La inusual
incursión en el proceso electoral de Germán Larrea Mota Velasco, presidente de
Grupo México, tuvo como respuesta de
Andrés Manuel López Obrador el balance de la riqueza del magnate, los desastres
de sus empresas y la impunidad que le han garantizado los gobiernos, pero el
tabasqueño terminó ofreciéndole su perdón.
Discreto y físicamente desconocido
hasta que en 2014 la Presidencia de la República difundió su fotografía, Germán
Larrea es el segundo hombre más rico de México, pero también el más reservado,
y nunca había incursionado en un proceso electoral de manera tan abierta como
hoy, al darse a conocer que envió una misiva a sus empleados alertándoles sobre
el “peligro” de un “modelo populista”.
Durante un
mitin en Poza Rica Veracruz, López
Obrador advirtió que tenía que abordar el asunto porque hay una campaña puesta
en marcha “para asustar al pueblo” y, aunque en estos días han aparecido
situaciones similares con empresas como Vasconia y Herdez, se refirió
particularmente al presidente de Grupo México, a quien calificó de empresario y
“traficante de influencias”, así como beneficiario del “periodo neoliberal”,
para enseguida recordar el origen del ascenso en su fortuna:
“Yo entiendo que Germán Larrea no
quiera el cambio, porque a él le ha ido muy bien. Antes de Salinas no aparecía
en la lista de los hombres más ricos del mundo, empieza a aparecer a partir de
que Salinas de Gortari le concesionó, le remató la mina histórica de Cananea,
en Sonora. Se hizo una evaluación en ese entonces y esa mina, que estaba en
manos de la nación, que era empresa pública, costaba 2 mil millones de dólares.
Y Salinas se la entregó en 400 millones de dólares. Así empezó a aparecer
Germán Larrea entre los hombres más ricos del mundo”.
El candidato
de la coalición Juntos Haremos Historia, también recordó que en 2014 un derrame de químicos contaminó el río Sonora, y
no tuvo consecuencias.
“Se ha dedicado a destruir el
territorio, a contaminar las tierras y a contaminar las aguas”, acusó el tabasqueño al magnate.
Inclusive, López Obrador reveló que en 2006 sostuvo
una reunión con varios empresarios en casa de Fernando Senderos, donde habría
participado Larrea. Ahí, a propósito de lo ocurrido en la mina Pasta de
Conchos, meses antes del encuentro, aclaró:
“Cuando quedaron sepultados los 65
mineros de Pasta de Conchos, una mina del señor Larrea, por esos días lo
encontré, nos vimos con unos empresarios, y ahí le dije: ‘Germán, saca los
cuerpos y entrega los cuerpos a los familiares’. En la casa, se lo recuerdo, de
Fernando Senderos. No hizo nada porque tiene mucho dinero, pero poco corazón,
poco humanismo, no invirtió para desenterrar los cuerpos de los mineros”.
En la misiva difundida hoy, Larrea
—dueño de minas en distintas subsidiarias, ferrocarriles Ferromex y la cadena
de cines Cinemex, entre otros— afirma que no hace negocios con el gobierno, por
lo que el candidato presidencial recordó al empresario que “el gobierno
corrupto” de Guanajuato le entregó en concesión un libramiento construido con
dinero público, a cambio de apoyo a los candidatos del PAN.
Sin embargo,
en la parte final de “su respuesta a Germán Larrea”, como se tituló el video
del discurso colocado en YouTube, López Obrador expuso que no debe haber
nerviosismo porque será respetuoso de la legalidad y del estado de derecho,
además de puntualizar:
“A pesar de todo, le digo a Germán
Larrea que no le guardo ningún rencor, que no odio a nadie, que soy partidario
del amor y del perdón.
“Y que no ande
asustando a nadie… que él mismo no tenga miedo, vamos a triunfar y se van a dar
garantías a la inversión, no se va a afectar a ningún empresario, lo único que queremos es que se acabe la
corrupción y el influyentísimo, lo que queremos es que el gobierno no esté
secuestrado por una minoría rapaz, que el gobierno represente a pobres y ricos,
para eso es nuestra lucha”.
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