lunes, 29 de enero de 2018

Debates organizados por la IP.

Georgina Morett.

Después de su aportación para crear el Sistema Nacional Anticorrupción, empresarios y organizaciones de la sociedad civil buscarán una mayor participación en las elecciones de este 2018, por lo que presionarán para que haya debates entre los candidatos a los distintos cargos.

En la elección más grande en la historia del país, en que están en juego tres mil 406 cargos, además de que por primera vez habrá una participación importante de candidatos independientes, la iniciativa privada y organizaciones sociales que participan en el colectivo #VamosPorMás organizarán debates para que la población conozca las propuestas de los aspirantes.

Los empresarios convocarán a los candidatos a la presidencia, a las nueve gubernaturas y a los plurinominales al Senado y Diputados a debatir en formatos abiertos, en los que haya participación de los ciudadanos.

Estos debates serán independientes de los tres que organiza el INE, y las organizaciones plantean que se transmitan por redes sociales, para que sean en formatos libres y con preguntas de la sociedad civil, y no puedan condicionarlos las televisoras.

Además, buscan participar en la construcción de la agenda de políticas públicas en distintos temas, como los programas sociales, transparencia, ley de adquisiciones y un replanteamiento para la reforma fiscal.

Y los empresarios y organizaciones civiles no piensan quedarse simplemente en la invitación a los candidatos y dejar a su arbitrio su participación, sino que harán una fuerte presión para que se vean obligados.

Primero, darán a conocer públicamente las acciones y fechas que plantean y su programa, y si algún candidato se resiste a participar, pedirán a la población que no voten por él, ya que no significa una opción, al no aceptar el debate ni las propuestas de la sociedad civil y, por lo tanto, cómo podrá gobernar si no tiene disposición al diálogo con los ciudadanos.

Desde hace tiempo trabajan en esta propuesta, que harán pública en marzo, y que nos muestra una transición en la iniciativa privada, que ya no está con el PRI como sucedió en el siglo pasado, y que ya busca una mayor participación como grupo en la política, así como mayor articulación entre los organismos empresariales, que han avanzado en una propuesta conjunta ante el proceso electoral.

El momento en que quedó claro que estas organizaciones no se mantendrían al margen de la política fue cuando, a raíz del gasolinazo, el gobierno pidió firmar un pacto, en un evento en Los Pinos, y ahí Coparmex se negó a firmar, lo que provocó un sisma.


¿LO LOGRARÁ?

​Cada vez nos queda más claro por qué el candidato de la coalición Juntos Haremos Historia se alió con el Partido Encuentro Social (PES), y no fue porque quisiera tener a Cuauhtémoc Blanco como su candidato a la gubernatura de Morelos, que era la única carta fuerte de ese partido.

No, no nos equivoquemos, es más bien porque con toda la estructura de las iglesias evangélicas, Morena podría, por primera vez, tener a los representantes en todas las casillas.

Las iglesias evangélicas, que son la base social del PES, han crecido mucho en México. De acuerdo con el censo de 2010, el porcentaje de católicos disminuyó a 82.9 por ciento. Mientras que 8.3 millones de mexicanos aseguraron que eran parte de algún grupo protestante o evangélico.


Algunos señalan que utilizar esta red para cuidar las casillas es una de las principales razones de la coalición, pero habrá que ver qué pasa el día de la elección, ya que, a pesar de que siempre se queja de fraude, Andrés Manuel López Obrador, ni como perredista ni como morenista, ha logrado dar cobertura a todas las casillas. ¿Es estrategia o verdaderamente falta de organización?

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