Salvador Camarena.
Circula, se los juro, una cadena de
oración por Mauricio Toledo, mejor conocido en los bajos mundos como el Tomate,
aunque dados los acontecimientos recientes en Coyoacán, su feudo, ya deberían
llamarle 'El Sillas Voladoras'.
Pero les
contaba, en los ámbitos donde el legislador tiene influencia, brinca de celular
a celular este mensaje:
“Compañer@ buena tarde, te pedimos
hacer una cadena de oración con devoción y fe encendamos una veladora o cirio
mañana miércoles a las 21:00 hrs. Para pedir que cesen las difamaciones en
contra de nuestro equipo. Especialmente a nuestro líder MT, para que dios lo
ilumine, lo proteja en su camino, lo guíe y ponga las palabras adecuadas para
poder seguir apoyando a su gente. Ya que de ello dependemos muchas familias. No
estamos solos, Dios está con nosotros. Bendiciones. Difunde para que esta
cadena de oración no se corte, esta cadena de oración se llevará acabo el día
primero de cada mes”.
No supe si leer este mensaje como una
muestra de que a los cercanos a Toledo ya les caló la enderazada de primeras
planas que esta semana le ha recetado Reforma al hoy legislador (eso de
legislador es un decir, por aquello de que esa palabra viene de ley, y todo
mundo sabe que MT y ley no riman). O si tomar esas líneas como la prueba viva de
que la fe mueve montañas, y de que ha sido gracias a tan colectivo fervor que
mister Tomate ha logrado salvarse de la cascada de acusaciones que le
persiguen, al menos, desde 2013.
Porque a él le ocurren cosas
imposibles de explicar con la ciencia política, menos en una sociedad
democrática donde existe (no se rían) la rendición de cuentas.
Es milagroso cómo se zafó en febrero
de 2013 del escándalo de los mensajes de Blackberry donde exigía millonario
moche a una constructora. En esa ocasión, Toledo dijo que le habían hackeado su celular, cuando si
algo hizo famosa a la tecnología Blackberry era precisamente su seguridad.
Igualmente, milagroso resulta cómo ha
librado acusaciones de cobro de diezmo en la delegación Coyoacán, de extorsión
y de compra de votos. Ante ello, la PGJDF y el Tribunal Electoral le han
regalado sendos carpetazos.
Milagro o manto protector del
mancerismo, pero el caso es que al Tomate se le resbalan tanto los
señalamientos de opacidad y mal uso de programas sociales, como las graves
acusaciones publicadas en estos días: por persecución, amenazas y, hasta de eso
se habla, sospechosas muertes de excolaboradores.
Nada de eso
parece causar merma en su influencia en el Instituto Electoral del Distrito
Federal, la Asamblea y la delegación Coyoacán. Gracias por ello, virgencita.
Ahora sus amenazados, perdón, sus
leales piden el milagrito de que en el Frente Opositor no lean prensa, que si
leen diarios no crean en ellos, que si creen en lo publicado, no les parezcan
graves las nuevas acusaciones, y que en el remoto caso de que consideren grave
el rosario de incriminaciones, los del Frente hagan con MT lo mismo que el PRD
en 2015: decir que van a estudiar si con tales antecedentes pueden postular a
Toledo, para al final hacerlo diputado.
Diosito, cuídalo mucho, y sobre todo
–puestos a pedir imposibles– cuídalo mucho muy lejos de los coyoacanenses y, si
no es mucho pedir, lejos de los chilangos. No sé, llévatelo al norte, o al
oriente, o al sur. Y de una vez sé bueno y llévate con él a sus compas Leonel y
Romero. Amén.
Ah, Diosito,
y conste que yo ya difundí la cadenita de oración.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario.