miércoles, 28 de noviembre de 2018

Adiós, don corrupto.


Martín Moreno.

Un presidente millonario.

Un presidente irresponsable.

Un presidente ignorante.

Un presidente cómplice.

Un presidente repudiado.

Es el presidente que ya se va.

Aquí, algunos momentos que marcaron al sexenio de Enrique Peña Nieto, el presidente peor evaluado de la historia moderna. (Texto reforzado con extractos del libro El derrumbe. Retrato de un México fallido. Martín Moreno. Edit. Random House/Aguilar):

CORRUPCIÓN. México tiene un Presidente que compró su primera casa… ¡a los 16 años de edad y sin trabajar!

Las cifras que ofrece Enrique Peña Nieto en su declaración patrimonial, nada más, no cuadran. No checan. No embonan. Resumido en una frase: lo que el presidente de México registra en propiedades, bienes, ahorros e inversiones, no corresponde a los salarios que ha tenido como servidor público.

Una revisión comparativa de las finanzas personales de Peña Nieto como diputado local en el estado de México, como gobernador y como presidente de la República, – información disponible, aunque parcial, de manera pública-, arroja que lo que ha obtenido por la vía salarial, no le alcanzaría, sencillamente, para comprar todo lo que dice tener bajo su propiedad personal. (Aun eliminando, por supuesto, las “donaciones” o “herencias” de las cuales también se desprenden severas dudas sobre su procedencia…).

Las suspicacias en la relación salarios – propiedades del presidente de México – derivadas y sustentadas en esta revisión de las finanzas personales de Peña Nieto y de sus ingresos como político-, son inevitables y justificadas. Preocupantes y tangibles.

¿Por qué lo afirmamos?

Porque las posibilidades de que solamente con sus ingresos burocráticos, Peña Nieto se haya vuelto millonario – al menos vía salarial -, son prácticamente nulas e inverosímiles. Las sospechas de su enriquecimiento inexplicable aumentan – como sus propiedades- día con día.

INGRESOS: 19 millones 760 mil pesos

BIENES: 36 millones 665 mil pesos en promedio. (Corte financiero hasta junio de 2016).

Sí: el presidente de México es un personaje brutalmente enriquecido. Con nueve propiedades. Seis, dice, donadas por sus padres: un electricista y una maestra. Sólo ha sido político. Jamás empresario. Al menos, no, en el papel.

Ese es el señor Peña.

CASA BLANCA. La historia es conocida, pero no deja de indignar, además de haber marcado, para mal y para siempre, al gobierno de Enrique Peña Nieto: su esposa, Angélica Rivera, adquirió una casa de entre 5 y 7 millones de dólares propiedad del Grupo HIGA, precisamente uno de los consorcios empresariales más cercanos al Grupo Toluca desde que Peña Nieto fue gobernador mexiquense y que en los últimos años, al igual que OHL, se ubica entre los contratistas privilegiados y más favorecidos por el grupo gobernante.

El escándalo de evidente corrupción creció cuando, en marzo de 2015, The Wall Street Journal publicó que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray – el amigo de Peña Nieto-, también se había beneficiado vía Grupo HIGA que le vendió, sin beneficio comercial alguno, una residencia en Malinalco a Videgaray, en una operación mediante la cual se financió prácticamente la casa del funcionario.

Es decir: un grupo empresarial cercano a Peña Nieto y a Videgaray, beneficiado directamente con contratos multimillonarios desde el Edomex, primero, y desde Los Pinos, posteriormente, se prestó a financiar las residencias de La Gaviota – como se le conoce popularmente a la Primera Dama-, y de Luis Videgaray. Tal cual.

¿Cómo se llama ese contubernio político-empresarial innegable, deleznable? Conflicto de interés. Tráfico de influencias. O corrupción.

Si bien el escándalo alcanzó dimensiones internacionales, colocando al gobierno mexicano bajo la lupa del tráfico de influencias, del conflicto de intereses y de la corrupción, ello no significó que Grupo HIGA – propiedad del empresario Juan Armando Hinojosa, amigo personal de Peña-, dejara de hacer negocios. ¡No, qué va! Muy al contrario: incrementó sus ganancias. Y sus influencias.

EL IGNORANTE. ¿Ignorancia? ¿Errores? ¿Distracciones? ¿Dislates? ¿Equivocaciones? ¿Desvaríos? ¿Patinadas? Póngale usted, lector, el calificativo que quiera. El que le plazca. Lo cierto es que, como jamás había ocurrido con presidente de México alguno, Enrique Peña Nieto registra un récord que nadie, nunca, le envidiará: el récord de las torpezas verbales.

Nadie, por supuesto, estamos exentos de equivocarnos. Sin embargo, los constantes resbalones presidenciales se han convertido en un patrón de conducta del Presidente.

Aquí, algunos dislates presidenciales para el archivo del asombro nacional:

“Leí algo que seguramente en mi vocación por la política, alentaba ese espíritu. Fueron varios libros, algunos, la Silla del Águila, de Krauze…”.

“Por un lado acerca al gobernador del estado vecino de Lagos de Moreno, y de igual manera acerca al estado…de este estado…al estado de León, donde se ubica León…”.

“Al presidente municipal de Boca del Río a quien agradezco su hospitalidad, y a la presidenta municipal de su ciudad capital de Veracruz…muchas gracias…”.

“Y de igual manera quiero saludar a legisladores federales y locales, presidentes municipales. A toda esta gran representación de la sociedad de Chihuahua que se da cita aquí en Okinawa…”.

“Desde esta plaza, erigida en memoria del Benemérito Juárez, del Benemérito que fuera, justamente, quien en 1969 justamente…ayer se cumplieron 144 años de la erección del estado de Hidalgo…”.

“…En nombre de los Estados Unidos Mexicanos es un honor recibir hoy al presidente de la República Popular de China, Juan Yin Juan Yin…”.

“Que el cien por ciento de los habitantes del estado de Tijuana…”.

“Agradezco la invitación que me han formulado los consejeros de Bancomer y de be be u doble u a Bancomer…”.

AYOTZINAPA. (…A Huitzuco se los llevaron…)

Huitzuco de los Figueroa. La línea no investigada.

Huitzuco, el territorio de la familia Figueroa – no es casualidad que geográficamente así se le ubique- y su dinastía; poderoso clan priista, padre e hijo del mismo nombre, Rubén, y ex gobernadores, amos de tierras, voluntades y conciencias.

Huitzuco, a donde – todo así lo apunta-, fueron llevados parte de los normalistas de Ayotzinapa.

(Dos fuentes diversas que ni siquiera se conocen entre sí, fueron consultadas por el autor para llegar a esta conclusión, además de que así lo confirman tanto el GIEI como la CNDH, para plantear el siguiente escenario: estudiantes de la Normal “Raúl Isidro Burgos” fueron llevados, con vida, la madrugada del 27 de septiembre de 2014, a Huitzuco, ubicado a menos de una hora de Iguala. Y más: esta probabilidad se incluye en el II Informe sobre Ayotzinapa, investigado y elaborado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI). No es una suposición. Es una realidad, insistimos, NO INVESTIGADA.

“Mientras estaba acostado en la cajuela de la patrulla ´con los ojos borrosos del gas pimienta, me echaba agua del arroyo que se hizo en el acotamiento derivado de la lluvia, la cual era un leve chipi chipi, como pude me enjuagué los ojos, desde la patrulla pude observar cómo iban bajando poco a poco los estudiantes y los estaban golpeando brutalmente con unos palos en la cabeza, y los que podían caminar los subían a la patrulla y los que no podían caminar entre dos policías los arrastraban y los aventaban a las patrullas, uno de los policías le dijo a otro, que ya no caben en la patrulla y el otro dijo: ´No importa, ahorita vienen los de Huitzuco´. En ese momento llegaron varias patrullas de color azul con blanco y subieron a los demás estudiantes…” ( Declaración ministerial del chofer del autobús estrella de Oro 1531).

         “Una vez que los agentes policiacos toman control de la situación, comienzan a subir a los detenidos a la patrulla ubicada en contra flujo del autobús. Uno de los agentes de la Policía le dice a uno de sus compañeros: “Ya no caben en la patrulla”. En respuesta el otro agente señala: No importa, ahorita vienen los de Huitzuco. Instantes después, en sentido contrario, tal como llegó la patrulla que se ubicó al frente del autobús, arriban tres patrullas presumiblemente de Huitzuco. (De acuerdo con las declaraciones ministeriales de los policías de Huitzuco, hay tres patrullas que salen a realizar un recorrido en la localidad de Pololcingo como a las 11 de la noche, los números de estas patrullas son: la patrulla 18, patrulla 15, patrulla 1).

         “Los estudiantes empiezan a ser subidos en las patrullas, sería bueno describir la forma en las que los suben y qué maniobras hicieron los policías, al lugar arriban dos patrullas federales en donde uno de los agentes de la Policía Federal pregunta: ¿Qué pasa con los Chavos? Uno de los tres municipales contestó: “Allá atrás chingaron a un compañero. Se los van a llevar a Huitzuco. Allá que el Patrón decida qué va a hacer con ellos”. El mismo Policía Federal dijo: “Ah, ok, ok. Está bien”.

         “Terminando de subir a los estudiantes a las 3 presumibles patrullas de Huitzuco y una de Iguala que arribaron minutos antes y que fue consentido por la Policía Federal…dichas patrullas maniobraron en reversa hasta llegar a un tope, dieron vuelta y se dirigieron de frente con rumbo a Huitzuco sobre la misma carretera a Chilpancingo”. (Testigo incluido en la investigación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre el caso Iguala).

         “Se los van a llevar a Huitzuco. Allá que el patrón decida…”.

ECONOMÍA MEDIOCRE. El crecimiento durante el sexenio de Peña Nieto, apenas rozará el 2% promedio anual.

Enmarcada en una irresponsabilidad financiera sin precedentes, la deuda del sector público federal pasó de 33.8% del PIB con que inició en 2012, a 46.4% del PIB. La mayor parte del endeudamiento ocurrió durante la gestión de Luis Videgaray en Hacienda. En julio pasado, el gobierno peñista registró una emisión de deuda por hasta 10 mil millones de dólares.

Durante el sexenio que termina, la devaluación del peso ante el dólar se ha disparado en 70% promedio. En diciembre de 2012, la paridad se ubicaba en 12 pesos promedio por dólar. Al cierre de noviembre de 2018: 20 pesos promedio por dólar.

LOS MUERTOS DE PEÑA. Cuando transcurrían los días también violentos del panista Felipe Calderón, los priistas – oposición bloqueadora, desleal-, se llenaban la boca, ante los miles de muertos en batallas por todo el país, en decir que eran “los muertos de Calderón”, o bien, junto con otros medios informativos, etiquetaban aquel momento como “La guerra de Calderón”. Culpaban, entonces, al gobierno calderonista de la violencia y no daban tregua a sus críticas asumiendo, argumentaban, su papel opositor.

Hoy por hoy, la violencia en México, con Peña Nieto en el timón, se ha agudizado. Y más: se ha incrementado. No solamente hay más muertos y desplazados en comparación al gobierno anterior. Lo más grave, es que en la actual administración se ha carecido de estrategia – no se puede medir si eficaz o funcional, simplemente, porque no ha existido como tal-, y ello se reflejó, muy pronto, en un repunte de homicidios dolosos y de ejecuciones en la mayoría de los estados del país…

El resultado, al final del sexenio: alrededor de 120 mil ejecutados.

Si ayer fueron “los muertos de Calderón”, nada debería impedir que, hoy, la numeralia de la muerte en México también lleve la etiqueta de “los muertos de Peña Nieto”. ¿Por qué no?

LA REFORMA FALLIDA. Bandera del gobierno peñista. Punta de lanza del sexenio. Hija pródiga de la familia en el poder presidencial, la Reforma Energética bien puede trazarse en cuatro escenarios tan fundamentales como preocupantes:

1. No será una reforma que beneficie a las mayorías. Ni gasolina barata ni bajos precios en combustibles o servicios.

2. Los vehículos financieros para arrancar proyectos energéticos, estarán concentrados en un Fideicomiso que mezclará capital privado con capital público, y los pondrá en una bolsa para endeudar al Gobierno, comprometiendo recursos futuros a cambio de la obtención de recursos presentes, sin estar sujeto a las normas de la Ley General de Transparencia y de Acceso a la Información, ya que es un fideicomiso privado. Este es un aspecto oscuro que perjudicará a las finanzas del país. Es caldo de cultivo para la corrupción.

3. Carece de estrategia de fondo para contrarrestar problemas básicos en el sector: la inseguridad, la falta de transparencia, la corrupción y la competencia en mercados, que van a diluir los beneficios de la reforma energética. Debieron haber sido atacados.

4. Entorno político muy viciado: falta de seguridad, ausencia de Estado de Derecho, corrupción, nula transparencia.

Se va Enrique Peña Nieto a gozar de sus millones, de su enriquecimiento oscuro.

La mayoría de los mexicanos espera que sea investigado por el nuevo gobierno. AMLO anunció consulta ciudadana para decidirlo. No, presidente electo: no se trata de democracia participativa, sino de justicia histórica.

Se va Peña Nieto como el peor presidente evaluado de la historia moderna.

Adiós, don corrupto.

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