En 2016, año
en el que se celebraron los XXXI Juegos Olímpicos de Río de Janeiro –del 5 al
21 de agosto–, al frente de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte
(Conade) estaba Alfredo Castillo Cervantes, quien ha ocupado diversos puestos
en el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, e incluso desde que el Primer
Mandatario era Gobernador del Estado de México.
A Castilllo
Cervantes –criticado por opositores, grupos civiles y defensores de derechos humanos
por la falta de resultados en sus diversas encomiendas dentro del Gobierno
federal– se le reprochó por negar apoyo financiero a las federaciones de box,
tiro con arco, atletismo y remo. Él, sin embargo, argumentó que no hubo una
comprobación de gastos.
Justo
mientras se celebraban los Olímpicos en la ciudad carioca, el presidente de la
Federación Mexicana de Boxeo (FMB), Ricardo Contreras, afirmó que Alfredo
Castillo hizo firmar pagarés a los boxeadores Joselito Velázquez y Elías
Emigdio, y al entrenador Francisco Bonilla, como requisito para darles fondos
para que pudieran asistir a los Juegos Olímpicos de Río 2016.
El
funcionario indicó en entrevista con MVS, que los uniformes utilizados por los
boxeadores, entre ellos Misael Rodríguez –quien ganó una medalla para México-
fueron “fiados” porque tuvieron que ser adquiridos de manera externa debido a
que la marca patrocinadora de la delegación mexicana no los hace.
La Auditoría Superior de la
Federación (ASF), en la revisión de la Cuenta Pública de 2016, encontró las
fallas de la administración de Castillo durante los Juegos.
La mala
actuación de México en los Juegos Olímpicos de Río 2016 incluso fue noticia
internacional.
Prestigiados diarios como The
Washington Post y The Wall Street Journal destacaron en el marco de las
competencias, la falta de medallas de los atletas mexicanos y el descontento
por la actuación del titular de la Conade.
En la nota titulada “Los miserables
Olímpicos de México”, publicada por el periodista David Agren en The Washington
Post, se destacó la opinión de diversos especialistas en deportes, quienes
señalaron que Castillo es un ejemplo de la manera en la que las conexiones son
más importantes que el mérito a la hora de otorgar un puesto.
El Post hizo
un recuento de la manera en la que Castillo se congratuló de la participación
del boxeador Misael Rodríguez para después ser criticado en las redes sociales,
en donde los usuarios rescataron publicaciones en las que el titular de Conade
acusaba a los líderes de la Federación de Boxeo acerca de su estilo de vida.
Casi dos
años después, en la revisión del desempeño de la Comisión y el ejercicio de los
recursos, la ASF concluyó sobre la comprobación de los apoyos, que el Comité
Olímpico Mexicano (COM) dijo que se
tenían 17 millones de pesos de presupuesto para cubrir los gastos de los
deportistas que asistirían a Brasil, pero el dinero lo terminó por ejercer la
Conade a pesar de que no entraba dentro de sus responsabilidades.
El 8 de
julio de 2016, formalizó tres convenios de concertación y colaboración, por 13
millones 911 mil pesos:
–Con la
Federación Ecuestre Mexicana, A.C., por 5 millones 200 mil pesos.
–Con la
Federación Mexicana de Triatlón, A.C., por 6 millones 721 mil pesos.
–Y con la
Federación Mexicana de Vela y Asociados, A.C., por un millón 989 mil pesos.
Los
convenios establecieron que las federaciones serían las responsables de la
contratación, pago, recepción y comprobación de los recursos otorgados por la
Conade; sin embargo, el 6 y 11 de julio de 2017, las federaciones Ecuestre y de
Triatlón informaron a la ASF, que de manera no oficial la Comisión les solicitó
apoyo para el manejo financiero del recurso destinado a los Juegos Olímpicos de
Río.
El proceso de adjudicación fue
realizado por personal de la Conade y entonces ninguna de las dos instancias
tienen las requisiciones, cotizaciones y autorizaciones de los gastos
efectuados con el recurso de los convenios.
Del personal que asistió, con la
revisión detallada de las personas que recibieron uniformes de gala, se detectó
que dos personas que no asistieron al evento recibieron este beneficio, sin
contar con una justificación.
A la pareja
del funcionario se le vio usando un uniforme de la delegación mexicana. Aunque
Castillo quiso justificar que su acompañante acudió por motivos laborales. Los
atletas criticaron sus actos. “Fácilmente hubiera estado un preparador o un
fisioterapeuta que realmente necesitaba esa acreditación”, dijo la arquera
mexicana Aída Román, medallistas en Londres 2012.
De entre otras irregularidades que
resaltó la ASF, está que una persona estuvo comisionada al
evento por 15 días, pero sólo asistió dos. La Conade dijo que esta persona
desempeñaba actividades en la Coordinación de Comunicación Social y que “fue de
total importancia que regresara a atender asuntos propios del área, y
proporcionó el itinerario de su vuelo”. Al respecto la ASF concluyó que esa
decisión “denota la falta de planeación y organización del personal comisionado
y de las actividades por desarrollar”.
El dictamen
de la ASF detalló que, en términos
generales, la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte no cumplió con las
disposiciones legales y normativas que son aplicables en materia.
De los viáticos, de la muestra que
seleccionó la ASF, se encontró que de tres personas que viajaron a los Juegos
Olímpicos, fueron con tareas diferentes a las que desempeñan dentro de la Comisión.
Además, ninguna presentó un informe sobre sus
actividades en los Juegos, que deben incluir el objeto y la descripción amplia
de las actividades realizadas, las cuales deberán ser congruentes con el objeto
de dicha comisión; describir los beneficios obtenidos, y en su caso, los
documentos que la avalen, las conclusiones, la adscripción y puesto del
comisionado.
EL MANEJO DE
LA COMISIÓN.
Además de
los Juegos Olímpicos, la Auditoría revisó las cuentas de la Conade y el dinero
destinado a programas específicos.
En
particular, sobre el dinero del programa S269 “Cultura Física y Deporte” quedan en duda 759 millones 245 mil 100
pesos porque fueron transferidos a otras cuentas no registradas por la Conade,
se mezclaron con otro dinero, permanecieron ociosos en las cuentas o generaron
rendimientos financieros que no fueron reportados.
La ASF
encontró que los beneficiarios de siete convenios y un adendum (que es una
modificación a un contrato) recibieron
213 millones 921 mil pesos, en las cuentas notificadas a la Conade, pero
traspasaron los recursos a otras cuentas, el mismo día del depósito y hasta 132
días después de recibirlos sin avisar a la Comisión.
Además, los beneficiarios de 13 convenios y dos
adendum no administraron los recursos federales otorgados, por 425 millones 271
mil pesos, en cuentas bancarias específicas, ya que los estados de cuenta
reportaron ingresos por 4 mil 313 millones 095 mil pesos, es decir, 3 mil 887
millones 824 mil pesos más que los transferidos por la Conade, por lo que se
observó que los recursos federales se mezclaron con otros ingresos y “provocó
falta de control y transparencia en el ejercicio del gasto”, agregó la ASF.
En siete convenios y un adendum, por
114 millones 771 mil pesos, los recursos permanecieron ociosos desde el momento
de su otorgamiento; seis convenios y un adendum generaron rendimientos, por 3
millones 205 mil pesos.
El Instituto del Deporte y la
Recreación del Estado de Querétaro reintegró a la
TESOFE 141 mil pesos, pero de los 3 millones 064 mil pesos restantes no
proporcionó evidencia del reintegro, o en su caso, la autorización de la Conade.
Finalmente, los recursos de siete convenios y un
adendum, por 250 millones 500 mil pesos, generaron rendimientos, por 2 millones
216 mil pesos, pero no fue posible identificar el monto de los rendimientos de
los recursos federales, ya que los recursos se mezclaron con otros ingresos.
Sobre el
personal de la Comisión, la ASF notificó
de 14 trabajadores que no cuentan con la escolaridad requerida ni con el área
de conocimiento, 17 casos no contaban con los años o el área de experiencia laboral
y de 15 personas cuyas capacidades técnicas no cumplen con las solicitadas en
los perfiles de puesto.
Tampoco encontró evidencia que
compruebe la experiencia y capacidades técnicas de las personas que ocuparon un
puesto de estructura o prestaron sus servicios profesionales por honorarios y
no obtuvieron la constancia de no inhabilitación de un prestador de servicios
que ingresó en 2016.
Sobre los honorarios, se encontró una
diferencia de 124 mil pesos entre lo reportado por la Dirección de Finanzas y
la Dirección de Desarrollo Humano. La primera no registró lo erogado y la
segunda no consideró reintegros y metió importes erróneos.
También hubo aguinaldos registrados
en dos partidas “Honorarios” y “Aguinaldo o gratificación de fin de año”. Esos
pagos representaron un gasto de 1 millón 468 mil pesos.
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