dedicó un segmento de 20
minutos ininterrumpidos a las elecciones del próximo 1 de julio en México,
partiendo de la pregunta de por qué le debería de importar a los americanos lo
que suceda en nuestro país el presentador de televisión hizo una revisión
extensa de la violencia, de la desaprobación al gobierno del presidente Enrique
Peña Nieto (con un clip de varias personas mentándole la madre al presidente
sostiene ese 12 por ciento de aprobación al que llegó el ejecutivo en febrero
de 2017) y de cómo la gente en México está harta del status quo. Pero no sólo
el hartazgo lo expone a través del insulto, explica el por qué ha llegado a
esos niveles, habla del Corruptour, de 14 exgobernadores perseguidos por la
justicia, del caso más escandaloso –el de Javier Duarte- y de cómo Ayotzinapa
se convirtió en una investigación fallida casi cuatro años después.
Tras este contexto revisa la figura
de cada uno de los candidatos, con José Antonio Meade es demoledor: “él no
tiene ninguna oportunidad así que no vamos a hablar de él” nada más que
agregar.
En Jaime
Rodríguez Calderón, El Bronco, se detiene por sus “ocurrencias” por decir lo
menos, expone el ridículo argumento de mochar las manos y la vez que frente a
un auditorio dijo que no existía Santa Claus, de El Bronco en realidad no había
argumentos para contrastar.
A la figura de Ricardo Anaya lo
describe como un clásico nerd y resalta sus atributos musicales a través de
memes.
Andrés Manuel López Obrador, donde
más se detiene, habla de sus promesas de campaña de recortes al presupuesto de
la burocracia, de su parecido a Bernie Sanders no solo físico, y critica
duramente la adhesión del Partido Encuentro Social, un partido de extrema
derecha, a las filas de lo que parecería una izquierda conservadora.
Aunque parece una caricatura de
nuestros candidatos el resumen de John Oliver será, tal vez, el acercamiento a
nuestra elección que llegará a más ojos estadounidenses y no dista en general
de lo que fueron estas campañas, imposible resumir nueve meses en 20 minutos,
pero no hay ningún error garrafal o un dato inexacto, resumió el ánimo nacional
a grandes rasgos y dibujó nítidamente a los candidatos.
Que México
ocupe todo un programa de John Oliver habla de cómo hemos pasado de ser una
nota en interiores a una que podrá ser vista por casi 20 millones de
norteamericanos. Por último, Oliver
apunta la violencia política en nuestro país, decenas de candidatos asesinados:
“el punto es que México está en la antesala de la elección más grande de su historia,
y con la oportunidad de combatir la corrupción endémica y yo sinceramente
espero que cada candidato que elijan esté a la altura de las circunstancias
porque se va a necesitar valentía y trabajo para llegar al cambio que ese país
necesita”, con esto cierra Oliver un capítulo que se escribe el próximo
domingo.
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