Javier Risco.
Hoy sabemos que el gobierno de Miguel
Ángel Mancera es capaz de ponerse al micrófono y decirle a las millones de
personas que gobierna que la policía que está bajo su responsabilidad hace
detenciones sin un protocolo a menores de edad; que detienen gente sólo ‘a
petición de un ciudadano, que no se identifica y sin motivo aparente’; que
pueden tardar hasta cuatro días en ponerse a buscar a un joven, y que, como no
tienen idea de qué pasó, requieren que los ciudadanos les ayuden a localizarlo.
La desaparición hasta la noche de
este domingo de Marco Antonio fue la gota que derramó el vaso de la paciencia
ciudadana, que en este sexenio perdió la tranquilidad y la seguridad que habían
tenido a la CDMX como una burbuja en un país violento.
Tuvieron que salir a manifestarse
decenas de asociaciones civiles, familiares y capitalinos para que el jefe de
Gobierno, el de la Policía y el de la Procuraduría dieran una explicación al
respecto, una insuficiente, en la que la conclusión fue: “no sabemos qué pasó,
por qué pasó, ni qué hicieron con Marco Antonio”.
Y EN TODA LA EXPLICACIÓN OFICIAL NO ESCUCHAMOS
ALGO CONVINCENTE SOBRE POR QUÉ TARDARON TANTO EN ACTUAR.
¿Qué pasó con esa App (aplicación)
que era la estrella de su gobierno? La presumieron hasta el cansancio.
Aparecieron en programas de radio y televisión diciendo que: “con un solo botón
advierte del peligro a la autoridad más cercana, cada uno de los policías
capitalinos es localizado por medio de cuadrantes. Somos una ciudad de primer
mundo”.
Así es la
aplicación para teléfonos celulares Mi Policía “En Defensa de la Sociedad”, de
la Secretaría de Seguridad Pública del Gobierno de la Ciudad de México:
Mi Policía
“En Defensa de la Sociedad” es una aplicación para smartphone, tiene el
objetivo de acercar los servicios de la Policía al ciudadano, y reducir a menos
de tres minutos los tiempos de respuesta en las llamadas de emergencia.
“Esta
aplicación es una herramienta que forma parte de un programa integral de
seguridad pública, denominado Programa de Cuadrantes (Policía de Proximidad),
que consiste en realizar una división territorial de la ciudad en 847
cuadrantes, delimitados por factores geográficos, incidencia delictiva,
vialidades, habitantes y población flotante. En dicho perímetro, tres policías
(uno por turno) serán los responsables de la incidencia delictiva que se
registre y de la vinculación con las personas que habiten o laboren en esta
zona. La aplicación conecta a dichos policías con los ciudadanos que se
encuentran en el cuadrante.
“Mi Policía
‘En Defensa de la Sociedad’ integra la tecnología a la seguridad pública,
permitiendo a los ciudadanos, de manera gratuita, acceder a información del
cuadrante en el que se ubica, al contacto del policía más cercano a su
ubicación, la posibilidad de realizar llamadas de emergencia y tener una
respuesta más rápida de la Policía”.
A pesar de tener una aplicación
taaaan maravillosa como esta, la Policía capitalina fue incapaz de dar la cara,
aportar información y, lo más importante, no localizar por casi cinco días a un
joven de 17 años que nunca tuvo que haber sido detenido.
¿Pero por qué no funcionó la
aplicación? Porque los encargados de desaparecerlo fueron los propios policías
capitalinos.
No se requiere una aplicación para
que lleguen en menos de tres minutos, se necesitan policías capaces de no
delinquir. No se
debe generalizar, hay cientos de policías honestos, pero falla el sistema cuando tres de ellos se comportan como
criminales y, peor aún, cuando la Secretaría es omisa, encubre y pone trabas a
familiares desesperados.
Y, en lugar de respuestas, lo que
tuvimos los ciudadanos fue una repartición de culpas, pretextos y
justificaciones… chivos expiatorios, pero dónde estuvo la responsabilidad de
las cabezas de las instituciones de seguridad… de eso quedó un vacío, como
tantos que se han acumulado en cinco años de gobierno.
* Al cierre
de esta edición, el jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, informó que el
joven Marco Antonio Sánchez ya había sido localizado: “Ha sido enviada una
fotografía a los padres de Marco Antonio Sánchez. Tuve oportunidad de hablar
con su mamá y me dice que sí es su hijo, eso es lo que refiere, sin embargo, va
camino a encontrase con él”. Siguen las preguntas a una policía que desapareció
y golpeó a un joven.
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