Por Niza
Rivera.
El Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH) informó que no ha tenido
pláticas, acercamientos ni acuerdos con la empresa minera Esperanza Silver de
México, en torno a temas relacionados con la exploración y explotación minera
en los alrededores de la Zona Arqueológica de Xochicalco.
El INAH refirió
que en 2011 se realizaron dictámenes de prospección arqueológica en el área,
mismos que ya no tienen vigencia y tendrían que ser actualizados para cualquier
propósito. A la fecha, el Instituto no ha recibido ninguna solicitud al
respecto.
En 2013, el
Instituto presentó a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales
(Semarnat) diversas objeciones a la actividad minera en las áreas adyacentes a
la Zona de Monumentos Arqueológicos de Xochicalco –declarada Patrimonio Mundial
el 4 de diciembre de 1999–, que derivaron en la cancelación de dicho proyecto.
Ayer,
medios de comunicación de Morelos dieron a conocer un acuerdo del INAH con la
empresa minera para explorar diversas áreas, luego de los trabajos realizados
en zonas aledañas, que incluyen la excavación para la construcción de un pozo
de agua.
En respuesta
a la información publicada, el INAH difundió un comunicado en el que expuso:
“El compromiso inviable del INAH es velar por el cuidado, la conservación, la
protección legal, el estudio y la difusión del patrimonio cultural que está a
su cargo, y en particular el patrimonio arqueológico de la nación, lo cual se
hará siempre actuando con la verdad y con las herramientas que otorga la Ley
Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, Artístico e Históricos”.
Hallazgo en
la Merced.
Este
martes el INAH también dio a conocer el hallazgo de un temazcal en
inmediaciones de La Merced, derivado de trabajos por parte del equipo de la
Dirección de Salvamento Arqueológico (DSA), encabezado por Víctor Esperón
Calleja, lo que permitió ubicar con precisión el lugar donde estuvo el barrio
de Temazcaltitlán, uno de los más antiguos de Tenochtitlán.
Ahí se
veneraba a deidades femeninas como Tlazolteotl, Ayopechtli o Ixcuina (diosa del
parto), Coatlicue, Toci, Chalchiuhtlicue y Mayahuel, ligadas a la tierra, la
fertilidad, el agua y el pulque, indicó la Secretaría de Cultura federal en un
comunicado.
Las
excavaciones en ese predio permitieron liberar los vestigios de una vivienda
posiblemente habitada por una familia indígena de origen noble, poco tiempo
después de haberse consumado la conquista española. Además, se hallaron
diferentes estructuras arquitectónicas de una curtiduría, que funcionó en el
último siglo del periodo novohispano (1720-1820).
La
información anterior se basa en el ‘Mapa de Sigüenza’, ‘Crónica Mexicáyotl’ y
el ‘Códice Aubin’, donde se relata la historia de la peregrinación del pueblo
mexica. El baño a vapor o temazcal data del siglo XIV.
Para la
Secretaría de Cultura, es de “una insólita coincidencia que los orígenes del
callejón afamado por los expendios donde ‘se visten Niños Dios’ estén
vinculados con la maternidad en la época prehispánica.
En
‘Crónica Mexicáyotl’, Hernando Alvarado Tezozómoc señaló que en ese lugar se
hizo un temazcal para bañar y purificar a la doncella Quetzalmoyahuatzin, una
noble mexica que había parido en Mixiuhca.
Antiguas
excavaciones en la vecina Casa Talavera evidenciaron las estructuras
arquitectónicas tenochcas, pero esta es la primera ocasión donde se tiene un
testimonio plausible de la vocación de Temazcaltitlan.
“Próximos
a la entrada del predio donde se registró el hallazgo, en el área oeste, se
observan los restos del temazcal, elaborado con bloques de adobe y fragmentos
de tezontle recubierto de estuco. En la parte central se ve la tina o pileta de
agua para el baño a vapor, así como una de las banquetas que formaban parte del
mismo. Con base en los restos encontrados, se infiere que sus dimensiones eran
de 5 metros de largo por 2.98 de ancho”, indicó Esperón Calleja.
Y explicó
el significado del ‘tlaxilacalli’ o barrio de Temazcaltitlan, perteneciente a
la parcialidad de Teopan, también llamado Zoquipan, primer territorio lacustre
ocupado por los mexicas y sede primigenia del islote donde se produjo el
avistamiento de las señales pronosticadas por Huitzilopochtli, como lo recuerda
el monumento de “La aguilita”, en la Plaza Juan José Baz, en la contra esquina.
“Los
hallazgos nos indican que en el siglo XVI esta zona del campan de Teopan estaba
más poblada de lo que se creía. Debido a que el área era de chinampas, se
pensaba que había pocas casas, pero en esta propiedad tenemos evidencia de los pilotes
de madera y piedras que sirvieron de cimentación de los muros de dichas
viviendas”, agregó.
Asimismo, en
prácticamente todo el terreno se descubrieron restos de distintas
temporalidades prehispánicas, como un complejo industrial para curtir pieles,
que debió funcionar en la última centuria del virreinato español (1720-1820)
y ocupó además la contigua Casa Talavera, resaltó Esperón Calleja.
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