Peña y el
debate.
A su regreso
a la Ciudad de México, Peña Nieto, después de visitar Hannover, La Haya y
Madrid, dijo que esta vez no habló con los reporteros que cubren sus
actividades en la gira internacional porque con las declaraciones de los
candidatos es suficiente. Y, al cuestionarle sobre quién considera que ganó el
debate el domingo pasado, atajó: “Para qué les digo. Mi opinión la conocen. La
que está en mi corazón. Esa”.
AMLO extrañó
a Nico.
Vaya quemón
que protagonizó ayer el chofer de AMLO en Parral, Chihuahua, quien estacionó la
camioneta que conducía en un lugar prohibido, afuera de un hotel donde
desayunaba el tabasqueño con Marcelo Ebrard y el periodista de New Yorker, Jon
Lee Anderson. El conductor no depositó monedas al parquímetro y un policía de
tránsito procedió a quitarle la placa a la camioneta. El chofer argumentó que
era del candidato presidencial (como si eso le autorizara a estacionarse en
cualquier sitio), pero el oficial levantó la multa y remitió la placa a las
oficinas del municipio.
Margarita y
su historia con los moches.
En un
desayuno con mujeres de Guanajuato, la candidata presidencial independiente,
Margarita Zavala, reconoció haber conocido diputados y senadores que no la
apoyaron en sus proyectos por temor a perder dinero del Ramo 23, el de los
famosos moches. “No voy a dar nombres porque soy abogada y no tengo la
prueba... (pero) el dinero público es utilizado para anular la voluntad de una
autoridad”, dijo en la tierra de Luis Alberto Villarreal, aquel exdiputado
panista que fuera acusado en un escándalo de moches, y que hoy busca la
alcaldía de San Miguel de Allende.
Sospechoso
asalto.
Un curioso
incidente le ocurrió ayer a la exjefa delegacional en Magdalena Contreras, la
experredista Leticia Quezada. Nos enteramos de que, a punta de pistola, a
personal suyo le robaron medio millón de pesos, mientras se encontraban dentro
de una camioneta blanca, en la colonia Potrerillo. ¿Qué hacía la gente de la
ahora priista con semejante cantidad de dinero? Nada –suponemos– tendrá que ver
con su operación política para “atraer” a líderes territoriales de otros
partidos hacia la campaña. A pesar de las declaraciones de los detenidos, que
aseguraron trabajar para ella, nadie
puso denuncia en la FEPADE.
Ese apoyo no
se ve, se quejan los azules.
Nos dicen
que hay una real molestia de Ricardo Anaya contra el PRD y sus tribus, porque
“aún no se ve ni se manifiesta” el apoyo perredista al candidato presidencial
de la coalición Por México al Frente. Reconocen legisladores panistas y
perredistas que si bien las cúpulas nacionales de ambos partidos amarraron los
acuerdos generales, “la base amarrilla está desconectada de Anaya, y es
lógico”, señalan. Por eso advierten que tendrán que “jalarlos a los mítines”
del queretano. Habrá, pues, cambio de estrategia, sólo que –dicen– no saben
cuál será.
Legislan a
destajo para sus intereses.
Impresionante
fue ver la velocidad con la que los diputados y los senadores legislaron al
final de su último periodo de sesiones, antes de dejar sus cargos para irse a
las campañas. Fueron 86 dictámenes de reformas avaladas en San Lázaro en tan
sólo dos días, y 130 temas en el Senado en tres días. Sin problemas avalaron
desde los más amplios tratados comerciales internacionales hasta temas de
hemodiálisis, pasando por los de seguridad pública, fuero, publicidad
gubernamental. De todo, como en botica. ¡Si así trabajaran todo el año! Lástima
que ayer fue su último día. El lunes sólo clausuran y se van.
Mancera ya
dio el paso.
Miguel
Mancera está demostrando que es persistente y por ello ayer, como coordinador
del gobierno de coalición de Por México al Frente, acudió a las últimas horas
de trabajo de la Cámara de Diputados para presentar su iniciativa de los
gobiernos de coalición, donde pidió que se procese cuanto antes, pues con ella
se permitirá que el presidente deje de ser el principal responsable de gobernar
en el país y a partir del siguiente sexenio se cogobierne con el Poder
Legislativo.
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