Javier Risco.
A los 128
senadores de la República:
Ayer, en la Cámara de Diputados 383
legisladores, que fueron puestos ahí para velar por la seguridad de más de 100
millones de mexicanos, dieron paso a una de las leyes más peligrosas en décadas
para el país: la Ley de Seguridad Interior.
248
diputados que explícitamente dijeron que sí, 48 panistas, que, incumpliendo con uno de los temas más relevantes del
sexenio, decidieron abstenerse sabiendo que su voto pudo haber hecho la
diferencia y 87 más que ni siquiera acudieron al Pleno a dar pelea. 383
traidores de los mexicanos.
La siguiente semana el turno es de
ustedes. 128 senadores, cuyos nombres tendremos presentes y a quienes hoy
pedimos que no aprueben la Ley de Seguridad Interior en los términos en los que
fue votada por el PRI y sus aliados, porque significa entregar a las Fuerzas
Armadas federales la posibilidad de vulnerar a discreción los derechos humanos
de los mexicanos, sin la supervisión de nadie, sin que tengan que rendir
cuentas, sin transparencia ni un marco normativo que permita medir el uso de la
fuerza pública del Estado contra los ciudadanos.
Con el balón en su cancha, apelamos
sobre todo a los 66 senadores de las bancadas del PAN, PRD, PT y los cuatro
senadores sin partido, para que, uniendo fuerzas, como ya lo han hecho en
ocasiones pasadas, como cuando se frenó el intento priista de imponer un
#FiscalCarnal, ahora pongan freno a una ley que requiere de un diálogo y
replanteamiento completo, en el que la sociedad civil esté incluida, en el que
los especialistas y cientos de organizaciones que se han pronunciado
intervengan y en el que el centro sea el fortalecimiento de la Policía y no el
uso discrecional del Ejército y la Marina en tareas de seguridad pública, que
detonarían más violencia y atropellos a los derechos humanos. Con uno solo de
ustedes que ceda, los priistas habrán ganado.
Por ello,
retomo sólo cinco de los muchos argumentos que el colectivo #SeguridadSinGuerra
y organismos internacionales de derechos humanos han subrayado como
advertencias de la peligrosidad de esta ley:
1. Los soldados tendrán libertad de criterio
para decidir cuándo ejercer facultades de seguridad pública. No hay
lineamientos específicos de su actuación.
2. Nadie vigilará que en operativos en que
participen, los derechos humanos de los ciudadanos sean respetados. Recordemos
que ya hay más de una veintena de víctimas presuntamente ejecutadas por
soldados.
3. A pesar de que el derecho a la protesta
está protegido por la Constitución, policías federales y militares podrán intervenir
si consideran que esa manifestación de libre expresión es ‘peligrosa’.
4. Todo lo que ocurra en operativos de
intervención militar sería información clasificada, opaca, sin la mínima
posibilidad de exigir transparencia y rendición de cuentas.
5. No establece contrapesos, da al Ejecutivo
federal, que es el comandante supremo de las Fuerzas Armadas, la posibilidad de
imponer seguridad a su modo y a su conveniencia, sin la participación de un
Poder Legislativo que vigile.
Es su
oportunidad de frenar una #LeyGolpista. Vamos a estar pendientes del sentido
del voto de cada uno y será en siete meses cuando más lo vamos a recordar.
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