Un nuevo informe
plantea que el número de urbes mexicanas que sobrepasan la calidad del aire
estipulado por la Organización de la Naciones Unidas (ONU) aumentó a 27 por
rebasar el índice de los 10 microgramos de partículas PM2.5 por metro cúbico,
cuya composición es tóxica al contener sulfatos, nitratos y carbono negro.
Mexicali, en el estado
de Baja California, ocupa el primer lugar como la localidad urbana con la peor
calidad del aire en el país con 44 PM2.5.
Sin embargo, el Valle de México no se queda atrás. En el Estado de México se encuentran 4 de
los municipios más contaminados del territorio México: Coacalco, Ecatepec,
Tlalnepantla y Tepotzotlán.
Los datos de este informe –que abarca 4 mil 300
localidades de 108 países– fueron obtenidos entre los años de 2011 y 2016, con
cifras de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat).
Las grandes ciudades
como Monterrey, Toluca, Irapuato, León, Puebla, Guadalajara, Salamanca y Silao
no actualizaron sus datos desde 2011, a pesar de estar en alerta por sus
niveles de contaminación.
La Ciudad de México,
como era de esperarse, concentra un nivel de 22 PM2.5 durante 2016, más del
doble estipulado.
9 DE 10 PERSONAS RESPIRAN AIRE CONTAMINADO EN EL MUNDO.
Nueve de cada diez
personas en el mundo respiran aire contaminado, lo que provoca 7 millones de
muertes anuales por causas directamente relacionadas la polución, informó la
Organización Mundial de la Salud.
“Lo más dramático es
que las cifras se han estabilizado. Que a pesar de los progresos logrados y de
los esfuerzos en marcha, todavía la inmensa mayoría de la población mundial, el
92 por ciento, respira aire contaminado en unos niveles muy peligrosos para la
salud”, denunció en
teleconferencia la directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María
Neira.
“La contaminación
ambiental es el mayor desafío para la salud pública mundial”, subrayó.
Según las investigaciones de la organización, los
niveles de contaminación se han mantenido estables en los últimos seis años,
con pequeñas mejoras en Europa y las Américas.
De acuerdo con la
agencia sanitaria de la ONU, la polución de partículas finas penetra
profundamente en los pulmones y en el sistema cardiovascular, causando
enfermedades potencialmente mortales como derrames cerebrales, ataques al
corazón, obstrucciones pulmonares e infecciones respiratorias, incluyendo
neumonía, que es una de las principales causas de muerte de los menores de 5
años.
La OMS considera
que la contaminación es un factor de riesgo esencial en muchas enfermedades no
transmisibles, y está directamente relacionada con un 24 por ciento de las
defunciones por dolencias cardíacas; un 25 por ciento de los decesos por
apoplejías; un 43 por ciento de los fallecimientos por obstrucción de las vías
respiratorias; y un 29 por ciento de los óbitos por cáncer de pulmón.
En total, la OMS estima que 7 millones de personas
mueren anualmente por causas directamente relacionadas con la contaminación
externa o interna.
La polución ambiental causó la muerte de 4.2 millones
de personas en 2016, mientras que la contaminación interior del hogar estuvo
directamente relacionada con 3,8 millones.
La suma de estos decesos es de 8 millones, dado que la
OMS estima que un millón se debieron por inhalación de aire contaminado tanto
en el hogar como en el exterior.
La contaminación
interior se debe esencialmente al uso de combustibles insanos para cocinar,
iluminar y calentar.
“Es por ello que gran parte de la contaminación la
padecen las mujeres y los niños”, especificó Heather Adair-Rohani, técnica de
la OMS, sin aportar datos concretos.
Cerca de 3 mil millones de personas aún no tienen
acceso a fuentes de energía limpia para cocinar, “y, a pesar de las evidencias
del peligro que representan, el cambio es demasiado lento”, subrayó
Adair-Rohani.
El 90 por ciento de
estos fallecimientos se dan en países de bajos y medianos ingresos,
especialmente en Asia, África y Oriente Medio, con niveles que exceden en
muchos casos cinco veces los establecidos por la OMS, aunque es un problema
global que afecta a todo el planeta, incluyendo algunas áreas de países ricos.
“Hemos visto una intensificación del interés político
para reducir los niveles de polución en los países ricos. Esperamos ver un
aumento similar de los esfuerzos en todo el mundo”, agregó Neira.
Dicho esto, destacó como “muy positivo” el ejemplo de
China, que, si bien tiene unos niveles de contaminación altísimos, “se ha
propuesto como política de Estado reducirlos”.

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