viernes, 1 de diciembre de 2017

7 de cada 10 hogares en México no ahorraron, pero el Gabinete se guardó una fortuna en 5 años.


En México, el ahorro –la práctica simple de guardar dinero para usarlo en el futuro– resulta imposible para siete de cada 10 hogares cuyos ingresos apenas y alcanzan para completar la canasta básica alimentaria, y en muchos casos, ni para eso. Se trata de una cifra obtenida por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) en su última Encuesta Nacional de Ingreso y Gasto en los Hogares (ENIGH), que les preguntó a las familias si les era posible reservar una parte de lo que ganaban.

En contraste, hay un sector de la población mexicana que puede y ahorra con holgura: la cúpula gubernamental.

El presidente Enrique Peña Nieto y algunos de los integrantes de su Gabinete federal, en los últimos cinco años, han hecho crecer su dinero en ahorros hasta en un 116 por ciento, a través de diversos instrumentos financieros, según los datos publicados por ellos mismos en sus declaraciones patrimoniales, presentadas ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) y correlacionados por la Unidad de Datos de SinEmbargo.

Los ahorros de Enrique Peña Nieto, jefe del Ejecutivo que inició su gestión en 2012 y que concluirá en 2018, crecieron en 60.42 por ciento al pasar de 14 a 22 millones 500 mil pesos; una capacidad para guardar dinero de dos millones 100 mil por año, entre 2013 y 2017.

Miguel Ángel Osorio Chong, el hombre que se hizo en Gobernación una super Secretaría que intentó conjuntar la política interior con el mando policiaco, es el que más ahorró durante este Gobierno a punto de expirar. El hombre del Palacio de Cobián vio que sus ahorros crecieron de 2015 a 2016, en 116.30 por ciento, al pasar de un millón 771 mil 911 pesos a 3 millones 832 mil 578 pesos; es decir, guardó dinero a un ritmo de un millón por año.

“El ahorro es la base de la fortuna”, reza un refrán popular antiguo en el mundo del dinero. El dicho se refleja con creces en el Gobierno federal, pero se complica cumplirlo cuando se trata de los trabajadores.

Cualquier mexicano con un salario como el que tiene el 79 por ciento de la población económicamente activa -entre uno y cinco salarios mínimos [entre dos mil 400 y 12 mil pesos por mes], que se proponga emular los resultados del ahorro del presidente Peña Nieto necesitaría dos mil 200 años de esfuerzo y un ritmo de ahorro de siete por ciento de sus ingresos mensuales [entre 168 y 840 pesos]. O unos 400 años, si lo que quisiera es alcanzar a Osorio Chong.

El Inegi preguntó en 2014 en la ENIGH sobre la capacidad de ahorro de los mexicanos. Después, dejó de hacerlo. Los datos obtenidos hace casi tres años dieron cuenta que son más los hogares en México que no pueden ahorrar, porque sus ingresos alcanzan apenas para la canasta alimentaria, la vivienda, la vestimenta, la salud, la educación y el transporte. No se trata de mala administración; sino que no queda remanente.

Luego están los que sí pueden, tres hogares de cada diez. Pero una tercera parte de estos pierde poder adquisitivo al hacerlo. En el sector financiero sólo se obtienen rendimientos en montos superiores a 50 mil pesos, una cantidad que este sector de la población no puede reunir en un año.

EL GABINETE Y SUS CUENTAS.

Al principio del Gobierno, Rosario Robles Berlanga fue nombrada titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol). En sus manos quedó la administración de los programas para abatir la pobreza, así como la Cruzada Nacional contra el Hambre, un despliegue especializado en abatir la miseria alimentaria. El número de pobres no disminuyó; sino que aumentó en dos millones, según un cálculo de El Colegio de México.

A través de las declaraciones patrimoniales de la funcionaria, no es posible saber si la encargada del combate a la pobreza ahorró en esos años porque no hizo públicos ni inversiones ni montos. Robles Berlanga no hizo públicos sus ahorros sino hasta 2015, cuando fue nombrada Secretaria de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Así, es posible observar que su dinero se incrementó en 20.68 por ciento, al pasar de un millón 465 mil 186 pesos a un millón 768 mil 196 pesos, de 2015 a 2016 –lo que significa que ahorró cada año 151 mil 505 pesos–.

Aunque el dinero de Robles Berlanga muestra un incremento, hay un adelgazamiento de una cuenta en particular: la del seguro de separación individualizado. En 2015, tenía un millón 115 mil 240 pesos en esa inversión y hoy sólo tiene 187 mil pesos; una disminución de 83.2 por ciento.

Un poco menos de capacidad de ahorro muestra Aurelio Nuño Mayer, Secretario de Educación Pública, quien después de ocupar la Oficina de la Presidencia de 2012 a 2015, fue nombrado en la dependencia para impulsar la reforma educativa y dirimir el conflicto con la disidencia representada en la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Mientras ha ocupado Educación, ha fortificado sus cuentas en cuatro por ciento, al pasar de cuatro millones 600 mil a cuatro millones 800 mil pesos.

No todos han tenido rendimientos positivos. A Luis Videgaray Caso, el Secretario de Hacienda y Crédito Público quien tras la visita de Trump a México renunció para luego asumir como Canciller, se le adelgazó el ahorro en 1.89 por ciento. En 2013 y 2014 se negó a hacer públicos sus montos. Lo hizo en 2015, 2016 y 2017, por lo que es posible ver que en 2015 contaba con seis millones 218 mil 734 pesos. En 2017, el monto era de seis millones 101 mil 183 pesos.

José Eduardo Calzada Rovirosa, Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, y Salvador Cienfuegos Zepeda, Secretario de la Defensa Nacional, tuvieron decrementos del 22.6 y 17.4 por ciento, cada uno. Hasta 2016, Rovirosa declaró inversiones por 468 mil 521 pesos; y Cienfuegos por un millón 538 mil 296 pesos.

TRANSPARENTES Y OPACOS

En mayo de 2015, Enrique Peña Nieto, promulgó un nuevo marco jurídico para la rendición de cuentas tras una larga batalla de organizaciones no gubernamentales.

Se ampliaron los mecanismos de acceso a la información y el número de sujetos obligados, pero no fue posible reformar la declaración patrimonial, el documento a través del cual, los funcionarios mexicanos pueden comunicarle tanto a la Función Pública como a los ciudadanos cuánto tienen y por qué.

En la discusión de las nuevas reglas de la Transparencia, organizaciones civiles como el IMCO, Fundar, Gesoc y el Colectivo por la Transparencia le pidieron a los legisladores que la declaración patrimonial incluyera tres apartados: lo patrimonial, lo tributario y los intereses. Además, que siempre fuera pública ante todos. Pero no lo lograron.

Regida por el artículo 40 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas, la declaración patrimonial quedó tal cual está desde 2002. Los servidores públicos están obligados a informar sobre sus fortunas ante la SFP, misma que las publica en el portal Declaranet, pero si ellos no quieren, sus bienes, inversiones o posibles conflictos de interés no se hacen públicos ante los ojos de los ciudadanos.

El carácter de la declaración es preventivo y depende de la voluntad de los políticos. El conjunto de declaraciones patrimoniales en Declaranet arroja dos aspectos del Gabinete peñanietista: son menos los funcionarios que están de acuerdo en hacer pública su fortuna, la mayoría mantiene oculto ante los ciudadanos el peculio de manera parcial o por completo.

Respecto al ahorro, sólo siete de 19 funcionarios presentan información suficiente. En estos, es posible ver un flujo de dinero constante reflejado en el crecimiento de sus cuentas. Sus cifras están en millones de pesos. El resto de los servidores públicos rinde declaraciones parciales en las que admiten tener ahorros, pero no hacen públicos los montos. Algunos, de plano, dicen que no están de acuerdo en hacer pública su información patrimonial y su declaración se resume a su currículum.

Alfonso Navarrete Prida, secretario del Trabajo y Previsión Social, declaró inversiones bancarias sin montos durante 2012, 2013, 2014 y 2015. En 2016, asentó que tenía ahorrados 12 millones de pesos y en 2017, dijo que esa cifra no había tenido ningún cambio. ¿Cómo llegó a esos 12 millones? No puede saberse a menos que él mismo lo declare.

Ildefonso Guajardo Villareal, quien ha ocupado desde el inicio del sexenio la Secretaría de Economía, expuso 9.2 millones de pesos ahorrados en 2016. En los años previos, declaró sin publicar montos. En 2017, declaró de nuevo sin montos y sin decir qué había pasado con el dinero de 2016.


Pero la lista de funcionarios que presentaron declaraciones que carecen de montos es más larga. Arely Gómez González, Secretaria de la Función Pública; Enrique de la Madrid Cordero, Secretario de Turismo; Gerardo Ruiz Esparza, Secretario de Comunicaciones y Transportes; Jose Antonio Meade Kuribreña, ex Secretario de Hacienda; José Narro Robles, Secretario de Salud; Luis Enrique Miranda Nava, Secretario de Desarrollo Social; María Cristina García Cepeda, Secretaria de Cultura; Pedro Joaquín Coldwell, Secretario de Energía; Rafael Pacchiano Alamán, Secretario de Recursos Naturales y Vidal Francisco Soberón Sanz, Secretario de Marina, se reservan su fortuna.

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