En tres puentes del Circuito Exterior
Mexiquense hay mantas con una gran flecha y un texto que dice “Aquí se
construye Universidad Politécnica de Chimalhuacán”. Atrás quedó uno de los
grandes basureros del Estado de México y la cerca del Nuevo Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
Ese espacio
al que dirigen las mantas es una gran extensión de tierra con piso de polvo
fino, de ese que a cada paso se levanta de inmediato, se mete a los zapatos y
se eleva hasta a la altura de la cintura.
Hasta septiembre de 2016, esas
tierras eran propiedad federal. Sin embargo, el Instituto de Administración y
Avalúos de Bienes Nacionales (Indabin), entonces dependiente de la Secretaría
de la Función Pública (SFP), notificó en el Diario Oficial de la Federación
(DOF) la desincorporación de esas tierras para ser entregadas a la Empresa
Paramunicipal de Participación Mayoritaria del Municipio de Chimalhuacán,
denominada “Desarrollos de Infraestructura Sustentable Nuevo Chimalhuacán S.A.
de C.V”.
Según el DOF, 150 hectáreas serán
para el Centro Estratégico de Recuperación Ambiental del Oriente (CERAO), 30
hectáreas para el deportivo y 20 para la universidad. Luego de esa
formalización, el grupo de Antorcha Campesina local festejó la obtención de
esas, “sus” tierras.
El Indabin argumentó que entregó esas tierras para la
construcción de un proyecto de rescate ambiental y desarrollo social, urbano y
económico, el mencionado CERAO, además de un Centro Deportivo y Recreativo y
para la Universidad Politécnica de Chimalhuacán.
Pero a casi 15 meses de la entrega,
del lado al que dirigen las flechas de los anuncios que hay sobre el Circuito
Mexiquense, hay apenas un edificio que se termina a marchas forzadas y que será
un “Laboratorio Pesado” y otro que está a la mitad de la construcción, pero que
desde hace un mes está abandonado. Ese edificio, se supone, será la
Universidad.
El resto de
las hectáreas sigue siendo polvo, basura y hierba.
En lo que es
la barda del terreno, trabajan dos hombres, cada uno con una pala quitando
platas crecidas y un tractor que va de atrás hacia adelante en un mismo tramo.
El otro extremo está convertido en un depósito de basura, sobre todo de
botellas de refresco y alcohol.
En la barda se lee con letras rojas:
“Aquí que se construirá el parque ecológico Chimalhuacán”.
En el edificio que corresponde a la
Universidad hay un solo empleado asegura que la obra lleva un mes detenida “por
falta de dinero”.
Pero del otro lado, en las calles de
la colonia Tlatel Xochitenco, la gran inauguración ya se anuncia con un
espectacular con la imagen de Rosalba Pineda Ramírez, Presidenta Municipal de
Chimalhuacán e integrante de la organización Antorcha Campesina.
“Construimos la primera etapa de la
Universidad Politécnica en el predio Los Tlateles. Inversión de 50 millones de
pesos”, dice el
anuncio. La foto con la que se ilustra
la construcción aparece un edificio en apariencia terminado, pero no
corresponde al de la Universidad, sino al “Laboratorio Pesado” que hasta
esta semana le pintaron las paredes internas. El contraste entre ambos edificios es evidente, pero la inauguración
está agendada para el 4 de diciembre a las 15 horas.
Ese espectacular contrasta con otros
distribuidos en los postes de la colonia. Se trata de mujeres desparecidas con
un “hasta encontrarlas”.
“EL REGALO A ANTORCHA”
Desarrollos de Infraestructura
Sustentable Nuevo Chimalhuacán S.A. de C.V, fue creada en abril de 2016, y
la petición de donación inició en julio. De acuerdo con lo publicado en el DOF,
esta organización, que es paramunicipal,
manifestó la necesidad de obtener en donación esa parte de tierra. En ese
acuerdo, la SFP autorizó el uso de suelo de esa zona para comercio, abasto,
administración, servicios e industria.
La Comisión Nacional del Agua
(Conagua) también aprobó la donación, a pesar de que el Estado de México le
diera previamente ese espacio para que creara una zona de mitigación en lo que
fue el Vaso del Lago de Texcoco.
Este acuerdo
también le da a Desarrollos de Infraestructura, el 40 por ciento del título
oneroso de ese territorio para obtener fondos y “aplicarlos en acciones
beneficio colectivo (sic)”, ES DECIR, LE
DA EL PERMISO DE VENDER.
De acuerdo
con un Punto de Acuerdo presentado en el Senado de la República, ese permiso implica que se podrán vender 60
hectáreas del terreno donado, “lo que sin duda es un negocio redondo y así se
explica la celeridad en el trámite de desincorporación, ya que esto parece ser
un trato, disfrazado de rescate ambiental y desarrollo social que dejara
ganancias millonarias, debido a la cercanía al Nuevo Aeropuerto Internacional
de la Ciudad de México”.
Rosalba
Pineda Ramírez lideró manifestaciones afuera del recinto legislativo. Los
antorchistas portaban lonas en las que se leía “Trabajo para los chimalhuacanos
con el CERAO”.
La priista
está en la Alcaldía de Chimalhuacán desde 2012, cuando fue suplente de Jesús
Tolentino Román Bojórquez, líder de Antorcha Campesina. Luego, fue electa como
presidenta.
“Hoy vemos
reflejado el resultado de 16 años de unión, lucha y gestión, logramos que el
Gobierno federal nos entregaran 200 hectáreas de terreno para la construcción
del Centro de Rehabilitación Ambiental del Oriente (CERAO), el cual albergará
el Parque Industrial que dará empleo a 40 mil personas; el edificio de la
Universidad Politécnica Chimalhuacán (UPChi) y una unidad deportiva digna para
beneficio de todos los futbolistas y deportistas de la región”, anunció Pineda
Ramírez, el 22 de julio, día de la publicación del primer decreto. Esta
declaración está guardada en los registros de prensa del portal de Antorcha
Campesina.
En 1971 ese sitio se reconoció como
reserva ecológica y se creó el Plan Lago Texcoco, un proyecto de rescate que lo
declaró zona protegida y reserva de los pueblos que circundan ahí. Ese
territorio es la parte más baja de la zona y en caso de lluvias fuertes y
constantes, el peligro de severas inundaciones es latente, lo que puede afectar
a las comunidades vecinas.
El 16 de diciembre de 2016, se
promovió el juicio de amparo en el Juzgado Sexto de Distrito en el Estado de
México (Nezahualcóyotl) bajo el expediente 1550/2016, suscrito por 48
senadores, para evitar la desincorporación por la omisión de estudios y
evaluaciones de obra pública, impacto ambiental y riesgo de inundación.
Ya en 2017, el 7 de junio, se llevó
un Punto de Acuerdo en el Senado en el que se exhortó a la SFP revertir el
acuerdo en el que se anunció la desincorporación de las tierras y se autorizó
la donación a favor de la empresa Paramunicipal.
Para el
grupo de senadores, el hecho “Sugiere
ser un regalo, una dádiva con fines altamente político-electorales y tienen
como destinatario principal a una agrupación de filiación priista y denominada
Antorcha Campesina, agrupación a la que pertenece el actual alcalde y sus
predecesores en el Municipio de Chimalhuacán”.
También han
insistido en que estos terrenos sean utilizados para el objetivo de la empresa
paramunicipal, que es contener los efectos ambientales provocados por la
construcción del NAICM.
“Es
necesario evitar que grupos con evidente tendencia partidista se beneficien
mediante posibles actos de corrupción, cuando se anteponen los intereses
económicos de diversos grupos o personas, sin importar las consecuencias de un
desarrollo inmobiliario o estructural en un área que no tiene como destino el
mismo”, se agrega en el Punto de Acuerdo.
Al momento, el tema de la
desincorporación de estas tierras no ha sido abordado en el Senado, ya que
sería materia de la Comisión de seguimiento del NAICM, que lleva años sin ser
integrada por la ausencia de los elementos del PRI que deben conformarla.
LAS
IMPLICACIONES DE LA DONACIÓN.
En
entrevista con SinEmbargo, el Senador Víctor Hermosillo y Celada, explicó que alrededor de esa zona hay nueve
lagunas que estaban dentro del proyecto para desaguar la Ciudad de México y sus
alrededores, ya que cuando llueve no se va para allá sólo el agua de la Ciudad,
sino también de Texcoco, Nezahualcóyotl y Ecatepec, es decir, la zona de
Chimalhuacán funciona como una coladera.
“Todas estas áreas tienen una
particularidad: tienen bordos. Si se escarba en el NAICM, a una distancia muy
chica ya tiene agua, entonces son recipientes”, señaló
Por esa
razón, sostiene que en realidad esas
tierras se terminarán vendiendo, tanto por la extensión y por la ubicación.
Agregó que esas áreas, hasta la administración
anterior, las buscaba el actual Secretario de Desarrollo Social, Luis Enrique
Miranda Nava, desde que Secretario de Gobierno del Estado de México con Enrique
Peña Nieto y las había pedido con el mismo propósito: para Antorcha.
La desincorporación
viene del Gobierno federal, como dueño de esa área, le cede a Chimalhuacán esta
cantidad de hectáreas y le da permiso de hacer su parque y su universidad. Y
para asegurar el futuro, le permite hacer una paramunicipal que hará dinero con
hoteles, centros industriales, como un patrimonio, sostuvo Hermosillo y Celada.
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