viernes, 1 de septiembre de 2017

¿Quiénes financian a los partidos políticos?

Alberto Núñez Esteva.

Me duele, me duele mucho enterarme del absurdo financiamiento a los partidos políticos. ¿Qué tan necesario es este gasto en comparación con el que debemos aplicar a los rubros verdaderamente indispensables para la buena marcha de nuestro país? ¿No sería mejor destinar parte de esos recursos a la atención de las ingentes necesidades de las clases más vulnerables de México? (las comunidades indígenas, por ejemplo)

Lo cierto es que los partidos políticos, según diversas notas periodísticas, recibirán para el proceso electoral del año próximo cerca de13,000 millones de pesos, si sumamos los recursos que obtendrán de fuentes federales y locales, lo que implica un aumento cercano al 40% en el ámbito federal. Y a esto hay que aumentarle los spots gratuitos que transmiten los partidos por radio y televisión.


Hace ya un buen número de años se decidió que fuese el gobierno, con nuestros recursos, quien financiase los procesos electorales, con el propósito de que no se recibiese dinero de fuentes interesadas en comprar la voluntad de los partidos una vez que éstos llegaran al poder. El crimen organizado y el narco se apuntan siempre entre los más interesados en ofrecer fondos ilícitos. Muy loable la intención del gobierno, sin duda, pero el último proceso electoral en el Estado de México, por mencionar alguno, nos ha dejado serias dudas respecto al cumplimiento de este propósito ¿De dónde salieron esas enormes cantidades de dinero cuyo objetivo fue el de apoyar al partido “ganador” , el PRI, para no perder ese Estado clave para las elecciones presidenciales del año entrante?

Transparencia en la recepción y el uso de los recursos es algo que debemos exigir todos los mexicanos en el ya cercano proceso electoral del 2018, en donde además de la elección del presidente de la República se eligen nueve gobernadores y un sin número de presidente municipales y alcaldes. El INE debe hacer un trabajo excepcionalmente bueno, particularmente ahora, porque no sólo responde por la elección presidencial, sino también por la de todos los puestos en disputa…y el INE está pasando por un mal momento, porque su credibilidad se ha puesto en tela de juicio. Lorenzo Córdova, su presidente, tiene un verdadero reto para recuperar la credibilidad perdida.

Es mucho lo que nos jugamos el año entrante en vista del cercano proceso electoral. La conquista de nuestra joven democracia hace ya un buen número de años, implicó un enorme esfuerzo de los mexicanos, particularmente de quienes teníamos edad para votar. No hemos avanzado lo suficiente para fortalecer esta incipiente democracia y no son pocos los que luchan por desquiciarla.

Estemos alertas. Los ciudadanos debemos tomar un papel activo para proteger y exigir la limpieza de las elecciones del 2018. No podemos dejar que los partidos políticos y los gobiernos federales, estatales y municipales hagan y deshagan a sus anchas desestabilizando la democracia que tanto trabajo nos ha costado mantener. Las campañas sucias, las trampas y la corrupción en el proceso electoral, son sus principales enemigos.


Estemos alertas y denunciemos oportunamente lo que tengamos que denunciar…y veamos que éstas tengan el efecto deseado.

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