La Secretaría de Medio Ambiente y
Recursos Naturales (Semarnat) autorizó de manera condicionada a la empresa
trasnacional Peña Colorada la extracción de hierro dentro del proyecto minero
denominado “Fase 4”, sobre una superficie total de 305 hectáreas en el
municipio colimense de Minatitlán, que destruirá directamente 128 hectáreas de
bosque.
La resolución, fechada el 19 de enero
anterior e incluida seis días más tarde en la gaceta de la Semarnat, fue
dictada después de que el Consejo Estatal Forestal dio marcha atrás, sin
mayores explicaciones, a la opinión técnica “no favorable” que había emitido originalmente
sobre el cambio de uso de suelo para el desarrollo de las labores de la
empresa.
El proyecto
aprobado por la dependencia ambiental consiste en un conjunto de obras y
actividades asociadas a la actividad minera que la promovente lleva a cabo
dentro de la Unidad Minera Peña Colorada, como la extracción de mineral a tajo
abierto en cuatro áreas de explotación denominadas “Fase 1a y 4a” y “Fase 4b y
Fase 6b” —donde se estima obtener un volumen “probado y probable de 95.8
millones de toneladas de hierro” durante los próximos 20 años—, así como una
tepetatera con capacidad de almacenamiento de 121 millones de toneladas
métricas secas de material estéril o de descapote denominada tepetatera sur.
También se
considera una zona de amortiguamiento o área de afectación parcial, polvorines,
una subestación eléctrica móvil, una planta de tratamiento de aguas residuales,
una planta potabilizadora, obras de canalización superficial como cunetas y
vados, así como barreras de morillos y 10 gaviones.
Por
excepción, se prevé el cambio de uso de
suelo en terrenos forestales en una superficie total de 128.57 hectáreas, de
las cuales 81.21 hectáreas corresponden a vegetación de tipo selva mediana
subcaducifolia, 0.31 hectáreas a vegetación de galería y 47.05 hectáreas de
vegetación de tipo bosque de encino.
La empresa,
filial de las trasnacionales Ternium- ArcelorMittal, de capital
indio-italiano-argentino, considera una inversión total de 85 millones de
dólares en Peña Colorada, de los que 79.5 millones corresponden a las áreas de
explotación, 0.5 millones a la tepetatera y 5 millones a la subestación
eléctrica, planta de tratamiento y planta potabilizadora.
Según datos oficiales, en esta región
se encuentran los yacimientos de hierro más ricos del país, que representan
cerca de 40% de la producción anual de este mineral en México.
La empresa inició los trámites ante
la Semarnat en abril de 2017 y obtuvo la autorización nueve meses después.
Durante el
proceso, el Consejo Estatal Forestal –en
su sesión del 17 de julio siguiente– emitió una opinión “no favorable” al
proyecto, en tanto la empresa no cumpliera una serie de observaciones
relacionadas con las medidas de mitigación y compensación de daños ambientales,
además de que se atendieran las inconformidades presentadas a través de un
oficio por el ayuntamiento de Minatitlán y realizar una consulta pública con
las comunidades establecidas en las zonas aledañas al proyecto.
A principios de octubre, menos de
tres meses después, el Consejo Estatal Forestal se reunió nuevamente para
cambiar su opinión. En el oficio enviado a la Semarnat el organismo no mencionó
los fundamentos detallados de esa rectificación.
Expuso: “El Consejo Estatal Forestal, tomando en
cuenta la información complementada y los comentarios y observaciones
realizadas y los datos presentados por el promovente, concluye emitir opinión
favorable al Documento Técnico Unificado (DTU-B) de Cambio de Uso de Suelo en
Terrenos Forestales del proyecto denominado ‘Fase 4’, promovido por el ingeniero
Juan Antonio Aguilar Casillas, representante legal de la empresa Consorcio
Minero Benito Juárez Peña Colorada S.A. de C.V. municipio de Minatitlán,
Colima, con una superficie total del proyecto de 305.57 hectáreas y 128.57
hectáreas de cambio de Uso de suelo en Terreno Forestal (CUSTF)”.
En la resolución de la Semarnat, un
documento de 268 páginas, no se hace referencia a que se hayan atendido las
observaciones del Consejo Estatal Forestal, principalmente las de tomar en
cuenta las inconformidades del ayuntamiento y realizar la consulta pública en
las comunidades de los alrededores.
Cuando en
octubre pasado se conoció el cambio de opinión del Consejo Estatal Forestal, el presidente municipal de Minatitlán,
Horacio Mancilla González, denunció públicamente que algunos integrantes de ese
consejo “se corrompieron por órdenes, por dinero, es más, vayan ustedes y
pregunten, que ellos les digan y la empresa (Peña Colorada), que es corrupta y
corruptora, por qué los corrompe”.
Cuestionó: “¿Por qué mejor (la empresa) no se puso a
cumplir lo que firmó? Le sale hasta más barato que andar dando mochada por
debajo de la mesa. Quizá la próxima elección a nivel federal se está pagando
con recursos de Minatitlán y a nosotros sólo nos van a quedar los destrozos, la
contaminación y los problemas de nuestra gente”.
El edil dijo entonces que de las 12
observaciones del Consejo Estatal Forestal, la minera sólo cumplió tres, pero
“lo de fondo no lo atendió” y quedaron sin cumplir algunas de
las más importantes, como reubicar la zona propuesta para la tepetatera, ya que
“es un área bien conservada, con vegetación y presenta diversos escurrimientos,
ocho arroyos y manantiales, los cuales se verán directamente afectados tanto
por el cambio de uso de suelo, como por la propia actividad del almacén de El
Terrero”.
Tampoco se cumplió la consulta
pública ni la atención de las inconformidades del municipio que “eran de
aspecto meramente ambiental y otras de responsabilidad social. Por ejemplo, lo
primero, el cuidado de nuestros recursos, que no nos jodieran los árboles, los
bosques, los ríos, los manantiales, porque tenemos unos muy importantes por ahí
junto al Platanar”,
subrayó.
Según
cálculos del alcalde Mancilla González, el
nuevo yacimiento de hierro que pretende explotar Peña Colorada está valuado en
20 mil millones de dólares.
Posteriormente, la empresa Peña Colorada emitió un
comunicado en el que negó “categóricamente cualquier práctica indebida de
negocios y/o en su relación con algún funcionario de los tres órdenes de
Gobierno”, pues “la empresa tiene implementada una política de conducta
empresarial apegada a estándares internacionales que regulan la transparencia
en el manejo de recursos, fomenta las prácticas anti-corrupción y regula la
relación con funcionarios públicos”.
En torno a
los señalamientos sobre el supuesto impacto ambiental en 400 hectáreas, como lo
señaló el alcalde, aseguró que el plan
de minado para los próximos 15 años requiere un impacto gradual dentro de la
propiedad histórica de Peña Colorada por hasta 128 hectáreas en ese periodo de
tiempo, y a partir del tercer año del arranque de las actividades mineras,
progresivamente se iniciará la reforestación de esas 128 hectáreas.
Agregó que como medida compensatoria
a la continuación del plan de minado se reforestarán al menos 128 hectáreas
adicionales de terrenos localizados en el municipio de Minatitlán, que ya han
sido impactados previamente por actividades ajenas a la empresa.
De igual
manera, sostuvo, para colaborar en la
preservación de suelos forestales, Peña Colorada conserva voluntariamente desde
hace tres años más de mil 200 hectáreas de suelos forestales en Minatitlán y
Manzanillo, financiando y participando directamente en la conservación de esta
superficie mediante el programa de Pago por Servicios Ambientales por Fondos
Concurrentes de la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
En relación al valor económico de un
nuevo yacimiento, negó que existan nuevos yacimientos que representen miles de
millones de dólares, “como se ha informado de manera irresponsable” a la
opinión pública y medios de comunicación.
“Las
reservas de mineral de hierro remanentes en la propiedad privada de Peña
Colorada en Colima son de baja ley, sin embargo, una operación industrial de
excelencia, una mano de obra calificada, una privilegiada ubicación geográfica
y una infraestructura adecuada se conjugan para generar un producto de alto
valor agregado a costo competitivo para abastecer la cadena siderúrgica
nacional”, puntualizó.
Refirió que
desde su nacimiento hace 42 años en Minatitlán y Manzanillo, Peña Colorada
contribuye de forma fundamental con el desarrollo económico de los municipios
donde opera, del estado de Colima y del país, ofreciendo empleos directos e
indirectos a más de 3 mil trabajadores, proveedores y contratistas, quienes son
el recurso más importante de la empresa.
Firmada por el director general de
Impacto y Riesgo Ambiental de la Semarnat, Alfonso Flores Ramírez, la
autorización del proyecto en materia ambiental fue acompañada de una serie de
condicionantes para la mitigación y la compensación de las afectaciones al
entorno natural como consecuencia de la actividad minera en esa zona.
Algunos de los puntos tienen que ver
con la implementación de un Programa de Restauración y Reforestación de las
áreas afectadas, mediante el cual la empresa deberá restaurar, s través de la
compensación, la superficie autorizada de cambio de uso de suelo forestal ya
sea “in situ o ex situ”.
Asimismo,
determinó la Semarnat, “considerando que
el impacto ambiental generado por la pérdida de la vegetación que se removerá
no tan solo repercute a nivel de pérdida de servicios ambientales y hábitats,
los cuales forman parte de los sitios donde habitan especies en alguna
categoría de riesgo, sino también trasciende en la captación de agua de lluvia,
humedad, retención de carbono, entre otros (…), la restauración deberá ser de
cinco veces la superficie afectada”.
La
dependencia también estableció que
deberán realizarse acciones emergentes cuando la sobrevivencia de los
ejemplares de flora silvestre reubicados sea menor al 85% del total de los
individuos rescatados, considerando un período de seguimiento de por lo menos
diez años o hasta que, derivado de los resultados obtenidos, se justifique que
ya no es necesario continuar con el seguimiento.
En relación
con la fauna, la Semarnat solicitó la
ubicación de los sitios propuestos para reubicar o liberar las especies
rescatadas; especies susceptibles de rescate y criterios para seleccionarlas;
acciones y/o actividades de ahuyentamiento para especies de rápido y lento
desplazamiento, y otras especies de interés ecológico o endémicos; descripción
detallada de las técnicas y procedimientos de captura o rescate, manejo,
traslado, así como conservación, resguardo temporal o, en su caso, readaptación
a su nuevo hábitat; y de liberación y reubicación de las especies tales como
mamíferos, reptiles y aves.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.