Agentes de la Secretaría de Seguridad
Pública (SSP) de la Ciudad de México arribaron el pasado domingo a la comunidad
de Pochotillo, Tecoanapa, en la Costa Chica de Guerrero, en busca de Ubiel Mora
Gallardo, policía implicado en la detención del joven Marco Antonio Sánchez
Flores.
Mora tiene desde el pasado fin de
semana una orden de presentación por la detención arbitraria y agresiones
cometidas al joven de 17 años, que derivaron en su desaparición durante cinco
días. Fue uno de los cuatro policías de la SSP capitalina que el pasado martes
23 de enero detuvieron a Marco Antonio en la estación de Metrobús El Rosario,
tras ser supuestamente acusado por un hombre de intento de robo.
El joven fue
sometido por los uniformados y subido a una patrulla. No se supo más de él
hasta el pasado domingo, cuando fue localizado en Melchor Ocampo, Estado de
México. Por este caso, sólo dos policías
fueron interrogados. La identidad de Ubiel Mora era desconocida hasta este día;
del otro elemento no se sabe nada.
Según lo narrado por pobladores,
cuatro agentes llegaron al medio día a la casa de la familia del policía
capitalino para intentar detenerlo, pero él no se encontraba en el lugar. Aida
Mora Gallardo, hermana de Ubiel, narró que los uniformados comenzaron a agredir
y robar a los miembros de la familia: les quitaron dos celulares y dos
tabletas, así como 2 mil pesos en efectivo, denunció.
“Jalonearon a mi mamá de 75
años–Antonia Gallardo Mayo”. La mujer mostró que la ropa tirada y los roperos
abiertos permanecían abiertos desde la presencia de los agentes de la SSP.
Un vecino dijo que los agentes
llegaron sin ningún tipo de protocolo, “de forma brusca, intimidando casi a la
mayor parte de la población, metiéndose a las casas porque supuestamente tenían
una orden de presentación”.
Indicó que el error de los
ministeriales fue no presentarse con las autoridades municipales y
comunitarias, además de meterse a las casas, lo que provocó que “la gente se
enardeciera, y se organizara, y en este caso los detuviera”, con el respaldo de
la Policía Ciudadana de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de
Guerrero (UPOEG).
Los cuatro mandos de la SSP, incluido
el subsecretario de operaciones de la Policía Metropolitana, Álvaro Sánchez
Valdez, y otros 15 elementos permanecieron retenidos por los pobladores durante
28 horas en la Comisaría Municipal. Recibieron alimentos y sus pertenencias
fueron resguardadas.
La única
autoridad que se presentó esa noche fue el coordinador de la Policía
Ministerial de Costa Chica, Miguel Barragán. Ayer al mediodía, llegaron el
Fiscal regional, Manuel Valente Contreras, el coordinador de la Policía del
Estado, Rafael Beltrán Noverola, y el visitador de la Comisión de los Derechos
Humanos de Guerrero, Samir Rendón Rosas, para dialogar con los pobladores.
Los retenidos fueron liberados a las
a las 17:35 horas sin ningún golpe. Posteriormente, entregaron los aparatos y
el dinero que habían tomado de la casa de Aida Mora. Además, por complicar la
salud de la madre, quien sufre hipertensión, los agentes entregaron 5 mil pesos
para que pudiera ser atendida de manera inmediata.
Los agentes ministeriales salieron de
la comunidad tras firmar los documentos y corroborar su firma con sus
credenciales.
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