En materia de pobreza y beneficios
para los más vulnerables, el sexenio del presidente Enrique
Peña Nieto incumplió con los compromisos planteados, y de acuerdo con
analistas, manipuló incluso las cifras para entregar resultados acordes con sus
promesas.
De los 13 compromisos planteados en
materia de pobreza y atención a personas en situación vulnerable, la
Administración sólo logró concluir cuatro, de acuerdo con la observación sistemática de este
diario digital durante el sexenio que ahora expira.
Enrique Peña
Nieto logró cumplir compromisos relacionados al programa Oportunidades –que se
basaban en continuarlo-, el seguro de vida para jefas de familia o los vales de
medicina en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de
Seguridad y Servicios Sociales para los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y
Seguro Popular, pero dejó fuera promesas
como la pensión para los mexicanos de 65
años en adelante (que sólo se entrega de forma bimestral en algunos estados), y
todas las promesas de inclusión para personas con discapacidad.
La Cruzada Nacional contra el Hambre
que instrumentó Rosario Robles Berlanga a inicios del sexenio, cuando fue
Secretaria de Desarrollo Social (2012-2015) no logró abatir los índices de
pobreza. Por el
contrario, ese mal se incrementó en dos
millones de individuos, según los cálculos más conservadores que provienen del
mismo Gobierno. Hay estudiosos que sostienen que el incremento de pobres
durante el peñanietismo fue más.
Aunque el
Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)
indica que la pobreza pasó de 55.3 millones de personas a 53.4 millones en el
periodo de 2014-2016, Julio Boltvinik
Kalinka, investigador de El Colegio de México (Colmex), afirmó en entrevista
con SinEmbargo que esa cifra fue manipulada a través del Instituto Nacional de
Geografía y Estadística (Inegi), por lo que el sexenio no puede ser evaluado
correctamente.
Boltvinik calculó que en los primeros 21 meses de
gestión de Peña Nieto se añadieron unos dos millones al universo de la pobreza,
en promedio 105 mil cada mes, si se considera el índice laboral del Coneval.
Luego, con el arribo de José Antonio Meade
Kuribreña a la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), se hicieron encuestas
“a la medida”.
“Meade es el gran mentiroso de toda
esta historia. Llegó a hacer unas campañas gigantescas de la cartilla social e
información a los pobres, para cuando llegara la siguiente encuesta declararan
bien cuál era el ingreso que recibían del Gobierno federal”, explicó.
El
investigador agregó que Meade Kuribreña
influyó en el nombramiento de Julio Santaella Castell como presidente del
Inegi, quien cambió el procedimiento de la Encuesta Nacional de Ingresos y
Gastos de los Hogares (ENIGH) para lograr que los números arrojaran un descenso
en la pobreza.
“En 2015 el Inegi levantó la encuesta
a pesar de no ser año par. La instrucción fue que todos los hogares que tuvieron un ingreso bajo,
se regresaba a los hogares tantas veces necesarias hasta que ese ingreso
rebasara. El Coneval dijo: ‘estos datos son inaceptables, no es comparable’ y
esa encuesta se tiró a la basura. En
2016 hicieron un pacto: Santaella quiso seguir usando su procedimiento y el
Inegi le dijo al Coneval: ‘no te preocupes, yo te hago un modelo estadístico y
lo cocina a su gusto para que le salga lo que políticamente quieren que
salga’”, explicó.
Con el cambio en el procedimiento de
campo, se aumentaron “artificialmente” los ingresos en los hogares mexicanos a
través, incluso, de presionar psicológicamente a los declarantes para que
dijeran que recibían ingresos más altos.
“Está muy mal hecho ese modelo. El
Coneval lo usó y le bajó tantito la pobreza entre 2014 y 2016. Bajó lo
suficiente como para que la evaluación de todo el sexenio Peña pudiera decir
que entre 2012 y 2016 bajó la pobreza en México”, explicó.
LAS CIFRAS,
RESULTADO DE LA ENCUESTA “INFLADA”
De acuerdo
con el Coneval en 2016 el 43.6 por
ciento de la población resultó en situación de pobreza, un ligero descenso
respecto a 2014 cuando la encuesta arrojó que 46.2 por ciento se encontraba en
esa condición.
En millones
de personas de acuerdo con la medición en
2016 había 53.4 millones de pobres, mientras que en 2014 había 55.3. Es
decir, hubo una disminución de un poco
menos de dos millones de personas en situación de pobreza.
Según el
compendio estadístico del Coneval en 2012, cuando
llegó Peña Nieto al poder, el 45.5 por ciento de la población se encontraba en
situación de pobreza y para la siguiente medición, en 2014 el porcentaje se
incrementó a 46.2.
En 2014, la pobreza moderada también
tuvo un incremento pues pasó de 35.7 por ciento en 2012 a 36.6 por ciento,
mientras que la pobreza extrema tuvo un descenso imperceptible al pasar de 9.8
a 9.5 por ciento.
Pero en 2016 las cifras indican una
caída en todos los rubros: en pobreza moderada pasó de 36.6 por ciento en 2014
a 35.9 por ciento; y en pobreza extrema de 9.5 a 7.6 por ciento.
Sin embargo,
la población vulnerable por carencias
sociales creció. En 2014 era de 26.3 por ciento y para la siguiente medición,
en 2016, creció a 26.8 por ciento.
“Esos son datos inventados, no son reales.
Cada quien puede hacer un modelo estadístico y lo cocinan. No tenemos datos confiables de 2016 y no
podemos decir con precisión matemática qué pasó. Lo que yo he hecho fue hacer
un cálculo alternativo: en lugar de usar los ingresos, uso los gastos y la
pobreza en lugar de bajar entre 2014-2016 sube. El Inegi cocinó la parte de esa
encuesta de ingresos y en la de gastos está más claro, el cuestionario es más
largo. Ahí quedó desnudado el blof del Inegi”, argumentó.
LA POBREZA
AUMENTÓ EN EL SEXENIO.
Julio
Boltvinik desarrolló entre 1989 y 1992
el MMIP, un método multidimensional de medición de la pobreza que fue utilizado
como método oficial durante el periodo de 2008-2012 por Evalúa DF, el Consejo
de Evaluación del Desarrollo Social del Gobierno del DF.
De acuerdo
con el MMIP la pobreza durante el
sexenio de Peña Nieto se incrementó.
“Cuando uno mide el gasto no hay
baja. En 2014 y 2016 se parecen mucho y el alza 2012 y 2014 se mantendría hasta
2016. Los ingresos entre 2014 y 2016 en billones de pesos de todos los hogares
del país fueron de 1.26 billones en 20014 a 1.48 billones en 20016, según la
parte de ingresos de la ENIGH, la inflada”, explicó.
Pero cuando se analiza la parte del gasto,
agregó, pasó de 1.1 a 1.1 billones de pesos en ese mismo periodo de tiempo. Sin
embargo, cuando se saca el gasto per cápita, disminuye levemente en 2016.
“Resulta que con 1.5 billones de
ingresos el gasto sólo fue de 1.15. Hubo un ahorro gigantesco en los hogares,
más capaces de ahorrar que nunca. La mentira se desploma”, dijo.
Julio
Boltvinik asegura en un capítulo que aún
no ha sido publicado y que prepara para una colección que se publicará
próximamente en una plataforma digital que las metas de reducción de la
pobreza, como las de “rezago escolar y otras similares, deberían fijarse en
número absoluto de personas. Así como nos resulta intolerable que crezca el
número de personas con rezago escolar, debería sernos también intolerable que
aumente el número de pobres. Una sociedad en la cual esto ocurre es una
sociedad que produce cotidianamente pobreza”.
Según cálculos del investigador entre
2012 y 2014 la indigencia, la pobreza intensa y la pobreza moderada fueron a la
alza.
Los datos
que arroja su análisis a través del MMI indican
que en 2012 había 35.50 millones de personas en la indigencia y para 2014 el
número subió a 36.48 millones.
En 2012 un total de 24.66 millones de
personas vivían en pobreza intensa, y para 2014 se habían sumado cuatro
millones a este rubro al subir a 28.66.
En pobreza extrema, una suma de
indigencia y pobreza intensa, el número se incrementó de 60.16 millones en 2012
a 65.13 en 2014.
De acuerdo
con la medición de Boltvinik entre 2012,
cuando asumió el poder Peña Nieto, y 2014, hubo un incremento de casi cuatro
millones de pobres al pasar de 96.36 millones a 100.5.
Esas cifras fueron las que
encendieron las alarmas en el Gobierno federal y desencadenó, según el
investigador, la estrategia para maquillar e inflar los datos y obtener así una
encuesta a la medida de una administración que fracasó en su compromiso de
mejorar las condiciones económicas de los mexicanos. Una encuesta del tamaño
del fracaso para simular un ligero avance.
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