Julio Astillero.
A la par de
movimientos grupales abiertamente contrarios al Presidente de la República e
incluso convocantes a su destitución con procedimientos legales o sin ellos,
continúa la articulación del frente empresarial y ciudadano (Freci) que, para
esta semana, ha organizado 11 mesas virtuales de debate y propuestas sobre las
medidas que la nación debe realizar frente a las crisis derivadas del Covid-19.
Los 12
dirigentes nacionales de las cámaras y organismos de la iniciativa privada,
integrados en el Consejo Coordinador Empresarial, que preside Carlos Salazar
Lomelín, participarán de lunes a miércoles en sesiones a través de Internet
que, en esencia, buscarán apuntalar la tesis de que el gobierno de la República
no tiene un buen plan para enfrentar las crisis en curso (la sanitaria y la económica,
cuando menos) y que, ante esa carencia peligrosa, debe impulsarse un plan o
acuerdo de espectro muy amplio que sustituya o complemente la visión
gubernamental. En estos debates, denominados Conferencia Nacional para la
Recuperación Económica, podrán participan empresarios y ciudadanos en general.
Además de
fortalecer la tesis arriba mencionada, los líderes empresariales tendrán la
oportunidad de explorar formas alternas de producción informativa y discursiva
que intenten contrarrestar la fuerza marcadora de agenda nacional que son las
conferencias presidenciales mañaneras de prensa.
Para el
cierre de esas sesiones, el miércoles, se colocó a dos personajes
significativos: el penúltimo compareciente será Gustavo de Hoyos Walther, que
desde la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) ha sido el
opositor más frontal al obradorismo, partícipe de los esfuerzos por crear una
confluencia partidista denominada Futuro 21, con los partidos Acción Nacional,
Revolucionario Institucional y lo que queda del de la Revolución Democrática, y
presunto precandidato presidencial para 2024. De Hoyos hablará sobre
Recuperación en el mediano y largo plazos.
Y el último
participante será Valentín Díez Morodo (miércoles, 3 pm), presidente del
Consejo Empresarial Mexicano de Comercio Exterior y factor de entendimiento
entre miembros de la propia élite empresarial y entre algunos asuntos y
conflictos de tal cúpula con los correspondientes gobiernos. Díez Morodo
negoció un pago (20 mil 100 millones de dólares, la venta más cuantiosa de una
empresa mexicana a una extranjera) y asientos en el consejo de administración
de Anheuser-Busch InBev NV/SA (abreviado como AB InBev), la empresa con sede en
Bélgica, que es la principal fabricante mundial de cerveza (más o menos una
cuarta parte del total), a cambio del control de la histórica cervecería Modelo
(que tiene Corona como su marca estrella), en una transacción realizada a
través de la Bolsa Mexicana de Valores, lo que le permitió exentar ciertos
pagos fiscales.
A las
sesiones que inician hoy concurrirán por vía de Internet algunos personajes
identificados con la actual administración federal, como Yeidckol Polevnsky,
quien fue presidenta sustituta de Morena; Gibrán Ramírez, secretario general de
la Conferencia Interamericana de Seguridad Social, y el poblano Alejandro
Armenta, quien preside la comisión de Hacienda en el Senado, además de priístas
y panistas.
Y, mientras
el presidente López Obrador ha dicho este domingo que vamos bien, porque se ha
podido domar la epidemia, en vez de que se disparara, como ha sucedido
desgraciadamente en otras partes, ¡hasta mañana, con Zoé Robledo, director del
Instituto Mexicano del Seguro Social, visitando apenas este fin de semana una
clínica en Monclova, Coahuila, 40 días después de que apareció ahí el paciente
cero por Covid-19, luego de lo cual hubo 51 contagiados y cinco médicos y un
trabajador social muertos, todo lo cual llevó a Robledo a reconocer ahora que
esto no debió ocurrir en Monclova ni en ningún otro lugar y que hubo
insuficiencias, dilaciones, errores y descuidos que se tenían que corregir!
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