viernes, 22 de diciembre de 2017

No existe la izquierda en la elección.

Georgina Morett.

Por primera vez en muchos años, en las elecciones en México, no habrá ningún candidato de izquierda que defienda las libertades individuales, reflexiona Miguel Alonso Raya, consejero político del PRD.

Y es cierto, ninguno de los actuales candidatos es cercano a este tipo de ideología, además de que lo más parecido a la izquierda, que es el PRD, se alió con la derecha panista y le dejó la candidatura presidencial.

De hecho, el PRD fue ampliamente criticado por su alianza con el PAN, ya que decidió, para evitar conflictos, hacer a un lado su agenda de libertades individuales, como el derecho de la mujer a decidir sobre su cuerpo, la despenalización de las drogas, igualdad de género o los matrimonios del mismo sexo.

Esta situación, comenta Alonso Raya, deja a los ciudadanos de izquierda sin alternativa en la elección de 2018, ya que los dos independientes que llevan más firmas, Margarita Zavala y Jaime Rodríguez, El Bronco, tampoco son de esta corriente.

Pero también provocará una atomización del voto que no beneficia a nadie en particular, ya que casi todos los candidatos traen la misma agenda en este tipo de temas, incluido Andrés Manuel López Obrador, que no sólo se alió a uno de los partidos más ubicados en la ultraderecha, el PES, sino que además nunca ha apoyado este tipo de libertades.

Alonso Raya recuerda que cuando López Obrador era jefe de Gobierno en el entonces Distrito Federal, se sentaba a desayunar cada 15 días con el entonces cardenal, Norberto Rivera Carrera, con quien mantuvo una entrañable amistad.

De hecho, fue quien donó el terreno para la Plaza Mariana, que está en la Basílica de Guadalupe, a la Iglesia Católica en México, por lo que en su apertura años después, el cardenal le agradeció a López Obrador su sensibilidad por este sitió que permite “recibir con dignidad a 20 millones de peregrinos y visitantes al año”.

Esta relación se deterioró unos años después, cuando Marcelo Ebrard, como jefe de Gobierno, apoyó la aprobación de los matrimonios igualitarios y la despenalización del aborto.

Es por ello que en esta elección la Iglesia debe estar muy contenta, porque no importa quién gane, mantendrá sus privilegios, ya que todos los candidatos se han reivindicado como creyentes, la mayoría de ellos católicos, y Andrés Manuel, en un sincretismo entre el catolicismo y el cristianismo.

Incluso el todavía gobernador de Nuevo León, quien acaba de pedir licencia, Jaime Rodríguez, es “mocho y tradicionalista”, comenta Alonso Raya, quien considera que esta situación también va en deterioro de la política de género.


Así, en el siglo XXI, después de años de tener candidatos de izquierda, aunque no tuvieran posibilidades de ganar, enfrentaremos la primera elección con la derecha y la ultraderecha sobrerrepresentadas.

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