Es momento de ponerse serios.

Atzayaelh Torres.

La situación por la que atraviesa la industria petrolera es de emergencia. No hay lugar a dudas que ante un escenario con precios tan bajos, 10 dólares por barril en el caso de la mezcla mexicana, se requiere de acciones concretas que permitan salvaguardar la rentabilidad a costa de todo.

Así, las grandes empresas petroleras han implementado iniciativas que, dependiendo de la flexibilidad operativa de cada una de ellas, permitan obtener los mejore ingresos. Por ejemplo, se están dedicando a refinar productos de mayor valor agregado, pasar de las gasolinas (cuyo precio está hoy muy castigado) a elevar la producción de diésel, después turbosina, y luego propileno y otros derivados.

“Cada petrolera tiene su propia flexibilidad, empresas como Exxon, que es el modelo a seguir porque tienen más cash flow y están más integrados en la cadena, tienen más oportunidad de aminorar el golpe fortísimo en muchos aspectos”, me comenta Adrián Calcaneo, de IHS Makit.

En exploración y producción, los proyectos que ya se tenían a varios años y difícilmente se van a detener, pero no aplica esa lógica para todos los casos.

“Como shale produce rápido y se acaba rápido necesitas flujo de capital, aquí estamos viendo que desde el año pasado ya estaban cansados de este esquema, lo que ya estaban produciendo lo vendían, muchas empresas en graves problemas por esa cuestión”, me explica Calcaneo.

Es tiempo de evaluación, y también de restricción. Firmas como Halliburton y Schlumberger tienen a los empleados en medio tiempo, “Houston se está preparando para el golpe en la economía”, dice el directivo de IHS Markit. Por su parte, petroleras como Shell, Chevron, ConocoPhillips y Exxon están anunciando despidos para reducir la carga laboral, bajar los gastos y enfocarse así en la rentabilidad y sobrevivir a la tormenta, lo mismo Petrobras, Ecopetrol y YPF en Argentina, todos buscan sobrevivir.

En un sentido contrario, Pemex no va a bajar la guardia y continuará en la búsqueda de incrementar la producción de crudo con su misma plantilla laboral. Al momento no ha habido una orden formal para bajar la actividad en pozos, sin embargo, los trabajadores esperan que pronto comiencen a llevar a cabo “mantenimientos” extemporáneos que tienen que finalidad bajar en algo la extracción.

Al respecto, Gabriel Ruiz, de Thompson & Knight, advierte que si en la administración de López Obrador no se ponen “serios” en el manejo de Pemex, “las consecuencias pueden ser irreversibles”.

De acuerdo con el experto, “ante un escenario de precios bajos, en donde Pemex pierde dinero en 80 por ciento de sus campos, es necesario tomar medidas similares a las que están tomando la mayoría de las petroleras en el mundo, empezando por un ajuste a sus presupuestos anuales, costos y planes de inversión, lo cual significaría tener que detener la inversión de la refinería”, pero reconoce que esto no va a pasar.

“Desgraciadamente no vemos que Pemex realice estos ajustes debido a que la actual administración confunde los temas que son estrictamente de carácter económico/técnico/jurídico con posiciones políticas de corto plazo”, señala el ejecutivo de la firma internacional.

Para Arturo Carranza, las amplias inversiones que se han realizado para alcanzar una producción de 1.7 millones de barriles, deberían destinarse a otros rubros del gasto público en medio de la contingencia sanitaria, “el impacto que la cotización actual tiene en Pemex es muy severo. Me atrevería a decir que en esta situación resulta extraordinariamente complejo darle viabilidad a la empresa, lo cual resulta alarmante si consideramos la importancia que la Pemex tiene en la actualidad”.

Hoy Pemex es centro de la política económica de la 4T, por lo que cualquier cambio impactará en todo el espectro, “la solución (para Pemex) es producir menos porque con la demanda de crudo tan reprimida, tú a producir más te estás empeorando la situación, Pemex debería hacer una evaluación de todos sus campos, incluidos los prioritarios, y decir en qué se va a gastar el dinero…”, señaló Calcaneo, de IHS Markit.