México cuenta con uno de los aparatos
de vigilancia electoral más costoso del mundo, pero también con uno de los más
desprestigiados. Este es el Instituto Nacional Electoral (INE) que tendrá a
cargo de organizar, vigilar y hacer cumplir la Ley en la elección presidencial
de 2018, cuyo talón de Aquiles, de acuerdo con los analistas electorales, es
precisamente una de sus funciones más importantes: la fiscalización.
El INE captó un presupuesto de 15 mil
071 millones 176 mil 879 pesos en 2017, de acuerdo con el Presupuesto de
Egresos de la Federación de este año, de los cuales 4 mil 138 millones 727 mil
092 pesos son destinados al financiamiento de partidos políticos y el resto –10
mil 932 millones 449 mil 787 pesos– son utilizados por el organismo para gastos
de operación.
“El año que entra, con las elecciones
federales, el presupuesto del INE estará cercano a los 20 mil millones de
pesos. Yo no conozco
el costo de las autoridades electorales de todos y cada uno de los países del
mundo, pero hasta donde yo conozco, es la institución que tiene más
presupuesto. En democracia, en general, México es la más cara del mundo porque
impera la desconfianza. En democracias más desarrolladas los electores no
necesitan tener una credencial para votar con tantas medidas, la gente va y
vota con la credencial que trae en la bolsa, hasta con la del supermercado”,
dijo Roberto Duque Roquero, académico de la Universidad Nacional Autónoma de
México (UNAM) y experto en Derecho Constitucional.
El Consejo Electoral del INE lo
conforman Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente; Edmundo Jacobo
Molina, secretario ejecutivo, y los consejeros electorales Enrique Andrade
González, Marco Antonio Baños Martínez, Adriana Margarita Favela Herrera, Ciro
Murayama Rendón, Benito Nacif Hernández, Dania Paola Ravel Cuevas, Jaime Rivera
Velázquez, José Roberto Ruiz Saldaña, Alejandra Pamela San Martín Ríos y
Valles, y Beatriz Claudia Zavala Pérez.
Cada uno de esos consejeros del
Instituto Nacional Electoral tiene autorizado entre 218 mil 469 y 259 mil 547
como sueldo mensual. Los consejeros ganan entre 177 mil y 180 mil 003 pesos,
además de recibir entre 41 mil 317 y 69 mil 544 pesos por concepto de
“prestaciones”, ya sea en efectivo o en especie.
El Manual de
Percepciones del INE indica que además de su salario, los consejeros electorales tienen derecho a prestaciones económicas y
sociales entre las que se cuentan: prima vacacional equivalente a cinco días
del salario base por cada periodo vacacional –tienen dos periodos de 10 días
hábiles cada uno–. Aguinaldo [40 días de salario]. Paga de defunción
equivalente a cuatro meses de salario [casi 1 millón de pesos]. Seguro de vida
institucional “mediante el pago de una suma asegurada básica que consiste en un
pago de 40 meses de sueldo tabular bruto” [alrededor de 9.5 millones de pesos].
Los
consejeros del INE tienen además un
seguro colectivo de retiro, otro más de gastos médicos mayores con una suma
asegurada básica de 111 a 295 salarios mínimos “cuya prima, así como las de su
cónyuge e hijos menores a 26 años son cubiertas por el Instituto”. También
gozan de un seguro de separación individualizado de entre el 2 y el 10 por
ciento del salario tabular, y una “ayuda para gastos alimentarios” de casi 12
mil pesos mensuales, así como de vehículos para uso institucional.
Eduardo Huchim May, experto en el
sistema político mexicano y ex consejero en el Instituto Electoral del Distrito
Federal (IEDF), recordó que entre el INE y los organismos electorales locales,
el presupuesto anual se eleva a los 35 mil millones de pesos, lo que hace al
sistema de vigilancia electoral de México uno de los más robustos y costosos del
mundo. Sin embargo
tiene un problema elemental: falla al momento de fiscalizar los recursos de los
partidos, una de los principales puntos de inconformidad durante los procesos
electorales.
“El talón de Aquiles es la
fiscalización. Por ejemplo, en el Estado de México hubo un empleo de programas
sociales evidente con fines proselitistas y denuncias en contra de la campaña
de Alfredo del Mazo Maza. El INE fijó como tope de gasto de campaña de Alfredo
del Mazo 169 millones de pesos, algo irrisible porque ahí se emplearon algunos
miles de millones de pesos relacionados con la compra y coacción del voto.
Entonces, en materia de fiscalización el INE es insuficiente, deficiente; esto es muy mala noticia de cara a
las elecciones de 2018 en donde no sólo habrá comicios en tres estados, sino en
todas las entidades federativas”, alertó Eduardo Huchim.
2017
SEMEJANTE A 2012, EN FALLAS.
Lo sucedido este año recuerda la
forma en la que el antecesor del INE, el Instituto Federal Electoral (IFE),
falló al momento de fiscalizar la campaña electoral de Enrique Peña Nieto en
2012, como candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la
Presidencia de la República.
“Ahora con este escándalo de Emilio
Lozoya Austin [ex director general de Petróleos Mexicanos] hay un elemento más
que acredita lo que algunos dijimos en 2012: que hubo un gasto descomunal en la
campaña de Peña Nieto y el IFE determinó que la campaña costosísima,
ostentosísima, costó menos que la relativamente modesta campaña de Andrés
Manuel López Obrador.
Eso lo hizo el IFE, ahora el INE hizo lo mismo en el Estado de México;
entonces, el INE en lugar de ser una solución, es parte del problema”, explicó
Huchim.
La elección
del Estado de México y la de Coahuila fueron las que pusieron en tela de juicio
la capacidad del INE y de sus consejeros para actuar con imparcialidad.
En el primer
caso, a pesar de que había denuncias de
todos los partidos de oposición por el uso de recursos públicos para comprar
votos y promover la candidatura del priista Alfredo del Mazo, el INE determinó
que no había rebase de tope de gastos de campaña. En Coahuila ocurrió, además,
una falla en el Programa de Resultados Electorales Preliminares de México
(PREP), algo imperdonable para un órgano que cuenta con recursos millonarios,
de acuerdo con los especialistas.
Para Iliana
Rodríguez Santibáñez, directora del Departamento de Derecho y Relaciones
Internacionales del Tecnológico de Monterrey y ex observadora electoral, los
resultados del INE en las elecciones de este año “dejaron mucho que desear”.
“Las
instituciones electorales fueron vanguardistas cuando se crearon, lograron
autonomía, en este momento han dejado atrás las expectativas de los votantes.
La cultura ciudadana cada vez está más decepcionada de la política nacional que
tiene poca participación, pero también poca exigencia de los resultados. Hay un
hartazgo de la ciudadanía por la ineficacia de los resultados de la
institución”, dijo.
Roberto
Duque Roquero explicó que el INE es una “mole”, uno de los institutos más
“robustos”, que lamentablemente en las elecciones de este año se le “ha doblado
una rodilla”, debido a que logró salir airoso en los comicios de 2015 y 2016,
sin embargo en los de 2017 flaqueó.
Flaqueron sus consejeros, dijo.
“Los consejeros electorales no son el
INE, pero son la fachada del INE. No es bueno tener consejeros electorales que
los ciudadanos perciban que hay “bancadas de consejeros” y que están
enfrentadas en defensa o ataque de determinado partido y coalición”, expuso.
CAMBIAR
DESIGNACIÓN DE CONSEJEROS.
Delfina Gómez Álvarez, ex candidata
de Morena a la gubernatura del Estado de México, ha insistido en la necesidad
de que los consejeros del INE sean removidos, tras el resultado de este año que
dio como ganador en el Edomex al candidato del Partido Revolucionario
Institucional (PRI) Alfredo del Mazo Maza.
“No podemos llegar así a 2018, la
gente lo que quiere es certeza, es transparencia, que no es el poder lo que nos
preocupa, sino la actuación, que quieren imponer…ahorita están midiendo; sí pedimos
la renuncia de estos consejeros”, dijo Gómez Álvarez el pasado 8 de agosto
durante un mitin en las instalaciones del Instituto Electoral del Estado de
México (IEEM), horas antes de que los consejeros locales votaran entregar la
constancia de mayoría a Del Mazo, a pesar de que aún no han concluido todas las
impugnaciones presentadas por los partidos de oposición ante la autoridad electoral.
Sin embargo,
el analista Duque Roquero explicó que la remoción de los consejeros a meses de
la elección de 2018 sería contraproducente. Planteó en su lugar un cambio de
metodología para nombrarlos.
“Cambiar los nombres no resolverá el
problema, porque es de origen: la elección se da a propósito de las bancadas
parlamentarias en el Congreso; ese patrocinio de origen no abona a la
democracia”, precisó.
El experto recordó que los consejeros
ya arrancan “maiceados” de origen, pues son nombrados por los partidos
políticos.
“Ya van pintados de colores desde el
principio. Han conformado al INE con una suma de parcialidades, creyendo torpemente los legisladores
que la suma de parcialidades es la solución, que da lugar a la imparcialidad.
Necesitamos una suma de imparcialidades. Este método es parte de una de las
razones por las que estamos viendo así al INE”, dijo.
Duque
Roquero detalló que es más importante que la persona que llegue a ser consejero
sea imparcial, aunque no sea un experto técnico especializado en materia
electoral.
El especialista Agregó que los
futuros consejeros deberían ser electos por un comité ciudadano compuesto por
expertos prestigiosos, y no como actualmente se eligen por un acuerdo de la
Junta de Coordinación Política (Jucopo) en la Cámara de Diputados, quienes se
reparten entre los partidos mayoritarios los nombramientos para que el pleno
avale las propuestas con las dos terceras partes de los votos.
“El método
que aprobaron para el SNA [Sistema Nacional Anticorrupción] del Comité de
Participación Ciudadana me parece muy bueno: que agarren a nueve especialistas
con un prestigio inmenso, que ellos sean los que designen a otras personas”,
explicó.
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