Georgina Morett.
Después de
su aportación para crear el Sistema Nacional Anticorrupción, empresarios y
organizaciones de la sociedad civil buscarán una mayor participación en las
elecciones de este 2018, por lo que presionarán para que haya debates entre los
candidatos a los distintos cargos.
En la
elección más grande en la historia del país, en que están en juego tres mil 406
cargos, además de que por primera vez habrá una participación importante de
candidatos independientes, la iniciativa privada y organizaciones sociales que
participan en el colectivo #VamosPorMás organizarán debates para que la
población conozca las propuestas de los aspirantes.
Los
empresarios convocarán a los candidatos a la presidencia, a las nueve
gubernaturas y a los plurinominales al Senado y Diputados a debatir en formatos
abiertos, en los que haya participación de los ciudadanos.
Estos
debates serán independientes de los tres que organiza el INE, y las
organizaciones plantean que se transmitan por redes sociales, para que sean en
formatos libres y con preguntas de la sociedad civil, y no puedan
condicionarlos las televisoras.
Además,
buscan participar en la construcción de la agenda de políticas públicas en
distintos temas, como los programas sociales, transparencia, ley de
adquisiciones y un replanteamiento para la reforma fiscal.
Y los
empresarios y organizaciones civiles no piensan quedarse simplemente en la
invitación a los candidatos y dejar a su arbitrio su participación, sino que
harán una fuerte presión para que se vean obligados.
Primero,
darán a conocer públicamente las acciones y fechas que plantean y su programa,
y si algún candidato se resiste a participar, pedirán a la población que no
voten por él, ya que no significa una opción, al no aceptar el debate ni las
propuestas de la sociedad civil y, por lo tanto, cómo podrá gobernar si no
tiene disposición al diálogo con los ciudadanos.
Desde hace
tiempo trabajan en esta propuesta, que harán pública en marzo, y que nos
muestra una transición en la iniciativa privada, que ya no está con el PRI como
sucedió en el siglo pasado, y que ya busca una mayor participación como grupo
en la política, así como mayor articulación entre los organismos empresariales,
que han avanzado en una propuesta conjunta ante el proceso electoral.
El momento en
que quedó claro que estas organizaciones no se mantendrían al margen de la
política fue cuando, a raíz del gasolinazo, el gobierno pidió firmar un pacto,
en un evento en Los Pinos, y ahí Coparmex se negó a firmar, lo que provocó un
sisma.
¿LO LOGRARÁ?
Cada vez
nos queda más claro por qué el candidato de la coalición Juntos Haremos
Historia se alió con el Partido Encuentro Social (PES), y no fue porque
quisiera tener a Cuauhtémoc Blanco como su candidato a la gubernatura de
Morelos, que era la única carta fuerte de ese partido.
No, no nos
equivoquemos, es más bien porque con toda la estructura de las iglesias
evangélicas, Morena podría, por primera vez, tener a los representantes en
todas las casillas.
Las iglesias
evangélicas, que son la base social del PES, han crecido mucho en México. De
acuerdo con el censo de 2010, el porcentaje de católicos disminuyó a 82.9 por
ciento. Mientras que 8.3 millones de mexicanos aseguraron que eran parte de
algún grupo protestante o evangélico.
Algunos
señalan que utilizar esta red para cuidar las casillas es una de las
principales razones de la coalición, pero habrá que ver qué pasa el día de la
elección, ya que, a pesar de que siempre se queja de fraude, Andrés Manuel
López Obrador, ni como perredista ni como morenista, ha logrado dar cobertura a
todas las casillas. ¿Es estrategia o verdaderamente falta de organización?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.