martes, 31 de julio de 2018

¿Cambiar pagos del Metro en plena transición?


Salvador Camarena

El Sistema de Transporte Colectivo Metro de la Ciudad de México está a punto de sufrir una transformación mayúscula en su sistema de pagos. Y las definiciones sobre cómo será tal revolución se tomarán en un periodo de menos de tres semanas que, por si fuera poco, ocurren en pleno proceso de transición entre un gobierno renqueante y la próxima administración de Claudia Sheinbaum. ¿Juay la prisa? ¿Juay ahora?

El 24 de julio pasado la Gaceta Oficial de la Ciudad de México publicó el anuncio de la Licitación Pública Nacional 30102015-002-18 para la “Contratación del Servicio de Modernización del Sistema de los Torniquetes y Generalizar el uso de Tarjeta Recargable de la Red del STC al pago de tarifas”.

Si dejamos de lado el tema de que se lanza este megaproyecto cuando a la administración ex mancerista le restan poco más de cuatro meses, de este contrato llaman la atención los plazos entre que se dio a conocer la licitación (hace una semana), el plazo que se fijó entre la fecha límite para adquirir las bases de la misma (26/07/18) y la junta de aclaraciones (27/07/18): un día. Y finalmente, la fecha del fallo prevista es el próximo martes 7 de agosto. Es decir, en menos de 20 días se concursa una reingeniería total del sistema de pagos del Metro que mueve a cinco millones de pasajeros al día, transformación que deberá estar concluida, según las bases de la licitación, el 31 de diciembre de este año.

De lo que se trata, según las bases de esta licitación, es de cambiar el Sistema Central de Peaje del STC, que es definido en ese documento como “la parte neurálgica del acceso de los usuarios y se integra por varios subsistemas y módulos, mismos que permiten manejar todos los aspectos necesarios para su funcionamiento, desde los aspectos financieros, de movilidad, tecnológicos, seguridad y atención al usuario”.

En otras palabras, se trata de modernizar un sistema que vivió, según el mismo documento, su más reciente actualización en 2006. Por tal motivo, es calificado por las autoridades del Metro como “obsoleto y tecnológicamente insuficiente”; sistema que además opera un proveedor de manera cerrada, con fallas que alcanzan 3.0 por ciento de las operaciones y con desperfectos que en ocasiones se tienen que resolver desde Francia, país sede del actual proveedor.

En el anexo A de las bases se subraya que el actual Sistema Central de Peaje “se encuentra soportado por una infraestructura tecnológica propensa a fallas constantes y con el riesgo general de un fallo masivo, el cual podría ocasionar una pérdida catastrófica de información y la interrupción de la cobranza en las 195 estaciones de la red, afectando directamente a los usuarios, al colapsarse el servicio del transporte”. Impresionante.

Con esa pesadilla en mente, el ganador de la licitación se encargaría de transformar el equipo actualmente instalado, adecuar “el centro de datos principal (consiste en la instalación de aire acondicionado de precisión y sistema de supresión de incendios únicamente”), instalar mil 200 nuevos validadores (donde pasa uno la tarjeta), proveer equipos para los 329 puntos de venta (taquillas) y para los centros de atención al usuario. Todo lo anterior con el respectivo software, licencias y capacitación del personal.

Hasta 2016, la mitad de los viajes eran pagados con tarjeta electrónica. Con esta transformación se buscaría que incluso se agreguen otros medios de pago como el código QR y celulares.

Las especificaciones técnicas del proyecto son de tal minuciosidad que suscitaron más de 400 preguntas por parte de los licitantes, por ello, la fecha de aclaración de dudas originalmente prevista para el 27 de julio se pasó al día de ayer.

Al revisar los requerimientos de la licitación, una fuente familiarizada con sistemas de pago electrónicos comentó que dados los plazos tan apretados para completar el proyecto, cinco meses, “casi casi tendrías que saber que vas a ganar esta licitación para tener listos los mil 200 validadores en tan corto periodo”.

¿Por qué los del actual gobierno (es un decir) capitalino creerán que justo ahora es el mejor momento de lanzar esta transformación? ¿Está pactada con los que pronto llegarán? Cosas que pasan en las transiciones.

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