Georgina
Morett.
Cuentan que en
Morena, Andrés Manuel López Obrador está verdaderamente concentrado en la
estructura de defensa y promoción del voto, ya que está seguro de que de eso
depende su posible triunfo en la elección presidencial.
Que a
excepción de las candidaturas federales al Congreso y las nueve gubernaturas,
el líder de Morena no ha puesto mayor interés en los demás candidatos, a menos
que sean los encargados del territorio y, por lo tanto, de organizar las
brigadas que cuidarán el voto en las casillas.
Los
representantes de casilla se han convertido en el talón de Aquiles de López
Obrador, y como en muchas de las elecciones le han comprado a los que tenía
designados, él directamente está vigilando este trabajo.
El encargado
es Andy, su hijo (como es conocido en el partido); sin embargo, los mismos
morenistas reconocen que no tiene mucha experiencia en este tipo de
actividades.
Y por eso en
los estados que más le preocupan y donde menos votos tiene puso como
coordinadores regionales a los más experimentados que son Ricardo Monreal,
Marcelo Ebrard y Bertha Luján.
Mientras que
a Julio Scherer lo puso en el sureste, que es donde tiene mayor fuerza.
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