Por Mathieu
Tourliere.
En una nueva embestida contra el sistema
estadunidense de asilo, el gobierno de Donald Trump extendió hoy la
suspensión temporal de las audiencias de los solicitantes de asilo extranjeros
devueltos a México bajo los polémicos “Protocolos de Protección a Migrantes (PPM)”
–mejor conocidos como plan “Quédate en México”–, bajo el pretexto de la lucha
contra el covid-19.
En un
boletín, el Departamento de Seguridad Interna (DHS) indicó que todas las
citas agendadas hasta el 1 de mayo serán “reprogramadas”. Para ello, informó
que “cualquier individuo con una cita de PPM anterior al 1 de mayo debe
presentarse al puerto de entrada designado para su cita previamente agendada,
donde recibirá un formato y una notificación de audiencia en la que estarán sus
nuevas fechas”.
Esta medida
prolongará la estancia en México de miles de solicitantes de asilo extranjero
devueltos bajo el programa Quédate en México, quienes aguardan de este lado de
la frontera hasta tener su audiencia ante un juez de migración en Estados
Unidos, para que éste determine si le otorgan asilo o no.
Durante
el primer año de aplicación de Quédate en México, las autoridades
estadunidenses devolvieron a 62 mil 144 solicitantes de asilo de este lado de
la frontera –principalmente a Baja California y Tamaulipas– entre ellos, 20 mil
741 eran menores de edad.
Hace dos
semanas, el mismo gobierno de Trump anunció que, como parte de su estrategia
contra la expansión de covid-19, las autoridades estadunidenses devolverían “de
inmediato” a México a todos los solicitantes de asilo o migrantes detenidos
entre puertos fronterizos. De inmediato, la organización Human Rights Watch denunció que
“la administración Trump parece estar usando el miedo hacia el covid-19 como un
arma para acelerar su agenda antimigrantes, eviscerando el derecho a pedir
asilo”.
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