Salvador
Camarena.
Ustedes no
lo saben, pero tendrían que agradecer a la morena, la virgen, no el partido de
'ya saben quién', la invaluable oportunidad que le ha regalado a México en las
últimas horas. Cuando los años pasen, el día 26 de julio será recordado no por
lo que significó para la revolución cubana, sino por la jubilosa ocasión en que
el PRI eligió abrirse a la revisión del tiempo gobernado (es un decir) por
mexiquenses e hidalguenses.
Eso y no
otra cosa supone la llegada de Miguel Ángel Osorio Chong al liderazgo de la
chiquibancada priista en el Senado de la República.
Cuando las cosas se pongan rudas en
los debates de la llamada Cámara alta, Osorio será el rival más débil, al menos
en los argumentos, a la hora de tratar de cuestionar las más diversas
iniciativas que ponga en la mesa el morenismo.
Para
ilustrar lo anterior elijan la materia que gusten de cuantas están hoy en el
aire.
Comencemos
con el tema de la violencia. El pejismo propondrá que haya de nuevo una
Secretaría de Seguridad Pública. ¿Subirá
a la tribuna el líder Osorio para oponerse a tal medida? ¿Defenderá el modelo
que él impulsó de integrar esas funciones en Gobernación? ¿O le dirá por fin a
la patria por qué no funcionó lo que no funcionó en inseguridad en este
sexenio, tragedia nacional que no se entiende sin él en Bucareli?
¿Y qué dirá
sobre la idea de desaparecer el Cisen? ¿Argumentará
que sí sirve? Que claro que sirve, que para muestra ahí está el tema de
Pegasus, que qué más demostración quieren.
¿Cómo serán
sus intervenciones en esa parte del Congreso a la que le toca incidir en la
política exterior? Dará el líder de la
bancada tricolor detalles de lo que ha hecho México estos cinco años con los
migrantes centroamericanos para quedar bien con Estados Unidos, lo mismo con
Obama que con Trump. ¿Pronunciará discursos sobre cómo no ceder ante el
fascista del norte luego de haber aceptado que su jefe invitara a ese personaje
a Los Pinos en septiembre de 2016?
¿Qué aportación tendrá Osorio en
torno al tema de derechos, él que viene de un gobierno que no impulsó el
matrimonio igualitario ni cambiar de enfoque en torno a las drogas?
Cuando se
hable de corrupción, ¿revelará por qué
no avanzaron en el capítulo mexicano de Odebrecht?
El sexenio
de la opacidad en el uso de las aeronaves al servicio de Peña Nieto, ¿reclamará al nuevo gobierno un marco total
de transparencia?
Qué postura tendrá la bancada de
Osorio si López Obrador provoca la caída del líder del SNTE Juan Díaz de la
Torre. Quien en su momento se decía amigo de Elba Esther Gordillo. ¿Criticará
la injerencia de un gobierno en la vida sindical?
El priismo
que resultó diezmado en las elecciones saltará a la palestra el 1 de septiembre
en el Congreso. Qué buena noticia. Qué
buena oportunidad para que Ramírez Marín y Manuel Añorve por fin expliquen qué
pasó que nunca informaron quiénes fueron los responsables del desastre que
inundó a Acapulco en la desgracia de Ingrid y Manuel (2013), o para que Eruviel
cuente qué dejó de hacer en feminicidios, y violencia en general, en el Estado
de México.
Porque una cosa es que sean tan
poquitos que hasta caben en una selfie tomada por Osorio Chong (publicada en su
Twitter), y otra que no tengan harto que contar, o responder, o reconocer sobre
estos años del peñismo. Bienvenidos los debates que iniciarán con la nueva legislatura. Se van a
poner buenos.
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