El
presidente del corporativo minero canadiense Torex Gold Resources, Fred
Stanford, afirmó que en Guerrero “no
existen garantías” de que se respete el estado de derecho y advirtió que antes
de invertir nuevamente en esta entidad, “deberá recuperarse la confianza”.
El empresario extranjero dio a
conocer, en conferencia realizada en Acapulco que el paro impulsado desde
noviembre pasado por trabajadores que exigen el cambio de sindicato, provocó un
“impacto devastador” en las acciones de la minera que desató una caída del 50%
de su valor en la Bolsa canadiense y una pérdida económica de 53 millones de
dólares.
Stanford rechazó que el narco haya extorsionado a
los directivos de la minera Media Luna en Cocula, pero dijo que desconoce si
los contratistas están pagando cuota a la delincuencia o forman parte de la
estructura criminal de los grupos que se disputan el control de la zona de
trasiego de droga y las ganancias de la industria minera en la entidad.
Desde marzo de 2016, Proceso advirtió
sobre el riesgo de los proyectos mineros impulsados por el gobierno de Héctor
Astudillo en una franja de la entidad donde el narco lo controla todo.
En el texto titulado
Inversión millonaria en territorios del narco en Guerrero, se informó que los proyectos de desarrollo de la industria minera y
portuaria que contempla Astudillo están enfocados en zonas controladas por el
narcotráfico, donde la sociedad padece extrema inseguridad, violencia,
desplazamiento masivo y el colapso de la economía local.
Al respecto,
el presidente del corporativo minero canadiense Torex Gold Resources, admitió que en Guerrero no se respeta el
estado de derecho y que las compañías trasnacionales no tienen garantías de
seguridad para invertir en esta entidad colapsada por la violencia, impunidad y
corrupción gubernamental.
Por ello,
dijo que antes de invertir nuevamente en
un proyecto minero en Guerrero, deberá “recuperarse la confianza”.
En la
conferencia realizada en un hotel de Acapulco, Stanford informó que el bloqueo en la mina Media Luna de Cocula, provocó una
pérdida de 53 millones de dólares, solo 18 millones de dólares corresponden a
los más de dos meses del conflicto laboral y cerca de 35 millones de dólares
por la falta de producción de oro, indicó.
Acompañado
por el director de asuntos corporativos de Torex Gold y presidente del Clúster
Minero de Guerrero, Alfredo Phillips Greene, Stanford informó que desde el viernes 12, reanudaron parcialmente actividades en
la mina de Cocula con apenas 200 de los 820 trabajadores, entre sindicalizados
y de confianza.
No obstante,
confió que las labores se normalicen,
luego de que este viernes 26 el Ejército y policías estatales y federales tomaron
el control de las instalaciones de la empresa ubicada en el poblado de Nuevo
Balsas.
El
presidente del corporativo canadiense replicó
la versión oficial, al afirmar que siete empleados de la minera fueron
retenidos por más de 20 hombres armados, quienes los llevaron a la cancha de
basquetbol del poblado de La Nueva Fundición y posteriormente fueron rescatados
por soldados y policías estatales y federales.
Sobre el conflicto laboral por la
disputa de la titularidad del Contrato Colectivo de Trabajo, dijo que serán las
autoridades de la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, las que resuelvan
el caso para determinar si la Confederación de Trabajadores de México (CTM),
continua como represente de los trabajadores o se cambia al Sindicato minero de
Napoleón Gómez Urrutia como demandan los paristas.
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