“No te apendejes, México no debe ser
Venezuela”, dice el mensaje. Lo pintaron en bardas de diferentes colonias en el
municipio de Ecatepec, Estado de México.
Medios mexiquenses reportaron que los
murales aparecieron en los últimos días en una entidad que ha sido gobernada
durante 90 años por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los mensajes tienen el objetivo de
golpear a la campaña de Andrés Manuel López Obrador, candidato de la coalición “Juntos
Haremos Historia”, articulada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena),
el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Encuentro Social (PES).
Los datos
ubican a Ecatepec en las listas menos deseadas por su población, pero buscadas
por sus gobernantes con falta de acción.
El municipio alberga 786 mil 843 personas en situación de pobreza (90 mil 438
en pobreza extrema), cantidad que le otorga el primer sitio, en esa materia, en
el Estado de México.
Sólo en 2016, en otros datos, se
cometieron 263 asesinatos de mujeres en el Estado de México, 39 de los cuales
ocurrieron en Ecatepec, de acuerdo con datos del Observatorio Ciudadano en
Contra de la Violencia de Género, Desaparición y Feminicidio. Con estas cifras,
el municipio es la capital nacional de la violencia contra las mujeres.
En el
informe La violencia en los municipios de México (2015), del Consejo Ciudadano
para la Seguridad Pública y Justicia Penal A.C., Ecatepec de Morelos fue
colocado en la novena posición, sólo detrás de Acapulco de Juárez, Chilpancingo
de los Bravo, Cuernavaca, Juchitán, Iguala, Yautepec, Playas de Rosario, Cuautla.
En 2016, el municipio fue el de mayor
índice de homicidios en el Estado de México de Eruviel Ávila y el quinto a
nivel nacional, revelaron datos del SESNSP.
En diciembre
de ese 2016, el priista Indalecio Ríos
se mostró en desacuerdo con encuestas y evaluaciones que ubican a Ecatepec como
uno de los peores sitios para vivir. No se sentía preocupado por el lugar 35 a
nivel nacional en la comisión de homicidios por cada 100 mil habitantes.
Ecatepec, Edomex, es un caso
paradigmático de las formas de violencia que viven las juventudes en México.
La ausencia
del Estado en la vida de los jóvenes, además de las inadecuadas políticas
públicas, complican el contexto de violencia y de criminalización en el que
viven. No obstante, señalaron expertos a
SinEmbargo en febrero, vivir en un entorno violento no condena a las juventudes
a ser víctimas o victimarios. Pero si incide en su comportamiento; y en ese
sentido, el problema es la actitud y las acciones que los jóvenes adoptan de
cara a la violencia.
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