El sexenio
de Enrique Peña Nieto concluirá con un saldo negativo y marcado por “graves
escándalos de corrupción y violaciones sistemáticas a los derechos humanos “,
consideró la organización Fundar.
Al presentar
su tercer diagnóstico sexenal, titulado “Fue un mal año. No, menos, como seis”,
la organización civil destacó que el
desempeño de la actual administración se compuso de falsas promesas,
corrupción, inseguridad, pobreza, deudas y fracasos.
Recalcó que si bien hubo iniciativas
que intentaron corregir los problemas estructurales del país, su implementación
fue insuficiente y mal ejecutada.
“Tenemos marcos normativos de
primera, pero con implementación de cuarta”, señaló Haydeé Pérez Garrido, directora de Fundar.
Como ejemplo
de lo anterior, Fundar recordó que ante
las protestas por casos de corrupción, el Gobierno federal creó el Sistema
Nacional Anticorrupción, pero su implementación fue limitada y no brindó
resultados en casos como Odebrecht, la Casa Blanca o los señalamientos de
desfalco a las finanzas estatales por parte de gobernadores.
En materia
de seguridad, el sexenio de Peña Nieto
fue el más violento en los últimos años. Ya que, señaló Fundar, desde el inicio
de la llamada “Guerra contra el narcotráfico”, de los 36 mil mexicanos
desaparecidos hasta abril de 2018, 23 mil casos ocurrieron durante la actual
administración.
En materia
económica, la organización criticó el
aumento en la desigualdad producto, en gran medida, de la mala distribución de
la riqueza y de con un deficiente sistema fiscal que “sigue beneficiando a una
cuantos y ha permitido a quienes tienen más, pague sólo el equivalente al 11
por ciento de sus ingresos”.
Fundar añadió que el Gobierno de Peña Nieto
terminará sin reflejar los beneficios que las reformas estructurales traerían
al país.
En cambio, la Reforma energética sólo “ha significado
la sistemática violación a los derechos de los pueblos indígenas sin que traiga
desarrollo y beneficio a las comunidades”.
Además, ejemplificó, la industria minera “paga
menos del 0.5 por ciento del total de impuestos recaudados”, mientras los
pueblos originarios viven los estragos de las prácticas de extracción.
Pérez
Garrido señaló que la futura
administración recibirá un país complejo, “con instituciones dinamitadas “.
Y llamó a tomar decisiones adecuadas para evitar la repetición de los esquemas
de violencia que México vivió durante los gobierno de Felipe Calderón y Peña
Nieto.
En este
sentido, llamó a reconsiderar el plan de seguridad para evitar que persistan
los balazos.
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