Alejandro
Calvillo.
En estos
últimos días los legisladores han aprobado no sólo la Ley de Seguridad Interior
contra la que se han manifestado el grupo de expertos en desaparición forzada y
el Alto Comisionado en Derechos Humanos de Naciones Unidas, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos, el Parlamento Europeo, la Comisión Nacional
de Derechos Humanos, los obispos del país y las organizaciones de la sociedad
civil mexicana, las protestas
generalizadas contra una ley que nos encamina a escenarios de represión y
autoritarismo no fueron suficientes, pero no sólo esa ley ha sido aprobada;
al mismo tiempo, y aprovechando el
escándalo provocado por esta Ley de Seguridad Interior, se aprueban reformas a
la Ley Laboral para dar libre entrada a la contratación generalizada por
outsourcing que no tiene otro propósito de liberar a los patrones de
proporcionar a sus trabajadores lo que por ley les corresponde, esto dejará sin
acceso a antigüedad, indemnización, jubilación y prestaciones sociales a
millones de empleados de nuestro país, en una nación con una de las mayores
desigualdades sociales y donde más de la mitad de la población vive en pobreza
por salarios y condiciones laborales de explotación.
Además, de manera simultánea se aprueba en
diputados, como lo comunicó el PRI en su cuenta institucional “una reforma al
Código Civil Federal para precisar que “se considerara como hecho ilícito la
comunicación, por cualquier medio, de un hecho cierto o falso que pueda causar
deshonra, descrédito, perjurio o exponer al desprecio de alguien”, es decir,
pretende que ya no puedan exponerse a los corruptos y criminales porque esto
puede ir en perjurio de estas mismas personas, es decir, se puede robar del erario público pero no
se pueden denunciar estos actos en los medios de comunicación porque los
corruptos políticos pueden ver dañada su honra ; y, por si lo anterior no fuera suficiente, se realizan reformas a la Ley de
Biodiversidad que entrega la posibilidad de la explotación minera hasta en las
zonas de amortiguamiento de las Áreas Naturales Protegidas, en una nación que
gran parte de su territorio ha sido entregada a las mineras que no pueden
realizar este tipo de extracciones en sus propios países, permitiendo una de las prácticas más
terribles de destrucción ambiental, permitiendo también el acceso a los
recursos genéticos del país a las grandes empresas farmacéuticas y
biotecnológicas pasando por encima de los derechos comunitarios, entregando la
riqueza genética generada en la gran diversidad biológica del país e, incluso,
aprovechándose y apropiándose del conocimiento herbolario indígena.
De manera estratégica dejan en la
ambigüedad la protección de los manglares, es protección que conserva la
riqueza biológica de importantes regiones costeras y que significa un obstáculo
a los intereses de las grandes corporaciones hoteleras.
En unos días los legisladores del PRI
y el PVEM, acompañados de otros del PAN, han realizado estos cambios a diversas
legislaciones que dan un poder profundamente discrecional al presidente que le
permitiría llegar a usar a las fuerzas armadas para reprimir a movimientos
opositores, o para la protección de industrias extractivas y, porque no,
argumentando inestabilidad social, apoderarse de las urnas, como el PRI lo hizo
durante varias elecciones, en especial en San Luis Potosí, cuando López Mateos
envió el ejército a reprimir el movimiento navista y se apoderó de las urnas.
Ni el PRI ni
el PAN se han pronunciado en contra de esta Ley. Por su parte, AMLO pide
tranquilidad diciendo que él no actuaría contra el pueblo, millones de sus
seguidores estarán convencidos de que así será, pero incluso a ellos se les
puede preguntar: ¿y si no gana?, ¿y si decide usarlo contra un movimiento opositor?
En las redes circula una imagen de Pinochet con la leyenda de que se horroriza
a la población con la idea de que AMLO nos llevara a la Venezuela de Chávez pero que el PRI ya nos está llevando al
Chile de Pinochet.
Se van, dejan el Congreso y, muy
posiblemente, dejarán el poder. Sin embargo, se resisten a dejarlo, maniobran
para en su último año tener el derecho a ejercer el poder de forma más
centralizada e, incluso, por qué no, con la posibilidad de quedarse por la
fuerza en él, cometer el fraude teniendo al ejército de su lado.
Por otro
lado, les abren el camino a las
corporaciones mineras, a las corporaciones hoteleras, a las corporaciones
farmacéuticas y de la bioingeniería.
ESTOS LEGISLADORES, Y QUIENES LES
MANDAN, VENDEN LA DEMOCRACIA Y LOS RECURSOS COMO SE VENDE EL ALMA AL DIABLO,
ENTREGAN TODO EN BUSCA DE MANTENER EL PODER, LA RIQUEZA Y LA PRETENDIDA
ETERNIDAD, QUE EN SUS MISERABLES VIDAS ES SU MOTIVO, NO IMPORTAN LOS CADÁVERES
Y LA DESTRUCCIÓN QUE DEJAN EN SU CAMINO.
Queda la
posibilidad de detener estas reformas en la Suprema Corte de Justicia de la
Nación. Como en otras naciones, parece que la esperanza para los ciudadanos,
que la han perdido totalmente de los partidos políticos, sólo queda en los
fiscales y los magistrados. Exijamos que estén a la altura.
Los cambios en la legislación van más
allá de lo que un personaje tan detestable como Trump podría querer para
hacerse de más poder personal y darles a los ricos un mayor acceso a la riqueza
de la nación. Legislar para debilitar la protección ambiental.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.