La
Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena)
construyó la barda perimetral del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad
de México mediante un contrato que le permitió encarecer la obra 89 por ciento
y el uso de al menos dos empresas fantasma.
En la página
de transparencia del aeropuerto se anota que el proyecto de barda perimetral tenía un costo original de 1, 547 millones
de pesos, pero tras cuatro convenios modificatorios el muro se encareció hasta
llegar a 2 mil 930 millones de pesos, lo que significa un encarecimiento de 89
por ciento.
La bitácora de obra obtenida por
Aristegui Noticias detalla que los trabajos iniciaron sin tener un proyecto
ejecutivo, que se cambiaron tramos de la barda mientras se desarrollaban los
trabajos y conforme las necesidades de última hora de empresas proyectistas o
dependencias como Conagua.
Según el
cuarto convenio de colaboración, la obra
debió terminar en mayo de 2017, lo que significa un atraso de 531 días
naturales, pues debieron finalizar en diciembre de 2015.
En su más
reciente reporte, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) determinó que Sedena no comprobó el gasto de 389 millones 670 mil
pesos, aunque únicamente revisó el ejercicio de mil 611 millones 585 mil 800
pesos.
Las dependencias responsables no han
transparentado los contratos y facturas utilizados para materializar el
proyecto, amparándose en resoluciones del INAI (instituto de transparencia),
incluyendo el voto de Ximena Puente, quien esta semana renunció a su puesto para representar al
partido en el poder en la Cámara de Diputados.
EMPRESAS
HERMANAS FANTASMA.
Mediante una
solicitud de transparencia, el Ejército
mexicano entregó una relación de 111 contratistas, que en conjunto vendieron
insumos para la barda por 1, 355 millones 938 mil 780 pesos.
Dentro del
listado de empresas destacan dos
nombres: Constructora Camino Real del Valle y Constructora los 4 Príncipes.
Las compañías nacieron con tres
minutos de diferencia: el 11 de marzo de 2014, el notario público 128 de Puebla, Jaime Juárez
Hernández, acudió a la Secretaría de Economía a reservar los nombres. Un
trámite lo hizo a las 14:21 horas y el otro a las 14:24 horas, según documentos oficiales.
El 2 de
octubre de 2014, el mismo notario
registró las compañías en el estado de Puebla y como socios puso a una pareja
de jóvenes con residencia en Oaxaca: “Carlos Alexis” y “Dinoraht Miccel”, de 20
y 21 años.
El joven negó a este medio tener cualquier
tipo de empresa y le sorprendió que sus datos personales figuren en una
compañía de Puebla, pues sostuvo que nunca ha visitado esa entidad.
Se negó a dar una entrevista formal
por temor a represalias a su familia. Por este motivo los apellidos no se
incluyen en el reportaje.
La joven aparece en el padrón de
beneficiario del Programa de Empleo Temporal, diseñado para beneficiar a
“hombres y mujeres que enfrentan una reducción de sus ingresos y de la
población afectada por emergencias”, según la Secretaría de Desarrollo Social.
Durante
2015, al ser reconocida dentro de esta población vulnerable, participó en actividades como cambiar
techos de viviendas y rehabilitar escuelas en zonas rurales, por lo que recibió
un pago de 1, 320 pesos, según el padrón oficial.
Aunque los
jóvenes no estaban enterados, “sus”
compañías (Constructora Camino Real del Valle y Constructora los 4 Príncipes)
vendieron 10 millones de pesos en materiales a una de las principales obras de
este sexenio, según un documento entregado vía transparencia a este medio.
Sin embargo, es imposible saber qué
vendieron y a qué precio.
SIN
CONTRATOS, SIN OFICINAS, SIN RASTRO.
Entre 2016 y
2018, Aristegui Noticias solicitó vía transparencia los contratos y facturas
relacionados con esta obra. El Ejército y Grupo Aeroportuario de la Ciudad de
México afirmaron que no están en sus archivos.
Este medio
se inconformó con las respuestas y tramitó recursos de revisión ante el
Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de
Datos Personales (INAI). Ambas dependencias reportaron que buscaron los papeles
y no los encontraron.
En
resoluciones continuas, cinco
comisionados del INAI consideraron que el Ejército y GACM cumplieron sus obligaciones
transparencia al informar que los contratos y facturas no existían, incluyendo
a Ximena Puente de la Mora, quien dejó el cargo hace unos días para representar
al PRI en el Congreso de la Unión mediante una diputación plurinominal.
Con los
votos de Javier Acuña, Oscar Guerra Ford,
Monterrey Chepov, Joel Salas y la propia Ximena Puente, el organismo autónomo colocó un sello
oficial a la opacidad de la obra (solo las comisionadas María Patricia Kurczyn
y Areli Cano votaron a favor de exigir una búsqueda exhaustiva).
Constructora Camino Real del Valle y
Constructora los 4 Príncipes no tienen otros contratos con dependencias
federales o estatales.
Sin embargo, las dos compañías aparecen en un
directorio de proveedores del estado de Baja California Sur, con oficinas en
Rosarito y número de teléfono.
Aristegui
Noticias llamó a los teléfonos durante
un año (entre 2017 y 2018), sin obtener respuesta.
También se incluye una dirección (Playa Coromuel
esquina Buena Vista, colonia Rosarito, San José del Cabo), lugar donde se ubica
una plaza comercial y donde no figuran ningún rastro de Camino Real del Valle y
los 4 Príncipes.
Un vecino de la zona confirmó a este
medio que en la plaza hay un despacho de arquitectura, pero no corresponde a
ninguno de las compañías involucradas en esta investigación.
ADMINISTRATIVO.
El Ejército mexicano y Grupo
Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) firmaron un convenio de
colaboración el 18 de febrero de 2015 para realizar la obra mediante el esquema
de “administración directa”, que los obligaba a realizar la obra sin ayuda de
empresas contratistas.
La Ley de
Obras Públicas establece que “en la ejecución
de los trabajos por administración directa, bajo ninguna circunstancia podrán
participar terceros como contratistas, sean cuales fueren las condiciones
particulares, naturaleza jurídica o modalidades que estos adopten”.
En la lista de contratistas obtenida
por este medio destaca la participación de empresas proyectistas,
Mediante una
solicitud de información el Ejército informó que únicamente destinó tres
trabajadores al proyecto:
Según la
revisión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Sedena fue el proveedor que más cobró del fideicomiso 80726 en 2016,
creado especialmente para pagar obras del NAICM, rebasando a las empresas
contratistas que diseñaron el proyecto y las constructoras encargadas de las
pistas.
Los más altos responsables del
proyecto son dos
integrantes de la administración de Enrique Peña Nieto: Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes (SCT)
y Salvador Cienfuegos, titular de la Defensa Nacional.
No es la primera vez que el Ejército
mexicano entra a desarrollar obra pública: Sedena fue comisionada a arreglar
los desperfectos que dejó la empresa de Juan Armando Hinojosa Cantú (amigo del presidente
y dueño de La Casa Blanca) en la construcción del Hangar Presidencial.
La relación entre Sedena y el nuevo
aeropuerto seguirá, pues la dependencia ya ganó otro contrato por 1, 346
millones 287 mil pesos, esta vez por la “Limpieza, nivelación e instrumentación
geotécnica para la construcción del sistema de precarga de la pista 6 y calles
de rodaje del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México”.
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