Georgina Morett.
La
construcción del Frente Amplio Democrático avanza en los tres principales
partidos que lo conformarán: PAN, PRD y MC; además de que ya se ha platicado
con organizaciones civiles y ciudadanos interesados.
En este
momento parece que todo va viento en popa y se plantea una coalición al menos
para la presidencia de la República, las ocho gubernaturas, la jefatura de
Gobierno de la Ciudad de México, la Cámara de Diputados y el Senado.
Hoy por la mañana se presentarán en
el Instituto Nacional Electoral (INE) para la firma del acuerdo para conformar
el Frente Amplio Opositor.
El
enfrentamiento entre estas fuerzas políticas y el PRI está en uno de sus peores
momentos, y al parecer las presiones se mantendrán hasta la elección de 2018,
que se prevé sea una de las más complicadas. Ahora no hay acuerdos ni en las
cámaras, y el INE ha sido gravemente criticado.
Pero este frente tendrá, sin duda, su
prueba de fuego en el momento de la elección de los candidatos, ya que será
difícil que cualquiera de los tres partidos esté dispuestos a ceder ciegamente.
Sin duda el
PAN es el de mayor fuerza electoral, con 12 gubernaturas (sigue en juego
Coahuila), pero, al igual que el PRD, se desgrana poco a poco y enfrenta
terribles problemas internos hacia la elección presidencial.
Y la tensión
entre los tres candidatos más fuertes es muy grave, ya que además de los
ataques públicos, debemos recordar que la guerra interna en la fracción panista
en el Senado es un reflejo de los aspirantes, ya que Ernesto Cordero y Gil
Zuarth son muy cercanos a Felipe Calderón, y su esposa Margarita Zavala es
precandidata; mientras que Javier Lozano acaba de regresar de trabajar con el
gobernador de Puebla, Antonio Gali, sucesor y muy cercano a Rafael Moreno Valle.
Ante la
crisis en las cámaras, Margarita Zavala y Javier Lozano pidieron la renuncia de
Ricardo Anaya, mientras que los panistas analizan expulsar a los cinco
senadores que votaron a favor de Ernesto Cordero en el Senado.
Y en el PRD no podemos decir que la
desbandada sea por goteo, sino en catarata, por lo que en este partido se
desconoce cuál sea realmente su fuerza electoral. En definitiva, el que parece
más estable es Movimiento Ciudadano.
Y con este escenario interno tan
difícil, estos partidos además se tendrán que poner de acuerdo en la elección
de candidatos, y es ahí donde se prevé la verdadera dificultad, y muchos
apuestan a que el Frente Amplio Democrático se rompa antes de nacer.
Los panistas
aseguran que el candidato presidencial tendrá que ser uno de ellos, y entre los
perredistas será muy complicado que Miguel Ángel Mancera y Graco Ramírez se
conformen con un escaño en el Senado, mientras que Silvano Aureoles se queda en
la gubernatura de Michoacán hasta que concluya su periodo en 2021.
Algunas de
las candidaturas a los gobiernos estatales están más o menos claras: las de
Guanajuato, Puebla y Yucatán, al PAN; la de Jalisco, a Movimiento Ciudadano; y
la Ciudad de México, Tabasco, Morelos y Chiapas, al PRD.
Y la que puede dificultarse es la de
Veracruz, ya que es muy probable que el gobernador busque imponer a su hijo
Miguel Ángel Yunes Márquez, y es inolvidable que Yunes Linares metió a la
cárcel al dirigente de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado.
Pero, a
pesar de que sean claros los estados donde cada partido tiene más fuerza y de
que el frente se pueda convertir en la única forma real de competencia de estos
tres partidos, en definitiva, la prueba de fuego será la elección de candidatos.
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