El Gobierno federal ha gastado de
2013 a la fecha, 37 mil 725 millones de pesos en publicidad oficial. La
cantidad ha superado en 15 mil 162 millones de pesos lo aprobado por el
Congreso e hizo caso omiso del recorte del 10 por ciento que Hacienda decretó
desde 2015 como parte del recorte al gasto público.
El Informe
elaborado por Fundar, Centro de Análisis e Investigación, indica que esta cantidad es, por ejemplo, cuatro veces
el presupuesto del Programa de Productividad Rural de Sagarpa y también es
cuatro veces el presupuesto de un año de Becas de Posgrado de Conacyt.
Nunca en la historia de México un presidente
había gastado tanto en publicidad, como Enrique Peña Nieto. El mandatario del
Partido Revolucionario Institucional (PRI) rompe con todas las marcas de sus
antecesores. Para poder dar tanto a los medios, debió brincarse, año con año,
los presupuestos aprobados por el Congreso.
Televisa y Tv Azteca son los medios
que más se han beneficiado de estos gastos y son la Secretaria de Salud (SSa),
la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la Secretaría de a Educación
Pública (SEP) las entidades federales que más han gastado en 2015 y 2016, a
pesar de los recortes presupuestales que se les han aplicado.
El informe precisa que el gasto, que
tan sólo para 2016 fue de 10 mil 698 pesos, se ha realizado a pesar de que
desde 2015, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) se anunció que
los gastos de Comunicación Social tendrían un recorte del 10 por ciento.
Además, se detectó un sobre ejercicio constante, ya
que se ha gastado 71.86 por ciento más del monto aprobado por la Cámara de
Diputados. Es decir, 15 mil 162 millones de pesos.
En el último
año, 10 medios fueron los que concentraron el 49 por ciento del gasto.
Por medios, televisión se llevó el 35
por ciento, radio el 19 por ciento, medios impresos el 17 por ciento e Internet
entre el 7 y el 5 por ciento.
Para Fundar,
el tema de la publicidad oficial se
enmarca en el contexto de las agresiones a la prensa, que vive “uno de los años
más mortíferos”.
“Estamos a
mitad del año y el país lamenta la muerte de siete periodistas. La continua
violencia e inseguridad socavan peligrosamente la libertad de expresión y el
derecho a la información […] a la par de esta terrible realidad existen
fenómenos menos visibles pero que juegan también un papel determinante en el
deterioro de la situación el clima adverso que enfrentan los periodistas. Tal
es el caso de comunicación oficial”, sostiene el estudio.
Otra causa del estudio es el
seguimiento a la promesa no cumplida de Enrique Peña Nieto, que fue la de crear
una instancia reguladora de la publicidad oficial. Sin embargo, hasta la fecha
no se ha hecho nada.
Por eso se insta a diseñar mecanismos
que garanticen la rendición de cuentas en materia y avanzar hacia una
regulación, “para garantizar medios de comunicación independientes y sólidos”.
Se encontró que de 2013 a 2016, el
gasto aumentó 31.21 por ciento, pasando de los 8 mil 154 millones de pesos a
los 10 mil 699 millones de pesos. De seguir la tendencia actual Peña Nieto
ejercerá un monto cercano a los 60 mil millones de pesos en este rubro al final
de su administración.
Paulina
Castaño, investigadora de Fundar, detalló que la televisión ha recibido 12 mil 705 millones de pesos, lo que
contrasta con los medios de Internet que considera, ha sido un gasto marginado.
Agregó que fueron cinco dependencias las que
acapararon el 34 por ciento del gasto: Promotur, el IMSS, la SEP, Pronósticos
para la Asistencia Pública y la Sedesol.
Javier
Garduño, también de Fundar, comentó que la tasa de crecimiento de 7.5 del
gasto, el monto es sumamente elevado en un contexto en que se ha insistido qué
hay una crisis en las finanzas públicas y de contención del gasto público.
“En esta época donde se difunde información
del Quinto Informe, uno está cansado de la cantaleta de que lo bueno cuenta y
cuenta mucho en el contexto de una deuda que sigue creciendo y no se atiende a
los grupos vulnerables”, agregó.
Carlos
Brito, de la Red por los Derechos Digitales, comentó el hecho de que en medios tampoco han entrado al debate y es un caso de
normalización que es inaceptable.
“En Internet, el poco dinero no
significa que los grupos económicos no se estén consolidando, ya qué hay medios
digitales autónomos que han pasado a formar parte de los grandes. La censura en
internet es evidente cuando, por ejemplo, en una conferencia ocurre una
protesta, se subió a Milenio y La Jornada dos horas después se quitó. Era una
protesta por el asesinado de Rubén. Nos enteramos de que hubo llamadas para
solicitar ese acto. No hubo una explicación de los motivos periodísticos para
bajar esas notas. ¿Cuántas notas son retiradas de los medios digitales y no nos
damos cuenta?”,
agregó.
Para Ana
Cristina Ruelas, Directora de Artículo 19 México, la publicidad oficial se ha convertido en una de las violencias más
complejas contra la libertad de expresión. En México el problema es que es un
flujo que se aplica de manera indiscriminada y afecta directamente a los
periodistas.
“Los periodistas tienen que decidir
si la plata o el plomo. Y la plata siempre viene primero. En Artículo 19 consideramos que si se regulará la publicidad las agresiones a
periodistas bajarían 25 por ciento. Estamos
viendo conforme se van acercando las elecciones federales el gasto aumenta
porque el gobierno necesita garantizar un control de la información. Para
la sociedad civil y los medios independientes es complicado crear una contra-narrativa
a la del Gobierno federal”, dijo durante la conferencia de prensa.
Precisó que el problema no es la
publicidad oficial o el pago a medios, sino la no rendición de cuentas y el uso
indiscriminado del dinero con el objetivo de controlar el flujo de la
información.
Rocío
Stevens, de Oxfam México, comentó que la
estructura del gasto de la publicidad es un espejo de la economía mexicana, en
el que unos pocos hacen las reglas del sistema, las capturan en detrimento del
poder público.
“El poder
puede capturar las ideas frente a la elección de un nuevo presidente el siguiente
año. El Gobierno mexicano está orgulloso
de sus logros como el de la reducción de la pobreza, pero a Prospera, este año
le quitaron 17 millones de pesos, que no es mucho, pero sí es dinero que se
gastan en publicidad.
El 93.5 por ciento de los hogares tiene
una televisión y eso indica qué hay más población con tele, que con agua. Se le
dedican cinco horas diarias a la televisión y ahí está el mayor gasto. Y
Televisa es quien continúa acaparando las preferencias. Quien ve los canales de
esa televisora, es la que además tiene más carencias, pero es la que recibe la
peor calidad de la información y eso es desastroso, porque tiene una narrativa
gubernamental que se construye oro realidad”, agregó.
“La no regulación nos lleva a inflar
el ego de los políticos. Los 36 mil 261 millones de pesos equivalen 24 millones
de pesos diarios y eso es el salario mínimo de 300 mil personas en este país”, agregó Rocío Stevens.
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